CEOE Tenerife, apoya la solicitud el de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias a la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, para garantizar la exclusión del suelo agrícola de la ampliación del Malpaís de Rasca.
La misma surge a raíz de la proposición de ley que se está tramitando, por la vía de urgencia, a iniciativa de diversos grupos parlamentarios, para ampliar la superficie de esta reserva natural, de 312 a 557 hectáreas. Esta ampliación afectaría a cerca de 91 hectáreas vinculadas con la agricultura, de ahí que se solicite su exclusión.
La presidenta de Asaga, Ángela Delgado, ha requerido también apoyo a la consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, Alicia Vanoostende, para la continuidad de la actividad vitivinícola desarrollada en esta zona desde hace 15 años.
Además, la entidad agraria ha iniciado una ronda de encuentros con los grupos parlamentarios, a los que se les ha invitado a conocer in situ el valor agronómico y económico del territorio ante el temor de que la ampliación vuelva incompatible dicho uso. En dichos encuentros se manifiesta la preocupación del sector, por el futuro del suelo rústico de protección agrícola. Confían en que sirvan para alentar un cambio de postura.
Delgado, ha manifestado que lamenta que se haya presentado esta proposición con carácter de urgencia sin haber consultado previamente con el sector y confía en que el Gobierno de Canarias excluya la actividad agrícola de las limitaciones que se impondrán al uso del suelo una vez se amplíe la reserva y de la consecuente pérdida económica y de empleo. “No estamos en contra de la ampliación, pero sí de que la nueva normativa impida el normal desarrollo de la viticultura de esta zona que lleva 15 años en auge. Pelearemos hasta el final para que esto no ocurra”.
Por su parte el presidente de CEOE Tenerife Pedro Alfonso, confía en que se tenga en consideración la petición de Asaga Canarias, dado el potencial agrario del suelo que quedaría afectado por dicha ampliación y las consecuencias negativas que tendría tanto para el sector vitivinícola como para la economía y el empleo de la comarca, espera que los encuentros que han iniciado esta organización profesional agraria, permiten llegar a un diálogo constructivo donde se prime la importancia de mantener con vida esta actividad.