El Sector de la Construcción es uno de los sectores a los que más le cuesta adaptarse al ecosiste- ma digital. Siendo, como es, un sector dinámico, trascendente para la economía y el bienestar social; que ha de bregar cada día por su rentabilidad, castigada y ajustada por ser una actividad muy madura, con continuos cambios normativos, exigencias técnicas, modernización de maquinaria, etc., sin embargo, se enfrenta a la era digital como algo ajeno a “su costumbre”, a “sus maneras”, “a su modo de ver las cosas”, “funcionando hacia dentro”. No termina de creer que, sólo a través de un proceso de transformación digital bien dirigido, podrá vencer las barreras a las que se enfrenta.
Muchas de estas barreras son “características” de un sector con complejas cadenas de valor y suministros, con dificultad de compartir información en todos los niveles, la falta de personal cualificado para afrontar los retos de la ejecución, gestión y análisis de los datos y la reducida cultura de la I+D. Por todo ello, el sector necesita de una transformación profunda desde lo cultural a lo tecnológico.
Es por esto que la organización que presido (AECP) está liderando un proceso de reconversión sectorial con el objetivo de desarrollar una marca desde parámetros de especialización, modernidad, innovación y sostenibilidad y nuestra zambullida en el cambio pasa indefectiblemente por la transformación digital del sector. Nuestra vocación: convertirnos en agentes del cambio generando una visión innovadora común.
De la mano de expertos tecnológicos hemos abordado un diagnóstico de madurez digital. Diagnosticar cuál es el estado actual en esta materia para, a continuación elaborar un plan director de digitalización personalizado a las empresas participantes en el proyecto. Un proyecto, por cierto, apoyado por la Consejería de Economía, Conocimiento y Empleo del Gobierno de Canarias, dándonos una visión muy amplia de cuál debe ser el presente y futuro en esta materia y qué objetivos y herramientas son necesarios para abordar el cambio, identificando más de 300 acciones específicas a desarrollar.
Pero el reto consiste en abordar el cambio desde el liderazgo empresarial. Nuestra organización asume el reto de “convencer”, de involucrar a los máximos dirigentes de las empresas, a aquellos que determinan su futuro tomando decisiones cada día y para ello, necesitábamos que visionaran el mundo digital desde la perspectiva del pensamiento estratégico, mediante un proceso formativo en transformación digital para directivos. De lo contrario, cualquier intento sería en balde. La formación es clave y es muy satisfactorio comprobar cómo, cada día que pasa, cada día en que el conocimiento hace mella en nosotros, se nos abren las expectativas, la ilusión de un nuevo descubrimiento, la determinación de andar ese camino, convencidos de la evolución.
La rapidez con que lo digital nos arrolla enmascara su inevitable implantación. Apenas percibimos cómo se hace sigilosamente presente en nuestras vidas, tornándose en imprescindible, venciendo las resistencias y dando satisfacción a sus “agentes”. Pronto, estaremos solos ante una realidad que nos expulsará del mercado si no le ponemos remedio.
La pandemia puso de manifiesto que quienes estaban mejor preparados para la continuidad y adaptación de sus empresas fueron aquellos que habían apostado por la tecnología y la digitalización. Digitalizarse significa visión, capacidad estratégica, supervivencia, competitividad, eficiencia.
Pero la digitalización de nuestra actividad no es sólo un objetivo sectorial/empresarial. El impacto positivo en las empresas, el nuevo modelo organizacional, la investigación y el desarrollo de nuevos procesos constructivos que abaraten costes de producción y mejoren su calidad y comportamiento, con materiales más resilientes y sostenibles generará un impacto socioeconómico y medioambiental irrefutable.
La industrialización, la impresión 3D en hormigón, asociada a la robótica (experiencias reales por la empresa canaria “Evocons”), son ya una realidad. Eso significa que la innovación y la investigación son realidades materializables en nuestra misión estratégica hacia la digitalización.
Una de las principales características de la construcción industrializada es la agilidad de los procesos el conocimiento previo de costes y tiempo, la reducción de riesgos en obra, el control de residuos, la sostenibilidad y eficiencia energética, entre otras muchas.
Es por esto que contamos con una Oficina Técnica de Digitalización que ofrece servicios de consultoría tecnológica y asesoramiento técnico para facilitar la implantación de los Planes Directores de Transformación Digital de las empresas del sector. Nuestras empresas tendrán a su disposición profesionales tecnológicos que las acompañarán durante el proceso, haciéndoles sentir seguras en su travesía hacia la transformación digital.
La puesta en marcha de nuestro HUB DE INNOVACIÓN acelerará los proyectos que están en un estado más avanzado y de este modo fomentaremos la innovación y creación de nuevas iniciativas, especialmente focalizadas en Realidad Virtual, Realidad Aumentada y Realidad Mixta con experiencias inmersivas.
No cejaremos en nuestro empeño. La transformación digital del Sector de la Construcción no puede ser abordada con carácter voluntarista, ni incumbe únicamente a nuestra actividad. Siendo como somos elementos vertebradores desde el punto de vista económico y social, esta tarea ha de ser abordada a través de un Plan estratégico gubernamental y específico para nuestro sector, que contemple de manera integral todas las variables:infraestructuras eficientes, edificios digitalizados, materiales con memoria capaces de responder a estímulos externos, edificios con enfoque verde, viviendas de arquitectura híbrida y más asequibles, impresión tres D robotizada, BIN, etc.
Y, por otro lado, acompañado de un Plan Complementario de Formación que complemente a las acciones que ya llevamos a cabo a través de nuestra Fundación Laboral de la Construcción con la complicidad y acompañamiento del Servicio Canario de Empleo. Hemos de intensificar las las competencias digitales de nuestros recursos humanos.
Empecé diciendo que nuestro sector es al que más cuesta adaptarse al ecosistema digital; quiero terminar diciendo que, transcurridos dos años del inicio de esta aventura, y a pesar de las dificultades, no ha disminuido un ápice nuestra determinación. Recorrer la travesía está siendo toda una aventura. Gracias a todos/as los que nos acompañan. Cuidado futuro, vamos en tu busca.
