En Canarias hay 20 variedades locales que son únicas del lugar y dentro de este elenco de variedades El Hierro aporta casi un 40%. ¿Cuáles son los principales desafíos y oportunidades que enfrenta la DO El Hierro en la actualidad en términos de protección, comercialización y posicionamiento de los vinos locales en un mercado cada vez más competitivo?
Efectivamente, como usted señala, los estudios actuales sobre la diversidad vitícola en Canarias, a excepción de los aún no publicados de La Palma, indican que contamos con cerca del 40% de las variedades Canarias. Ante esta situación, en 2016 iniciamos un proyecto de investigación sobre el germoplasma vitícola de El Hierro. Los resultados, publicados en 2021, confirmaron este hecho y destacaron la importancia de preservar estas variedades locales.
Todo ello nos llevó a establecer, hace una décadas, una hoja de ruta para la diferenciación de los vinos herreños en un mercado globalizado. Al no poder competir en términos de volumen, decidimos apostar por la calidad y la singularidad, promoviendo el uso exclusivo de variedades locales herreñas o canarias en la elaboración de nuestros vinos. Nuestro pliego de condiciones refleja este compromiso, garantizando así la autenticidad y el carácter único de los vinos de El Hierro.
Nuestro pliego de condiciones restringe la elaboración de vinos a variedades Canarias, excluyendo variedades internacionales como Chardonnay, Cabernet Sauvignon o Syrah. Hemos delimitado el uso de nuestras variedades locales para preservar su singularidad.
Sin embargo, enfrentamos desafíos en la caracterización y certificación de algunas de estas variedades. Por ejemplo, el Vijariego Blanco, que comercializamos como Vijariego, ha sido genéticamente diferenciado. Para su inclusión en el registro de variedades comerciales de Canarias, es necesario no solo confirmar su identidad genética, sino también garantizar su sanidad, librándolo de virus como el del enrollado, entrenudo corto o del jaspeado.
Estamos trabajando en colaboración con el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) para certificar esta variedad y posicionarla como una de las estrellas de El Hierro en términos de calidad y potencial productivo. Situación similar ocurre con el Vijariego de El Hierro que, aunque ya se utiliza en la elaboración de vinos, aún no cuenta con reconocimiento oficial. Este es un desafío que venimos abordando desde hace tiempo con el apoyo del ICIA.
Esperamos que pronto el consumidor pueda identificar claramente la variedad de uva en la etiqueta de nuestros vinos. Actualmente, en casos como el Viña Frontera Blanco Seco, estamos obligados a indicar un coupage de Vijariego Blanco (60%) y Listán (40%). Sin embargo, confiamos en que esta situación se resuelva en el futuro cercano.
Este es uno de los desafíos que enfrentamos en la denominación de origen. De manera similar, el Verdillo de El Hierro también requiere un reconocimiento oficial como variedad comercial.
Además de la calidad intrínseca de nuestros vinos, determinada por la variedad de uva, buscamos diferenciarnos a través de otros sellos de calidad. Resaltamos la elaboración en una isla Reserva de la Biosfera y Geoparque, así como el uso de energías limpias en nuestros procesos productivos.
Durante gran parte del año, somos energéticamente autosuficientes. Además, practicamos una viticultura heroica, un sistema de cultivo que respeta el medio ambiente y que, junto con la condición de pie franco de nuestras vides, confiere a nuestros vinos una singularidad especial.
Nuestros viñedos, ubicados en pequeñas terrazas a más de 500 metros sobre el nivel del mar, cumplen con los requisitos para obtener la certificación de viticultura heroica, un sello de calidad otorgado por la Unión Europea que reconoce la dificultad de cultivar en condiciones extremas. La isla de El Hierro reúne todas estas características, convirtiéndola en un referente de la viticultura heroica a nivel mundial.
Alfredo, ¿podría detallarnos las acciones y estrategias que el Consejo Regulador está implementando para promocionar y difundir los vinos amparados por la Denominación de Origen El Hierro, tanto a nivel local, nacional como internacional? ¿Considera que estos vinos están siendo bien recibidos y valorados por los consumidores en los diferentes mercados?
Sí, llevamos a cabo diversas acciones para promocionar nuestros vinos. Gracias a la colaboración con Mercahierro, participamos en certámenes y concursos internacionales de prestigio, como Bacchus. Con orgullo podemos afirmar que todos nuestros vinos dulces han obtenido al menos una medalla de oro en este concurso.
Además de Bacchus, hemos logrado reconocimientos en otros concursos internacionales, como los de Bruselas. Otra estrategia clave es nuestra participación en salones especializados, como el Salón Peñín, donde solo se admiten vinos con puntuaciones superiores a los 90 puntos.
Hemos tenido la oportunidad de participar con varias de nuestras bodegas en eventos donde han obtenido altas puntuaciones. Esta es una estrategia efectiva para promocionar nuestros vinos.
Consideramos fundamental nuestra presencia en ferias regionales e insulares para aumentar la visibilidad de nuestros productos a nivel local. Estas acciones de promoción son una de las principales funciones del Consejo Regulador.
Si nos centramos en el enoturismo, ¿cuál es el potencial de la isla de El Hierro como destino enológico?
Considero que tenemos un gran potencial aún por explotar. Nuestros vinos destacan por su calidad intrínseca, gracias a las variedades locales y a las condiciones únicas de cultivo. Además, nuestro entorno natural y la posibilidad de ofrecer experiencias enológicas personalizadas son factores diferenciadores.
El Hierro ofrece un enoturismo de nicho, donde el visitante puede disfrutar de un trato cercano y conocer de primera mano los procesos de elaboración. Sin embargo, es necesario mejorar la gestión de idiomas y la profesionalización del sector para aprovechar todo su potencial.
Es cierto que Bimbache exporta casi la totalidad de su producción. Sin embargo, el resto de las bodegas son de carácter familiar y se caracterizan por un enfoque más artesanal y cercano, donde los productores se enorgullecen de dar a conocer sus vinos de forma directa.
¿Qué acciones futuras tiene previstas el Consejo Regulador para forta- lecer y proyectar la Denominación de Origen El Hierro?
Tenemos en marcha varios proyectos para fortalecer nuestra denominación de origen. En colaboración con el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), estamos investigando soluciones para mitigar los efectos del cambio climático, como la escasez de agua, en nuestros viñedos. Además, estamos estudiando la viabilidad de utilizar biochar para mejorar la calidad de nuestros suelos.
En cuanto a la viticultura, trabajamos con el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) para reconocer nuestras variedades locales y hemos obtenido subvenciones para impulsar nuevas plantaciones. Nuestro objetivo es atraer a nuevos agricultores y garantizar la sostenibilidad denuestros viñedos a largo plazo. Queremos promover la viticultura como una actividad atractiva para las nuevas generaciones y preservar nuestro paisaje vitivinícola.