¿Qué labor desempeña el Colegio Oficial de Psicología de Santa Cruz de Tenerife?
La labor principal del Colegio Oficial de Psicología de Santa Cruz de Tenerife es la de velar por la buena praxis en la profesión, algo que incluye tratar de evitar el intrusismo. Además, desde el COP reivindicamos que todos nuestros profesionales de la psicología estén presentes en todos los ámbitos de actuación.
Haciendo honor a nuestra responsabilidad social, en los últimos años nos hemos adaptado a las necesidades de la población desempeñando funciones que consideramos una necesidad. Esto es, el desarrollo de acciones y proyectos allí donde las Administraciones no llegan. Desde cobertura en la pandemia, en emergencias hasta el apoyo a las personas sin recursos.
¿Cree que es suficiente, o justo, el reconocimiento social y/o administrativo de la profesión?
El reconocimiento social y/o administrativo de la profesión sigue siendo injusto. A pesar de la creciente necesidad de contar con presencia de psicólogos en distintos ámbitos, desde el Colegio seguimos luchando para que eso se convierta en una realidad.
Debido a la creciente demanda y a los cada vez más comunes problemas de salud mental, nos encontramos en un momento de apogeo de la profesión. Sin embargo, vemos como en muchos casos las intervenciones o proyectos que se desarrollan en este sentido siguen siendo mediocres. La intervención psicológica solo debe ser posible a través de profesionales colegiados. No podemos continuar poniendo parches y dando potestad y responsabilidad a otros profesionales que no tienen las competencias óptimas para cubrir las necesidades que se están dando ahora mismo en la sociedad.
La psicología es una ciencia fundamental para el bienestar individual y social. No obstante, son pocos los profesionales que atienden a través de la sanidad pública. ¿Es esta una de las reivindicaciones del Colegio?
Efectivamente, una de las principales reivindicaciones del Colegio es que todos los psicólogos y psicólogas puedan estar presentes en los centros de salud. Creemos que para los ciudadanos debe ser un derecho poder elegir que un profesional de la psicología los atienda en el caso de que presenten algún problema psicológico.
Gracias a nuestras reivindicaciones, recientemente se ha iniciado un proyecto piloto en el que se han incluido los primeros profesionales de la psicología en determinados centros de salud. Una inclusión que está dando muy buenos resultados, por lo que esperamos que esto no quede en un proyecto de prueba y se extienda, convirtiéndose así en un derecho concedido a toda la población.
¿Qué otras reivindicaciones le gustarían resaltar?
Actualmente estamos trabajando en muchas líneas de acción. Una de las principales tiene que ver con los suicidios. Necesitamos que se elabore un plan de prevención de suicidios adaptado a la realidad, no un plan utópico que ni siquiera cuenta con una ficha presupuestaria.
También nos gustaría reivindicar la necesaria figura del psicólogo educativo en los colegios. Los niños y niñas necesitan tener una atención psicológica especializada en los colegios. Las cifras hablan por sí solas y los problemas de salud mental cada vez empiezan antes.
Por otro lado, también reclamamos la figura del psicólogo deportivo, tan necesaria en el mundo del deporte, donde no se puede separar el cuerpo de la mente. Para los grandes deportistas no solo es necesario contar con preparadores físicos y/o fisoterapeutas, también necesitan de intervenciones psicológicas que los lleven al estado de mejor rendimiento posible.
El psicólogo social también es fundamental. Con las nuevas modificaciones de la Ley de Servicios Sociales, el psicólogo ha pasado a estar en una cartera de servicios y no a posicionarse como figura de referencia, como era antes. El psicólogo de intervención social juega un papel fundamental en los servicios sociales de los ayuntamientos.
En conclusión, reivindicamos la figura del psicólogo en todos los ámbitos: en los servicios de oncología, en las empresas, en las emergencias… La inclusión de los profesionales de la psicología en los diferentes ámbitos de la sociedad no es una opción, es una necesidad.
¿Existe intrusismo en la profesión?
Por supuesto, existe intrusismo en nuestra profesión y ahora más que nunca. Por desgracia, son las propias Administraciones las que en muchas veces fomentan el intrusismo, contratando a personas que, si bien pueden ser buenos oradores, no cuentan ni con la formación ni con el currículum adecuado para estar en los lugares donde los contratan.
Desde el Colegio, vamos a continuar insistiendo en que la inclusión de nuestros profesionales colegiados se haga realidad. No vamos a permitir que se siga usurpando el papel del psicólogo con la contratación de personal con perfiles que nada tienen que ver con el desempeño de nuestras funciones.
En materia de formación, ¿en qué inciden?
En materia de formación tratamos de dotar a nuestros profesionales de todas las herramientas que les ayuden a tratar las nece- sidades que vamos detectando en la sociedad. Creemos que la formación siempre debe ser muy práctica y estar al servicio de las necesidades que van surgiendo.
¿Cómo prevén el futuro de la profesión? ¿Qué pasos les gustaría que se dieran para que la ciudadanía pueda optar a una mejor atención psicológica?
Creo que la realidad que estamos viviendo en cuanto a los temas de salud mental pronostica un buen futuro para nuestra profesión. La población tiene muchas necesidades a nivel psicológico que deben ser cubiertas o atendidas por profesionales de la psicología. No todo lo que tratamos son patologías. Hay estrategias de las que podemos dotar a las personas para que vivan mejor y para que gocen de un bienestar psicológico. Es importante que todos interioricemos que el psicólogo no solo está para los problemas, sino también para la prevención y la salud.
Desde el Colegio hemos trabajado este año de elecciones por ofrecer a todos los grupos políticos una lista de propuestas que les sirviera como guía a la hora de elaborar proyectos relacionados con nuestra materia. Además, no solo lo hacíamos con la inten- ción de guiarlos, sino también como medio para reivindicar las ayudas y proyectos tan necesarios para la sociedad general como para nuestros profesionales.
Como ya hemos comentado, el primer paso que se debería dar es que las Administraciones públicas establezcan medidas presupuestarias dirigidas a la atención de salud mental en colegios, centros de salud, ayuntamientos, empresas, etc.
No es necesario continuar inventando nuevas figuras que acaban desvirtuando la profesión del psicólogo. Lo que necesitamos es que se nos dé voz y se nos ayude a llegar al mayor número posible de ámbitos de actuación.