A nadie se le escapa que Canarias es un territorio fragmentado y alejado. Durante la mayor parte de su historia la única comunicación con el mundo se realizaba mediante navíos, las noticias llegaban tarde y mal. Los puertos canarios han sido tradicionalmente la conexión con el exterior, y el mar, su carretera.
Posteriormente el telégrafo y el teléfono posibilitaron una mayor comunicación con el resto del planeta. El transporte aéreo llegó a principios del siglo XX, y rápidamente se convirtió en el principal medio de transporte desde y hacia Canarias. El auge del sector turístico ha fomentado una gran conectividad aérea. Aun así, la distancia y la fragmentación del territorio ha limitado históricamente la competitividad de las empresas así como el mercado laboral canario.
En la actualidad el mundo vive un periodo de revolución digital. Los procesos tradicionales se van modificando y las nuevas tecnologías permiten ampliar mercados que antes eran imposibles por su lejanía.
La transformación digital es importante para el mundo en general y una oportunidad única para Canarias, en particular. Las herramientas digitales representan una nueva conexión similar a la de los barcos en siglos anteriores. Permiten comprar, vender, negociar y trabajar fuera del territorio local, en definitiva, competir en cualquier mercado sin importar su ubicación. En un mundo en el que el producto es una aplicación disponible para descargar en un dispositivo móvil, las limitaciones demográficas desaparecen.
Un claro ejemplo es el sector logístico que ofrece un sinfín de oportunidades para un territorio fragmentado y alejado que importa casi todo lo que consume. La innovación en el sector logístico también lo ha convertido en un importante generador de empleo. Según The Economist, el sectorlogístico genera los puestos de trabajo que se pierden en el sector retail.
Las nuevas tecnologías amplían las oportunidades laborales de los habitantes de Canarias. La digitalización permite combinar el concepto de calidad de vida y desarrollo profesional. En la actualidad no es necesario vivir en una gran ciudad para cobrar los salarios de una gran ciudad. La función de la ciudad como nexo de oferta y demanda laboral se debilita a favor del concepto calidad de vida. Y no nos engañemos, Canarias es un sitio fantástico para vivir.
Oportunidad
La revolución digital ofrece grandes beneficios para Canarias. Una transformación digital adecuada permite a la empresa canaria competir con cualquier otra, independientemente de las limitaciones geográficas.
La oportunidad es enorme, y el riesgo de no hacerlo bien también. Hace tres décadas Canarias abandonó el Puerto Franco a las puertas de la revolución del comercio digital. El archipiélago estaba posicionado para liderar el desarrollo del comercio digital y, sin embargo, Canarias pasó de ser el mercado más libre a convertirse en el más restringido de Europa.
Es hora de subirse al tren de la innovación y del progreso. El éxito depende de nosotros. Para aprovechar esta oportunidad no sirve copiar lo de fuera, se necesita una estrategia clara, definida localmente, con soluciones específicas a las necesidades locales. Replicar programas de formación genéricos no da respuesta a las necesidades particulares de Canarias e incluso amenaza con ralentizar las iniciativas locales, en definitiva, perjudica la innovación local.
La estrategia ha de ser diseña- da desde el punto de vista de un territorio fragmentado y alejado. Es fundamental crear un ecosistema digital local. En lugar de captar nómadas digitales extranjeros como una fuente de ingresos turísticos alternativos, hay que fomentar el concepto de trabajo remoto para que el profesional canario tenga las capacidades y habilidades digitales necesarias para trabajar en un mercado global.
El eje central de la estrategia debe ser la formación. Para aprovechar la innovación es necesario la difusión de la información y la adopción de las tecnologías. Hay que apoyar las diversas iniciativas locales de formación que acompañen al emprendedor, empresario y al profesional a desarrollar un plan digital con objetivos concretos, ya sea el incremento de ventas o la reducción de costes e integrarlo en la estrategia general de la empresa.
Se deben potenciar capacidades y habilidades necesarias en el trabajo remoto. El mentor se convierte en una figura esencial que acompaña en el camino hacia la digitalización. Existe mucho talento en estas islas, hay que apoyarlo para mostrar su máximo potencial.
El barco ha sido la principal vía de comunicación de Canarias con el mundo exterior. La transformación digital, sin duda, ofrece un mar de oportunidades que debemos aprovechar.