No recuerdo haber tenido otro agosto como el de 2023. Al menos en cuanto a mi edad adulta se refiere.
El último agosto con mucho movimiento lo recuerdo con mis dieciocho años recién cumplidos, la selectividad aprobada y mi plaza en la facultad de derecho confirmada. Aquel lejano verano fue movido en cuanto a otra situación, eventos, aventuras, desventuras, emociones, experiencias, apertura a la siguiente fase vital.
Escribo este artículo desde mi refugio en Tacoronte. Ayer por la noche llovió, dejé las ventanas abiertas para escuchar la lluvia y el olor a madera quemada apareció en mi casa. Escribo esta columna escuchando como todavía pasan hidroaviones volando.
Hace menos de diez días comenzó el incendio más destructivo en Tenerife en los últimos cuarenta años, según dicen las crónicas periodísticas. El año pasado provocaron un incendio bastante grave en la zona alta de Los Realejos y las gentes del lugar y, en particular, el hijo de uno de los guardas históricos del monte nos explicaba a un grupo, entre el que me encontraba, lo que consideraba era una cosa gravísima. Nos explicó que era grave porque era la primera vez que un incendio entraba desde esa zona al valle desde hacía muchos años, no recuerdo los años exactos que nos dijo. Su explicación, que expuso en la Televisión Canaria, fue sencilla. La explicación pivotaba en varios conceptos: han repoblado los cortafuegos que su padre y otros muchos ayudaron a crear y mantener; no ayudan al agricultor a cultivar la tierra ni al ganadero a subir con el ganado al monte y casi por cada cosa que un agricultor intenta, le imponen multas y sanciones.
Para mi sorpresa, esa misma reflexión la hizo en una entrevista en los informativos de Televisión Canaria, el exconsejero de Agricultura y Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife, don Wladimiro Rodríguez Brito. Él no me recordará, pero yo sí lo recuerdo a él. Al tiempo de aterrizar emigrado en esta isla, comencé a colaborar con alguna organización profesional agraria como asesor jurídico, (esa es otra historia), y recuerdo reuniones, cafés con él, en los cuales nos explicaba la importancia del agricultor como pilar fundamental en la defensa de nuestros bosques. Es la primera barrera, es la primera “cuadrilla” porque no hay nadie más interesado que un agricultor en el cuidado del medio ambiente porque “vive” de él. Permitir al agricultor a recoger pinocha, a llevar a los animales al monte para que coman gratuitamente mientras limpian los montes es la mejor medida de prevención. Una agricultora con una explotación de ajos nos explicaba como la administración pública le imponía tantas incomodidades burocráticas que desistió de recoger pinocha y compraba otro tipo de insumos con gran coste para el producto. Sus razones: estaba cansada, aburrida y se arriesgaba a una multa por hacer algo que hizo con sus padres y abuelos y que ahora podría estar prohibido.
Vosotros sois jóvenes y no os acordaréis del incendio de Masca, Buenavista del Norte, Tenerife. Creo recordar que el año 2007. Mis recuerdos de aquella época son ya lejanos pero duros. Era insultantemente joven. Vivía en la Isla Baja (lo sigo haciendo) y recuerdo la desazón, miedo y pánico de la gente que sabía, pero no asumía, de la perdida de sus casas, de sus recuerdos, de sus animales. Fue un incendio pequeño en tamaño, en relación con el sucedido este mes, pero fue un incendio duro porque gente a quien conocía o familiares de gente a quien conocía lo perdieron todo. El denominador común es que muchas de aquellas quejas eran similares a las expresadas ahora. Parece que poco ha cambiado.
Este agosto ha sido muy movido en lo político y en lo deportivo. Ya casi no se puede diferenciar lo que es una cuestión política de una deportiva. Ya casi no se puede diferenciar lo que es una cuestión política de una cultural. Ya casi no se puede diferenciar una cuestión política de una cuestión familiar. Todo esto es aterrador.
Escribo la columna el día veintiséis, un día después de la rueda de prensa de Rubiales. Unos días después de que la selección española de futbol femenina haya sido campeona del mundo. Un día después de que María Pérez y Álvaro Martín hayan sido dobles campeones del mundo. En dos modalidades. ¡Algo histórico! Una de las polémicas del mes fue sobre los salarios de los futbolistas femeninas y masculinos, sobre su relevancia pública, su relevancia mediática -razonable y lógico desde su punto de vista- pero la reivindicación no se extiende a otros deportes. ¿Es más importante un campeonato de mundo logrado por una federada en futbol que por una federada en atletismo?, ¿Es igual de importante un doble campeonato del mundo en atletismo que un campeonato del mundo por equipos en futbol? En la facultad nos enseñaron -o, al menos, fue como lo aprendí yo- que las cosas iguales deben tener tratamientos iguales y las cosas desiguales tratamientos desiguales porque, de otro modo, no habría igualdad. Si miramos al mundo cercano que nos rodea, no nos vamos a comparar con China o con Camerún, que existe un nuevo paradigma que se proyecta en un nuevo concepto de igualdad. El concepto del manierismo del SXV podríamos trasladarlo en relación a la igualdad a la “maniera” en que determinados medios enfocan de manera libre, subjetiva, inestable, con desproporcionalidad, tendiendo a la exageración. Hoy no hay comparación entre cosas iguales, no ha proporcionalidad, solo exageración. Luego sucedió el beso, o no beso. Esto si fue, es y será una bomba y no el trabajo de Oppenheimer, muy de moda también, que se hubiera quedado en un petardo pequeño, una respuesta los llaman en la Isla Baja, lanzada por un niño menudo en una fiesta de barrio.
Este agosto ha sido muy movido en lo político y en lo deportivo. Lo que hacen nuestros políticos a veces parece deporte. Ahora están en una media maratón hasta el día veintiséis de septiembre. ¿Será Feijóo el elegido? No tengo una conciencia política muy arraigada en mí.
Reconozco que me resulta una diversión un tanto fugaz en tanto que el interés dura mientras maquinan. Una vez que es resuelta la trama de la conspiración electiva (que es lo que son las negociaciones) pierdo el interés porque tengo la convicción personal, que muchas veces la convierto en certeza, de que nos toman por tontos. Lo peor es que considero que tienen razón. Lo somos. La liga del Parlamento está muy entretenida con el Madrid y el Barça que necesitan refuerzos de equipos de la Uefa League pero promesas de fichajes anteriores incumplidos o promesas incumplidas a modo de palancas no activadas hacen muy complicado hacer un equipo ya no competitivo sino completar la convocatoria. Tengo claro que nada de lo que sucede, parece que puede suceder o pueda suceder va a acabar bien para los de siempre, nosotros.
Recuerdo una expresión que será muy conocida por todos y que en mi colegio se utilizaba muy a menudo justo antes de un castigo para toda la clase: “vais a pagar justos por pecadores”. El refranero popular español es sabio.