“Intentamos adaptarnos a lo que el mercado exige, poniendo nuestro granito de arena con la propia idiosincracia de nuestro público, que es el pueblo canario”
En Garoé son fabricantes de muebles a medida con una larga trayectoria en el mercado. ¿Cuál ha sido la evolución de esta compañía en los últimos años?
Garoé nace del mueble artesanal -que era a lo que nos dedicábamos en un principio- y muy lentamente fuimos dándonos cuenta de que realmente con la artesanía era bastante complejo competir si no nos industrializábamos. A raíz de ahí comenzamos a invertir sobre todo en procesos productivos más que en máquinas -que también-, pero la idea era mejorar estos procesos centrándonos en el mueble a medida; llevando ya unos 15 años apostado por esta transformación, incidiendo sobretodo en la digitalización.
En los últimos 15 años hemos apostado por mejorar el proceso productivo, incidiendo sobre todo en la digitalización.
¿Cómo han incidido las nuevas tecnologías en este proceso productivo del que nos habla?
Han incidido de manera muy positiva. Nosotros vimos que era muy complejo crecer en el ámbito de la industria sin digitalizar el proyecto, por ello hemos realizado inversiones dirigidas a aplicaciones que hemos desarrollado o a un software genérico que hemos comprado y adaptado a nuestra empresa.
Yo creo que tuvimos suerte, porque dimos con la tecla desde el inicio, generamos una especie de lenguaje interno, un lenguaje que para descifrarlo es bastante sencillo. Empezamos con esto hace 15 años y hemos tenido que ir adaptándolo un poco, pero siempre que hemos integrado un nuevo software o una nueva aplicación la hemos adaptado para que sea capaz de traducir lo que ya teníamos hecho.
¿En qué se inspiran para el diseño de sus productos?
Nosotros contamos con un equipo creativo compuesto por tres técnicos: una diseñadora de mobiliario de interior, una diseñadora industrial y una economista. Esta última es la que da molde a los proyectos, porque podemos inventar el proyecto más grande del mundo, pero si después no entra dentro de los parámetros económicos en los que tenemos que movernos no vale de nada.
Todo esto apoyándonos en las tendencias provenientes de Europa. Hay que tener claro que de Italia nace el 80% del estilo de los muebles. Nosotros intentamos adaptarnos a lo que el mercado exige, poniendo nuestro granito de arena con la propia idiosincracia de nuestro público, que es el pueblo canario.
¿Cuáles están siendo vuestras principales líneas de negocio?
El mobiliario de hostelería ocupa el 50% de lo que producimos y el otro 50% está dedicado al hogar, tenemos esas dos vertientes de negocio. En la parte dedicada al hogar vendemos a tiendas especializadas, aunque nosotros también tenemos un pequeño showroom en la fábrica para vender al público.
La ventaja que tiene nuestro cliente cuando nos compra a nosotros es la inmediatez. Mandamos una cocina a cualquiera de las islas y si se rompe una pieza la reposición es inmediata, algo que valoran mucho los clientes.
¿Con qué planes de expansión cuenta la compañía?
Ahora mismo estamos inmersos en culminar un proyecto que iniciamos el año pasado, en el 2022. Estamos implementando un nuevo software de producción con el que realizas el diseño, pasándolo directamente a producción, las máquinas lo traducen, te dan las piezas, los planos de montaje, los costos que asumes, el tiempo que van a tardar las máquinas e, incluso, te dan una vista real del mueble. Eso va completado con una línea de maquinaria automatizada que esperamos que entre sobre el mes de diciembre, una máquina que pedimos hace un mes, pero que al ser hecha a medida tarda bastante.
Con lo que tenemos previsto podremos aumentar la producción en un 30-40% más, por lo que la idea pasa por expandirnos en África, un mercado que tocamos muy de lejos, hemos hecho cosas, pero no todas las que podríamos. En definitiva, queremos aumentar nuestra presencia en el mercado canario con más productos y más rápido, e intentar llegar en mayor medida a África.
