Estoy en fase de cambiar mi coche diésel por una tecnología moderna, que dicen. Sostenible. Llevo estudiando el tema unas semanas, valorando el cambio. Tengo hasta un sistema DAFO hecho de pros y contras, ventajas y oportunidades, de problemas y debilidades. En mi propio convencimiento incluyo el pack de placas solares+cargador+coche eléctrico o híbrido enchufable y no tener que pisar muchas más veces la gasolinera. Escribo esta columna como simple usuario, no como experto ni conocedor en nada.
Estuve de vacaciones en Inglaterra y la implementación de los coches eléctricos me dejó atónito. No en Londres, que es otro mundo, sino en las zonas de la campiña inglesa. Teslas por doquier. Lo que me sorprendió no tanto por la electrificación del parque móvil sino por el uso del Tesla que aquí uno solo se lee (igual mis lecturas no son las mejores para tomar un conocimiento real de las cosas) que da mucho fallo y problemas. Quizás las famosas fake news no solo vengan de asuntos políticos. Eso sí, casas con sus placas solares y sus cargadores. ¡En UK! Un país en el cual el sol es una exclusiva agradable casualidad.
Pues, como os decía, empecé a buscar opciones. Aviso, tengo un ADN gallego que me lleva a considerar casi todo caro y que el dinero está mejor ahorrado que no gastado en cualquier coche que considero que es una máquina necesaria para los traslados y que cualquier ornato o extroversión es tirar el dinero. Bueno, que estoy buscando opciones, no diré marcas pero he visitado todas las webs de los concesionarios de Canarias de todo origen y condición: coches europeos, chinos, americanos… no tengo prejuicios.
En primer lugar, no son coches baratos. Ni plan moves ni nada. Es lo que hay. Si quieres un coche familiar amplio, no son baratos. Hace no mucho, en un evento, un gerente de uno de los grandes concesionarios sembró en mi cabeza la semilla del eléctrico al decirme que tienen mucho menos mantenimiento, con fotovoltaica en casa, apenas pagas por “tu gasolina” y que a medio plazo estás ahorrando dinero. Recordad el ADN gallego. Eso germinó.
En segundo lugar, viendo cómo discurre Europa y la agenda 2030, así como el impagable endeudamiento de la deuda española, antes que tarde, nos «cascarán» un impuestazo/tasa solidaria/gastos de mantenimiento ya no sé si a los vehículos de combustión, si a la circulación -ya sé que hay uno- como se habló que pago por km en las autovías y me da la sensación que tendrán su justificación en la contaminación con lo que, con algo de suerte, los coches eléctricos, no lo pagarán.
En tercer lugar, China. En 1739, Napoleón dijo a Lord McCarney -no el de los Beatles- sino el primer enviado plenipotenciario de Jorge III de Inglaterra que: “China es un dragón dormido, déjenlo dormir, porque el día que despierte hará estremecer al mundo”. Esta semana leí una noticia con referencia a la Agencia Internacional de la Energía en su informe “Perspectiva mundial de vehículos eléctricos para 2024” que en 2030, son cinco (5) años, casi uno de cada tres coches serán eléctricos y uno de cada cinco en Estados Unidos y Europa. En Canarias ya he visto marcas como BYD, Polestar y sobre todo MG, que a pesar de ser una marca inglesa, tiene como empresa matriz SAIC motor (Shanghai Automobile Industriy Corporation). También hay otras que están entrando en la UE como XPev o Nio. Hemos visto ya la presentación del coche de Huawei…
Europa ha visto un peligro y ha levantado los conuntervailing duties que para hacerlo entendible son unos derechos compensatorios de importación destinados a neutralizar los efectos negativos de los subsidios de los países de origen. Por ejemplo, si China provee financiación a los productores de coches a través de políticas públicas, Europa impone un derecho compensatorio para que sus productores nacionales estén en igualdad.
Esto tiene su aquel también cuando desde la UE y gobiernos como el de España hace años aprobaban políticas fiscales favorables para la implantación de industria del automóvil. Quizás no lo sepan pero en el PIB español supone casi un 8-10 %, según quien calcule. El turismo, sobre un 13-15%, según los cálculos que se consulten. Imaginen la importancia de la industria del automóvil. La importancia en España.
Bueno, centrémonos en mi historia como consumidor porque si fuera un tipo más espabilado en los negocios, soy de letras y eso es una carga, yo estaría pensando en montar zonas de cargadores como si fueran las actuales gasolineras. Me cuesta creer que desaparezca el motor diésel, tan seguro ytan fiable, sobre todo para el sector agrario e industrial pero no tengo mucha imaginación.
No quiero acabar esta columna sin acordarme de mi último compañero de viaje: mi nuevo cortacésped a batería que sustituyó a un cortacésped de gasolina de toda la vida.