El sector audiovisual es un sector que sufrió mucho las consecuencias de la crisis provocada por la pandemia, convirtiéndose así en un momento muy duro para el mismo. Actualmente, ¿vuelve a estar el sector en alza?
Sí. El año 2020 fue desastroso para nosotros y para mucha gente. Yo me quedé solo en la empresa con todos los empleados en ERTE. A fecha de hoy ya hemos remontado y estamos en cifras anteriores a la pandemia, con mucho trabajo y ganas de trabajar.
¿Es un sector en auge?
Nosotros nos dedicamos a los audiovisuales y estamos especializados en educación. Nuestro negocio principal se basa en digitalizar y crear espacios multimedia para centros educativos. Es un negocio que está totalmente en auge y sí, estamos ahora en un momento muy bueno, porque hay unos cambios muy grandes en cuanto a la dinámica y la forma de enseñar.
¿Se apuesta por la digitalización cada vez más en los centros de Canarias? ¿Apuesta más la enseñanza pública o la privada? Háblenos del contexto.
En el sector se está invirtiendo mucho dinero que proviene de Europa. Este dinero la Consejería de Educación lo aprovecha haciendo hincapié en obras en los centros educativos. Estamos ahora mismo inmersos en un gran proyecto instalando más de 3.000 pantallas de 75” en todos los centros de Canarias.
En lo que se refiere al sector privado y concertado, también está apostando, a pesar de la crisis que les afectó en el año 2020. No obstante, si ponemos la situación en una balanza, ésta se inclina más hacia el público. Sin dudas, la educación pública está haciendo una gran apuesta por la digitalización.
Se ha considerado por años que las mejores novedades tecnológicas se ubican en los centros privados y frente a eso parece que el sector público está haciendo un esfuerzo muy importante por tener aulas y formación de primer nivel, aprovechando los fondos llegados de Europa…
Sí, así es. Hubo un tiempo, anterior al año 2020, en el cual el sector privado tenía mejores dotaciones tecnológicas en sus aulas. Hay excepciones en Canarias, en las que centros privados son punteros en este sentido, pero bien es cierto que el ámbito privado está a la cola con respecto al público en lo que a inversión se refiere.
Dentro de todos los servicios que ofrecen a los centros educativos, ¿cuáles están destacando frente al resto? ¿Qué demandan los centros?
El concepto de educación ha cambiado. Yo llevo con la empresa en torno a 20 años, en estos 20 años he vivido la trayectoria desde el principio. Cuando yo iba predicando con las primeras pizarras digitales hace unos 19 años la gente lo veía como algo que no podía existir en los colegios, como que la tiza, el libro y el cuaderno iban a existir toda la vida. Este cambio se ha ido introduciendo en los colegios y, de hecho, hay centros que ya no trabajan con papel, todo está digitalizado y trabajan en la nube.
Últimamente, se han puesto de moda los denominados espacios colaborativos, que son aulas donde dentro de la misma, además de tener una pizarra digital o una pantalla multitáctil, tienen una impresora 3D, un escáner, robótica, un escenario para la creación de contenido, radio…
Hablamos de máxima calidad de los productos y servicios que ustedes distribuyen, sobre todo teniendo en cuenta que en educación no se puede arriesgar con equipos de baja calidad.
Siempre defendemos la filosofía de la máxima calidad, porque hay mucha gente que se mueve en torno al precio y este es un gran problema en el sector de la educación donde las herramientas tienen que durar bastante. Hay gente que quiere poner su pantalla en un soporte con ruedas, porque la quiere compartir con varias aulas y se piensan que un soporte que cuesta 30 euros les puede valer para lo comentado.
Nosotros defendemos, en primera instancia, la seguridad del profesorado y los alumnos, y segundo, la durabilidad y la eficacia de lo que suministramos.
No solo es suministrar el producto, sino que también aportan atención post servicio…
Sí. Nosotros tenemos una plantilla en Tenerife, una delegación en Gran Canaria y colaboradores en el resto de las islas. En Tenerife, que es donde se ubica nuestra central, tenemos un servicio técnico propio desde el que damos asistencia al producto que vendemos y que está respaldado por el fabricante. En este sentido, reparamos in situ, aquí en Tenerife. Damos el servicio completo al cliente, porque entendemos que no se puede quedar un aula sin las herramientas pertinentes.
¿Han sufrido problemas de desabastecimiento de ciertos componentes?
Sí. Hay fabricantes dentro del campo de la educación, cuyos productos tardan muchísimo en ser servidos, porque ellos tienen problemas, sobre todo en el ámbito de la videoproyección, donde hay carencias en com- ponentes del equipo sumamente necesarios.
¿Cómo nació el grupo y cómo ha ido evolucionando?
Yo llevo 38 años dedicándome al sector audiovisual y casi 20 años como empresario. Los comienzos fueron humildes y duros, pero actualmente ya contamos con un almacén de 400 metros, con perspectivas de contar con un edificio y centralizar la actividad.
El campo en el que nos movemos -la educación- ha sido más duro que otros. Yo siempre digo que la gente es “tecnofóbica”, el profesor tiene miedo a cambiar su hábito de clase, porque lleva toda la vida con un método que aprendió y no quiere salir de él y evolucionar. Ya parece que no tanto, gracias a las generaciones de profesores que están surgiendo en la actualidad, pero a mí me ha costado mucho avanzar en el sector.
¿Cuáles son los objetivos y proyectos que tienen en el horizonte?
Ahora mismo estamos terminando este megaproyecto del Gobierno de Canarias, digitalizando 3.005 aulas.
A su vez, tenemos otro proyecto de una entrega y suministro de unas 300 impresoras 3D. En la misma línea, estamos inmersos en proyectos con aulas de adultos, así como con la universidad, que también es importante, estamos digitalizando diferentes facultades.
El concepto de universidad es diferente, porque el tamaño del aula es abismal, son aulas de más de 100 adultos y se requiere de una megaproyección para que funcione. Hasta ahora en la universidad la proyección era muy pequeña, la persona que se sentaba al fondo no veía, pero ese concepto está cambiando y estamos haciendo paredes interactivas.
