La Asociación Tierra Bonita exige una disculpa pública del compositor tinerfeño Gustavo Díaz-Jerez por sus manifestaciones en las que describe la erupción volcánica de Cumbre Vieja en 2021 como “una montaña rusa de emociones”, equiparando esta catástrofe que ha dejado a miles de personas afectadas con una diversión propia de un parque de atracciones.
Este pianista ha convertido en música el ruido causado por la erupción en una pieza llamada Tajogaite, estrenada en el Festival de Música de Canarias e interpretada por la London Philharmonic Orchestra en Gran Canaria y Tenerife.
Tierra Bonita sostiene que “una manera de enmendar su error sería disculparse, porque sus explicaciones sobre la motivación de esta obra y cómo quiere que la entendamos son, cuanto menos, desafortunadas y ofensivas hacia la población damnificada a la que en ningún momento alude, sino al fenómeno geológico”.
El autor de esta obra comenta que para ello se ha basado en una grabación realizada muy cerca del cráter, en la que se oye el estruendo de los gases saliendo de la lava y que encontró en el Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN).
“La idea es como que la gente esté al pie del volcán, de esos ríos de lava y de todos los gases… Una montaña rusa de emociones, paisajes de una belleza extraña”, ha afirmado el músico entrevistado en la TVC. Pero, para la asociación Tierra Bonita, “el volcán de Cumbre Vieja es una montaña que dista mucho de parecerse a una montaña rusa de emociones y quizás conviene recordar a este músico que durante los 85 días y 8 horas miles de personas vivieron aterradas con la incertidumbre sobre sus propiedades, tras tener que huir porque no hubo evacuación previa, y salir con lo puesto para nunca más volver a sus hogares abandonando no solo todas sus pertenencias sino también a sus animales”.
Y sobre la afirmación del músico que elogia esos “paisajes de belleza extraña”, la asociación opina que “no hay belleza posible en las desgarradoras imágenes que muestran la pérdida, el desarraigo, el dolor y la incertidumbre”.
“¿Qué nos propone el creador de la obra: que el público se deleite con el rugido del volcán? Sus declaraciones públicas solo nos invitan a contemplar el fenómeno geológico como un espectáculo, sin ninguna mención al sufrimiento humano, a la catástrofe que produjo el volcán”, reitera Tierra Bonita
Expone este colectivo ciudadano, del que forman parte personas damnificadas, que “es posible que una de las más importantes representaciones artísticas del dolor sea el Guernica de Picasso, pero a diferencia de esta obra musical, la pintura rinde homenaje a las víctimas”, por lo que, salvando las obvias distancias entre ambos hechos, en esta composición musical parece suceder lo contrario, porque se le da protagonismo al volcán, como si se compusiera música con el ruido de las bombas invisibilizando a las víctimas indefensas”
Tierra Bonita se ha decidido a hacer público este comunicado para “mover a la reflexión sobre la empatía hacia las personas damnificadas y hacia el respeto por sus sentimientos, por todo lo que han sufrido”. Y enfatiza que “la mejor melodía que puede ofrecer el volcán, si no se inspira o tiene en cuenta también el dolor humano causado, es el silencio”.
La asociación concluye con una petición: que los aplausos que resuenen tras el estreno de la obra Tajogaite en los auditorios donde esa obra se interpreta, “deberían ser para todos los palmeros que sufrieron, sufren y continuarán sufriendo hasta que puedan retomar y reconstruir sus vidas de la mejor manera posible, ya que esto sería lo propio de una sociedad empática y sensible”.
