¿A qué retos se enfrenta el trabajador social de los tiempos actuales?
El trabajo social se enfrenta a abrir nuevas vías y espacios de intervención. Las situaciones de crisis como las que vivimos en el 2008, el 2012 o la pandemia han puesto sobre la mesa la necesidad de que los trabajadores sociales estemos en muchos espacios donde hasta entonces no se nos contemplaba. Estos espacios también tienen que ver con los cambios en la normativa, como son las normativas estatales de protección a las víctimas o el cambio de medidas judiciales de apoyo a las personas con discapacidad; son campos donde la visión social no se tenía lo suficientemente en cuenta, pero ahora se pone sobre la mesa la importancia de la perspectiva social de esos procedimientos.
Es decir que, tras lo acontecido, se ha puesto en valor la aportación que hace el trabajador social a la sociedad.
Sí. Por ejemplo, en algunas áreas del ámbito de la salud no se nos consideraba un profesional con relevancia y la pandemia puso de manifiesto que no solo era necesaria tener una cobertura puramente clínica, sino que se tenía que tener en cuenta la ayuda a personas que contaban con determinadas patologías y con circunstancias sociales considerables que le afectaban. En la situación de pandemia donde, además, estaban doblemente aislados o donde hubo un alto índice de pérdida de empleo la parte social cobraba un valor importante. Por ello, en el ámbito sanitario hemos crecido exponencialmente en los últimos años, es el segundo espacio más importante de la intervención del trabajo social.
A pesar del crecimiento del que nos habla, ¿siguen escaseando trabajadores sociales en determinados ámbitos?
Sí. Siguen escaseando si queremos desarrollar un trabajo social de calidad. Lo que no podemos es tener a trabajadores sociales haciendo intervención con 80 expedientes. Un trabajador social cuando hace una intervención puede estar una mañana con una persona, porque la intervención puede pasar por acompañar a esa persona a un supermercado a adquirir habilidades en la economía doméstica, a la gestión con una entidad bancaria o a aprender a hacer una entrevista para el acceso al empleo, lo cual no conlleva media hora. Necesitamos que los ratios sean los adecuados y, efectivamente, hacen falta más profesionales.
También juegan un papel fundamental dentro de las empresas, ¿no es así?
Sí. Es uno de los campos en los que se está apreciando nuestra importancia. La incorporación de los trabajadores sociales a medianas y grandes empresas facilita la relación de los empresarios con los trabajadores. Todo ello tras promover un plan de conciliación con los trabajadores para que ir a trabajar no sea monótono y se puedan valorar determinados aspectos dentro de las entidades que hagan que el trabajador sienta que ese espacio también le pertenece.
Para finalizar, ¿qué reivindican desde este Colegio?
Fundamentalmente, reivindicamos que el trabajo social se promueva desde el ámbito público. Somos un derecho del ciudadano, formamos parte de los pilares del bienestar, los cuales no pueden tener una perspectiva que no venga desde la atención pública.
Con lo cual, la principal defensa del Colegio siempre va a ser que el apoyo y el acompañamiento a la población se haga desde el ámbito público.