La cirugía plástica ha experimentado una transformación significativa en los últimos años, gracias a avances que no solo han mejorado los resultados estéticos, sino que también han aumentado la seguridad y el bienestar de los pacientes. Bajo su perspectiva, ¿qué avances tecnológicos o técnicas quirúrgicas han propiciado esta transformación? ¿Cómo han mejorado los resultados y la seguridad para los pacientes?
La cirugía plástica ha evolucionado mucho, pero hay algo que no cambia: el trato honesto con el paciente. Es cierto que ahora contamos con mejores técnicas y materiales, pero lo más importante sigue siendo la experiencia del cirujano y su capacidad de evaluar a cada persona de forma individual.
Hoy en día, lo que ha mejorado mucho es la manera en la que trabajamos los tejidos, lo que nos permite hacer cirugías con menos agresión, menos tiempo de recuperación y resultados más naturales. Por ejemplo, en la liposucción utilizamos cánulas más finas y precisas, lo que reduce el trauma en los tejidos. En cirugía mamaria, los implantes han avanzado muchísimo, permitiéndonos obtener un resultado más seguro y acorde con el cuerpo de cada paciente. Pero el mayor avance no es tecnológico, sino en cómo entendemos la cirugía: cada vez más, nos alejamos de los resultados exagerados y nos enfocamos en mejorar sin que se note la intervención.
En CosMédica no nos dejamos llevar por modas ni por promesas irreales. Lo más importante para nosotros es que el paciente entienda bien lo que puede esperar y que tome una decisión basada en información real, no en expectativas irreales.
¿Qué tipo de procedimientos son los más solicitados actualmente? ¿Ha notado un aumento en la demanda de algún procedimiento en particular?
Ahora mismo, los procedimientos que más nos piden son los que buscan un cambio natural, sin que se note la intervención. La cirugía de mama (aumento, reducción y elevación) sigue siendo una de las más solicitadas, pero también vemos un gran interés en la liposucción de alta definición y la cirugía de párpados.
En los últimos años ha aumentado mucho la demanda de retoques faciales, pero no con la intención de cambiar el rostro, sino de refrescarlo. La gente busca verse bien sin parecer operada. Por eso, procedimientos como la blefaroplastia (cirugía de párpados) y los retoques en la nariz (rinoplastia) han ganado popularidad. También hemos visto un auge en pacientes masculinos, especialmente en cirugías de definición corporal.
Lo que siempre le digo a mis pacientes es que la cirugía no es un atajo ni una solución mágica. Es una herramienta que, bien utilizada, puede mejorar mucho la imagen, pero siempre dentro de lo natural y lo que encaje con cada persona.
¿Cómo cree que las redes sociales y la cultura de la imagen instantánea han influido en la percepción de la belleza y en la demanda de procedimientos estéticos?
Las redes sociales han cambiado por completo la forma en la que vemos la belleza. El problema es que muchas veces lo que vemos en Instagram no es real. Filtros, edición y poses estratégicas pueden hacer que una imagen luzca perfecta, pero la realidad es otra.
Esto ha llevado a que muchas personas lleguen a consulta con fotos de celebridades o influencers diciendo «quiero esto». Y ahí es donde nosotros, como médicos, tenemos la responsabilidad de ser sinceros. No se trata de copiar una imagen, sino de entender qué es lo mejor para cada paciente según su anatomía y su fisionomía.
En CosMédica creemos que la belleza no está en la perfección, sino en la armonía. No buscamos cambiar a las personas, sino ayudarlas a sentirse mejor con ellas mismas, sin perder su esencia.
En la actualidad, existe un debate sobre la «naturalidad». ¿Cómo define usted la naturalidad en este contexto? ¿Cómo equilibra el deseo de los pacientes de mejorar su apariencia con la importancia de mantener un aspecto natural y armonioso?
Para mí, la naturalidad es que cuando alguien te vea, piense que te ves bien, pero no pueda decir exactamente qué te hiciste. Es mejorar sin que se note que hubo una cirugía.
La clave está en la proporción y en la armonía. No es lo mismo operar a una persona de 20 años que a una de 50, ni podemos hacer la misma cirugía en todas las personas porque cada rostro y cada cuerpo son únicos. Nuestro trabajo es guiar al paciente y explicarle qué es lo que realmente le va a quedar bien.
En CosMédica, lo primero que hacemos es escuchar al paciente y luego explicarle lo que realmente le conviene. No vendemos procedimientos, ofrecemos soluciones realistas.
La cirugía plástica a menudo tiene un componente psicológico importante. ¿Cómo aborda las expectativas de los pacientes y se asegura de que comprendan los resultados realistas que se pueden lograr?
La cirugía plástica no es solo un cambio físico, también es un proceso emocional. Por eso, en la primera consulta dedicamos el tiempo necesario para entender qué busca el paciente y, sobre todo, por qué lo quiere hacer.
Si alguien viene con expectativas irreales, es nuestra responsabilidad explicarle la realidad. Hay personas que piensan que una cirugía les cambiará la vida o solucionará sus problemas personales, y en esos casos, hay que hablar claro. No operamos a todo el que entra por la puerta; operamos a quienes realmente pueden beneficiarse de la cirugía y tienen una expectativa realista.
También explicamos muy bien el proceso postoperatorio. No todo es inmediato y la recuperación es una parte clave del resultado. A veces vemos que los pacientes se preocupan porque ven su rostro hinchado o porque la cicatriz aún no ha madurado, y ahí es donde la comunicación clara y cercana hace la diferencia.
Si incidimos en CosMédica, ¿puede describir cómo es el proceso de atención al paciente desde la primera consulta hasta el seguimiento postoperatorio?
En CosMédica no creemos en las consultas exprés ni en soluciones estándar. Cada paciente tiene su propio proceso, y así lo tratamos:
- Primera consulta: Evaluamos al paciente, hablamos sobre sus expectativas y le explicamos qué se puede lograr.
- Planificación de la cirugía: Ajustamos todos los detalles y preparamos al paciente para el procedimiento.
- Intervención: Realizamos la cirugía en un ambiente seguro y con el equipo más experimentado.
- Seguimiento postoperatorio: Acompañamos al paciente en todo el proceso de recuperación, con revisiones periódicas para asegurarnos de que todo evoluciona bien.
Lo más importante es que el paciente se sienta acompañado en cada etapa. En CosMédica no operamos y nos olvidamos del paciente; estamos ahí antes, durante y después de la cirugía.
¿Cómo visualiza el futuro de CosMédica en los próximos años? ¿Qué planes o proyectos tienen para seguir creciendo y mejorando la atención a sus pacientes?
CosMédica sigue creciendo, pero sin perder nuestra esencia. Tenemos tres sedes: en Gran Canaria, Tenerife y Málaga, y en cada una aplicamos la misma filosofía: cercanía, honestidad y calidad.
Nuestro plan es seguir formando a nuestros cirujanos con las mejores técnicas, seguir invirtiendo en tecnología que realmente aporte valor y, sobre todo, seguir escuchando a nuestros pacientes. No queremos ser la clínica más grande, sino la que ofrezca el mejor trato y los mejores resultados.
Para nosotros, la cirugía plástica no es una moda ni un capricho, es un compromiso con el bienestar del paciente. Y eso es lo que queremos seguir haciendo en los próximos años.
