La Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, tutelada por Raúl García Brink, ha impuesto entre enero y julio de este 2023 un total de 120 sanciones por transitar y por acampar en lugares no permitidos de la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas. Esta cifra multiplica por seis el número de expedientes sancionadores que se instruyeron a lo largo de todo 2022, cuando se registró un total de 20, y duplica, asimismo, los 60 abiertos en 2021.
Las sanciones están motivadas por la afección a un espacio protegido con un nivel de protección de los más elevados de la normativa medioambiental, ya que se produce un daño al ecosistema dunar. De ahí que la mayoría de las sanciones sea de 150 euros, por incumplir las normas que son que están perfectamente claras en los distintos puntos de información y señalizaciones. Las personas infractoras pueden reducir el importe de la sanción si pagan anticipadamente, lo que les permite rebajar un 20% la sanción. Asimismo, se han impuesto sanciones superiores a empresas del sector audiovisual (fotografía, vídeos…) que se internan en las zonas no autorizadas para realizar sus trabajos.
Raúl García Brink destaca cómo esta actividad «ha experimentado un repunte muy importante en 2023, cuando se han superado ampliamente los datos recogidos en los años anteriores, posiblemente debido a la pandemia». Así, incidió en que, en aras de continuar mejorando las labores de control de la Reserva, está previsto incrementar el número de efectivos que desempeñan esa tarea, que actualmente es un equipo de cuatro agentes de Medio Ambiente, incorporados en 2020, así como el uso de dispositivos tecnológicos para poder controlar la amplia superficie de la Reserva, declarada como espacio protegido en 1987 y 1994, con el uso de drones y equipos tecnológicos de detección.
En este sentido, el consejero recordó que, al finalizar el mandato anterior, la Corporación insular consiguió 5,5 millones de euros de los fondos ‘Next Generation’ de la Unión Europea, para el proyecto ‘Impulsa Maspalomas’, liderado por el Consejo Insular de la Energía (CIEGC) y cuyo objetivo es mejorar la capacidad de resiliencia de esta zona turística en el corto y medio plazo, principalmente a través de la puesta en valor del patrimonio natural y de las Dunas como eje vertebrador, así como garantizar su protección y vigilancia.
Sostiene García Brink que, dentro del eje programático de transición digital de esta iniciativa, se incluyen varias acciones en las que está previsto invertir un millón de euros, dirigidas a garantizar la vigilancia y la protección de la Reserva. En concreto, se trata del desarrollo del plan ‘Sensórica del destino’, al que se dedican 450.000 euros y que implica desplegar una red de sensores antrópicos, climáticos y ambientales, que permitirá medir cuántos viandantes circulan por los caminos de las Dunas y su capacidad de carga. «Se trata de utilizar las nuevas tecnologías para disponer así de un conocimiento exacto del flujo de personas que confluyen en este paraje», puntualizó el consejero.
Igualmente, se destinan 100.000 euros a la instalación de pantallas de información led en las zonas aledañas al enclave que presentan mayor afluencia de turistas, a quienes se facilitarán datos sobre la Reserva Natural, sus valores y las normas de comportamiento a seguir en la misma en diferentes idiomas. Y a todo ello hay que sumar los nuevos elementos de señalización y puntos de información turística inteligente, que tienen un presupuesto de 450.000 euros y que mejorarán la señalética del enclave.
En esta misma línea de sensibilización, García Brink subrayó que el Cabildo ya ha mantenido una primera toma de contacto con las organizaciones turísticas, con objeto de poner en marcha una campaña que se diseñará en el último trimestre de este año y que se lanzará en 2024, para la concienciación y sensibilización de toda la población grancanaria y de quienes visitan la Isla. «Desde la Consejería de Medio Ambiente, vamos a dedicar una parte de ese presupuesto a la puesta en valor de la Reserva Natural, de sus valores paisajísticos y ambientales, e intentar concienciar sobre cuál debe ser la conducta de esa zona, y todo ello en total coordinación con el sector, para que nos indiquen los mejores canales para poder llegar a las y a los turistas», concluyó.