¿Cuál es el objetivo de la Fundación Canaria Correíllo La Palma? ¿Cuál es vuestra misión?
El objetivo de la fundación principalmente es la restauración del Correíllo de La Palma y ponerlo en valor para la sociedad.
Es un barco de una importancia patrimonial histórica muy importante. Es el único que queda ahora mismo de toda una época de líneas interinsulares de vapores en las islas y único con estas características en España. Se trata de un barco de vapor con maquina alternativa de triple expansión con construcción de acero remachado, muy similar al Titanic.
Es una joya de la navegación, durante un siglo estuvo uniendo todas las islas, junto a sus gemelos. El Correillo de La Palma se construyó en 1911, junto con los gemelos el Viera y Clavijo y el León y Castillo y tres más pequeños, el Lanzarote, Fuerteventura y Gomera – El Hierro. Juntos formaban un enjambre de relación entre todas las Islas Canarias y Rio de Oro, que en su día era colonia española en el Sahara.
Estaban vinculados totalmente a la sociedad. Transportaban mercancías, pasajeros y correspondencia principalmente. Gracias a esta última se consiguió las subastas de las líneas de vapores, la cual era la continuidad de otras subastas que se hicieron desde 1888 y que fueron adjudicas a la misma compañía que era filial de la Elder Dempster & Co, la cual se llamaba “Compañía de Vapores Interinsulares Canarios”. Así estuvieron hasta 1930, donde los barcos pasaron a la compañía “Transmediterránea” y donde estuvieron navegando hasta 1976.
Los gemelos Viera y Clavijo y León y Castillo duraron un poco más, hasta los principios de los ochenta. El León y Castillo fue desguazado en Las Palmas y el Viera y Clavijo se lo llevaron a Holanda para intentar hacer un museo flotante, aunque años después lo desguazaron y sacaron las piezas más importantes de la máquina y se expusieron en un museo en una ciudad holandesa. Hoy en día se conservan dichas piezas del barco.
Y en La Palma tuvimos la suerte de que la Familia Flick, en 1976, adquiriera a precio de chatarra el Correillo de La Palma, el cual lo tuvo 10 años en el muelle deportivo de Las Palmas con la intención de hacer un club de mar, un museo, etc. Aquello fracaso y sobre 1986 lo llevaron a Tenerife y a partir de ahí comienza otra nueva historia.
Como bien comenta, el Correillo de La Palma tiene una importancia como atractivo cultural y turístico en toda España. ¿Qué acciones se están llevando a cabo para conocer los valores históricos y patrimoniales del buque?
Muchísimas. Nosotros llevamos casi 28 años con el proyecto de restauración del barco. Hemos realizado muchísimas actividades, sobre todo de divulgación, visitas al barco, charlas y conferencias en distintos lugares, actividades culturales a bordo, etc.
El problema que hemos tenido es que no hemos podido terminar la restauración del barco. Los fondos para la completa restauración del barco no han llegado. Nos cogió al principio del proceso de restauración la crisis del 2008 y durante 10 años estuvo totalmente paralizado hasta 2018 que se volvió a iniciar tímidamente la restauración a bordo. Posteriormente vino el Covid y tuvimos otro parón. Ahora hemos empezado otra vez, poco a poco, pero parece que sí que existe una reactivación y que la situación económica nos permite continuar con el proceso.
Hemos hecho la última obra más importante hasta la fecha que se trata del cierre del puente de navegación y la cubierta. Es fundamental para nosotros ya que hemos podido cerrar toda la super estructura y podemos empezar a actuar en el interior.
En cuento a la divulgación, es muy importante la exposición que tenemos actualmente y que va a estar hasta octubre que se llama “El humo del progreso”. Es un trabajo de colaboración entre el Museo Muna y la Fundación Correillo La Palma, patrocinada desde Puertos del Estado y Cabildo de Tenerife. Pienso que es una recopilación bastante completa que invito a que la visiten, donde se hace un recorrido completo a todo lo que es la historia del barco. “El humo del progreso” resalta la importancia del vapor en las comunicaciones. Fue un salto muy grande, el dejar atrás las navegaciones a vela y la incertidumbre que eso generaba en las llegadas, sometidos a los vientos, a una navegación regular interinsular que conectaba a todas las islas, el cual permitió un desarrollo comercial.
Las crónicas de la época hablaban de que estas líneas interinsulares traían la felicidad y bienestar porque efectivamente fueron las primeras conexiones en todas las islas entre sí.
Pero no solo fue eso, los correillos a parte, conectaban todos los acontecimientos que tenían importancia, como los viajes extraordinarios que realizaba desde Santa Cruz de Tenerife hasta Candelaria para llevar a los peregrinos a la fiesta de la patrona. Por lo tanto, estaban totalmente conectados con la sociedad.
Las navegaciones por aquel entonces eran con veleros, pero la llegada de las líneas regulares fue un salto abismal en la navegación. Se consideraban líneas más modernas para la época. Si hoy las comparamos con los fast ferrys o las embarcaciones de alta velocidad, evidentemente estos barcos se han quedado desfazados, pero creemos que esa es una de las funciones principales de la fundación, el recordar y poner valor aquella época que fue muy transcendental en las islas.
¿Cuáles son los planes y objetivos futuros de esta fundación para preservar y promover el buque? ¿Cómo espera involucrar a la comunidad en este proyecto ilusionante pero complejo?
Nosotros ya desde 1996 y antes de crear la fundación que nació en 2003, creamos la “Asociación Pro Restauración y Conservación del Coreillo de La Palma” y el objetivo siempre ha sido el mismo, poner el buque a navegar y que la gente lo visite.
En la actualidad son patronos los cabildos de Fuerteventura, La Gomera, El Hierro y Tenerife. El Gobierno de Canarias a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural también están colaborando desde hace años activamente.
Actualmente estamos en torno al 60% del proyecto y nos queda ese esfuerzo final para poder disfrutar de otra manera el barco, navegando y que otras islas puedan venir a visitarlo.
El barco como tal no existe como construcción naval de barcos remachados, es muy original en su propia esencia. El barco en si es un museo. La idea es llevar el museo por todo el archipiélago y participar activamente en la parte social y cultural en las islas y poder así desarrollar el objetivo principal de la fundación que es la divulgación del patrimonio marítimo y cultural y poner en valor el propio Correillo de La Palma.