El director de la Loro Parque Fundación, Javier Almunia, ha anunciado este miércoles que, de la mano de las dos universidades canarias (ULL y ULPGC) han conseguido el apoyo del Parlamento de Canarias para que, a través de una declaración institucional, se promueva la creación de un santuario de biodiversidad marina de la Macaronesia.
«Es una idea con más de 40 años que surgió cuando todavía se cazaban cetáceos en la Macaronesia», ha señalado durante el anuncio de esta propuesta, «largamente perseguida» y que tiene su origen, ha dicho, en el empuje de investigadoras como Petra Deimer, bióloga marina cuya labor de sensibilización «acabó con prácticas como la caza» y promovió la idea de crear un santuario para «proteger el valioso patrimonio de cetáceos de la Macaronesia».
En esa línea, ha agregado Almunia, han trabajado «en los últimos 32 años, intentando generar el momento, el interés político, y preservar esta riqueza de toda la región macaronésica, no solo de Canarias».
Asimismo, el director de la Loro Parque Fundación ha detallado que, «tras generar ese impulso», buscarán que además del Parlamento canario también apoyen la iniciativa el resto de parlamentos de la Macaronesia.
Así, ha abundado, se podrá intervenir «al más alto nivel» e implementar las actividades de control y protección que necesita «cualquier área marina protegida».
«Muchas zonas anuncian algo parecido desde un punto de vista del marketing pero no tienen acciones enfocadas a una protección real. El objetivo de Loro Parque Fundación es que exista una limitación de las actividades industriales en la zona, que son las más perjudiciales para los cetáceos», ha aseverado Almunia.
Ha añadido que en la Fundación ven con «satisfacción y esperanza» lo que ha calificado como un «gran paso» de soporte político a la iniciativa.
«Espero que en los próximos meses demos los pasos para que ese santuario sea una realidad lo más pronto posible», ha concluido.
Por su parte, el director del Instituto Universitario de Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria de la ULPGC (IUSA), Antonio Fernández, ha opinado que lograr el apoyo institucional para crear un santuario de biodiversidad en la Macaronesia es «pasar del blanco y negro al color».
Fernández ha llamado a reflexionar sobre qué papel debe jugar cada uno así como las instituciones políticas, docentes y científicas a la hora de proteger el entorno.
«Hay que reflexionar sobre cómo participamos en dar sentido a diagnosticar, tratar, prevenir e identificar problemas para que puedan ser resueltos en un contexto insular, archipielágico, atlántico y próximo a África, en la puerta sur de Europa», ha señalado Fernández.
También ha pedido preservar la salud de los ecosistemas «para evitar problemas en la salud animal y también en la humana, porque están interconectadas», así como «ayudar a la conservación de las especies a través de un desarrollo sostenible«.
«Un santuario de biodiversidad marina debe estar absolutamente embebido en el sistema globalizado. Necesitamos seguir sumando y, sin duda, apuntar alto, y promover sinergias con otros organismos, y en eso la universidad juega un papel esencial», ha concluido.
El papel de las universidades
Respecto al papel de las universidades, el rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Lluís Serra, ha expresado que la institución que preside «tiene la vocación clara de jugar un papel de relevancia internacional en el ámbito de la investigación científica relacionada con el cambio climático y el desarrollo de soluciones innovadoras».
Así, ha destacado el papel de institutos dependientes de la ULPGC, como el IUSA o Ecoaqua, así como los programas de investigación científica y transferencia de conocimiento que ha considerado «vitales» para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La ULPGC, en suma, ha recalcado, debe ser un espacio para la investigación y la divulgación así como la protección de nuestras especies marinas, ha expresado Serra, que ha recordado que en Canarias «la vida viene del mar y muchas de las soluciones que el planeta requiere hoy en día vienen de los océanos».
«El mar siempre ha sido sinónimo de aventura y es imprescindible para las generaciones venideras», ha concluido el rector de la ULPGC.
