Para entender mejor el presente de Chacón e Hijo, es fundamental conocer su pasado. Esta empresa tiene una trayectoria que ha marcado un hito en el sector.
Rafael (padre): Nuestra historia se remonta a antes de la inauguración de Mercatenerife. Mi padre, siendo guardia civil, aprovechó una oportunidad para complementar sus ingresos dedicándose a la venta de huevos en el tradicional mercado de Nuestra Señora de África. Allí, en un ambiente de mucho movimiento y rodeado de furgones, comenzó nuestra andadura en el sector.
Cuando se inauguró Mercatenerife, decidí dar un salto y unirme a este nuevo proyecto, que en aquel entonces era todo un desafío. Recuerdo que mis primeras herramientas de trabajo eran cajas de huevos, las cuales me servían como mesa, silla y hasta como caja fuerte.
Los inicios en Mercatenerife nos recuerdan mucho a la dinámica que se vivía en la calle El Humo. Un funcionamiento ininterrumpido, con una gran actividad comercial y una constante adaptación a las necesidades del mercado. Es interesante cómo, mucho antes de los grandes complejos comerciales, ya existía una economía local muy dinámica y organizada.
Mercatenerife fue pionero en Canarias y, aunque sus inicios fueron modestos, sentó las bases para un crecimiento exponencial del sector. Sin embargo, considero que hemos desaprovechado una gran oportunidad al no desarrollar una estrategia de distribución conjunta. Una distribución unificada podría haber fortalecido a todas las empresas y mejorado nuestra competitividad en el mercado canario.
Afortunadamente, el actual gerente, Don Alejandro, está llevando a cabo una gestión muy cercana a las necesidades de las empresas, lo cual es muy positivo.
Observamos que la historia de vuestra empresa se remonta a varias generaciones. Es evidente que ha habido una continuidad familiar en este negocio. Me gustaría preguntar a la nueva generación representada por Rafael, ¿cómo ha logrado esta empresa mantenerse y crecer a lo largo de tantos años, atravesando diferentes contextos sociales?
Rafael (hijo): Como mi padre decía, este negocio se ha construido con mucho esfuerzo y sacrificio. Las jornadas laborales eran extremadamente largas, incluso los sábados. Yo mismo he experimentado esa intensidad y estoy trabajando para cambiar esta dinámica. Las exigencias actuales son diferentes y la conciliación laboral es fundamental.
Es cierto que emprender es un camino lleno de desafíos y requiere una gran dedicación. La incertidumbre y el estrés son constantes. Sin embargo, es la pasión y el compromiso lo que nos impulsa a seguir adelante. Al final, el éxito de una empresa se basa en el sacrificio y la perseverancia de sus integrantes.
Como miembro de la nueva generación, ¿qué consideras que aportas a la empresa? Cada generación suele introducir nuevas perspectivas y enfoques. ¿Cuáles crees que son tus principales contribuciones hasta el momento?
Rafael (hijo): Mi padre siempre decía que cada idea nueva implicaba una inversión. Por eso, comprendo que la innovación requiere un esfuerzo conjunto. Gracias a esta colaboración, hemos logrado importantes avances: hemos retomado la distribución, incorporado nuevos productos y participado en ferias internacionales.
Una de mis principales contribuciones ha sido impulsar la exportación de productos canarios, lo que me ha llevado a convertirme en juez catador de los World Cheese Awards. Este reconocimiento nos ha abierto puertas y posicionado a nuestra empresa como referente en el sector. Actualmente, estoy trabajando en proyectos de colaboración con hoteles para ofrecer experiencias gastronómicas únicas a los turistas.
Creo que mi papel como embajador de los productos canarios en el extranjero es fundamental para dar a conocer nuestra región y generar nuevas oportunidades de negocio.
El queso es uno de los productos estrella de Canarias. ¿Cuál es la razón de esta especial atracción hacia este segmento?
Rafael (padre): Comencé mi andadura en Mercatenerife con la venta de huevos, un producto familiar. Sin embargo, siempre me sentí atraído por los quesos canarios, que son una verdadera joya gastronómica. Lamentablemente, a pesar de su calidad y reconocimiento internacional, estos productos enfrentan un gran desafío: la falta de relevo generacional en el sector ganadero.
Este problema está poniendo en riesgo la producción de quesos y otros productos locales, lo que impide que podamos desarrollar proyectos como el maletín de degustación que habíamos diseñado. Es una pena, ya que el turismo en Canarias es cada vez mayor y existe una gran demanda de productos autóctonos.
Creo que sería necesario fomentar la colaboración entre los jóvenes profesionales de la agricultura y la ganadería, y ofrecerles incentivos para que se queden en el sector y continúen con esta importante tradición.
¿Cuáles consideran ustedes que son los factores diferenciadores que les permiten a su empresa destacar en el mercado y superar a la competencia?
Rafael (padre): Siempre he creído en la importancia de la competencia para impulsar la mejora continua en el sector. Nuestra empresa se caracteriza por un gran compromiso y pasión, cualidades que hemos demostrado desde nuestros inicios en el World Cheese Awards. Sin embargo, somos conscientes de nuestras limitaciones en cuanto a volumen de producción.
Nuestro enfoque se centra en ofrecer productos de alta calidad y un servicio personalizado. A lo largo de los años, hemos intentado implementar programas de formación para nuestros empleados, pero nos hemos encontrado con varios obstáculos, como la conciliación laboral y la falta de apoyo institucional. Creemos que la formación continua es fundamental para mejorar la competitividad de las empresas del sector.
Rafael (hijo): Lo que realmente nos diferencia es una conexión muy estrecha con nuestros clientes. Desde el principio, hemos priorizado el trato personal y la cercanía, visitando a nuestros clientes de manera regular. Esta cercanía nos ha permitido conocer sus necesidades de primera mano y establecer relaciones de confianza a largo plazo.
La transparencia en nuestros precios es otro factor clave. Siempre hemos sido muy claros con nuestros clientes sobre nuestras políticas de precios, lo que ha generado una gran confianza. De hecho, muchos de nuestros clientes nos consideran un referente en el mercado en cuanto a precios.
¿Cuál es la visión a largo plazo de su empresa? ¿Cuáles son los principales objetivos que quieren alcanzar en los próximos años?
Rafael (hijo): Estamos trabajando en un proyecto muy interesante que involucra a varios inversores internacionales. Tenemos contactos con empresarios de Estados Unidos y Canadá que desean invertir en el sector quesero canario. Sin embargo, para poder llevar a cabo este proyecto, es necesario que los productores locales actualicen sus registros sanitarios y realicen las inversiones necesarias.
Esta es una tarea compleja que requiere de mucho esfuerzo y negociación. Afortunadamente, contamos con una amplia red de contactos internacionales que pueden ayudarnos a abrir nuevos mercados para los productos canarios. Estoy convencido de que, con el tiempo, lograremos posicionar productos como el almogrote en mercados internacionales.
¿Existe algún otro proyecto enfocado en expandir vuestra presencia en otras localidades de Canarias?
Rafael (hijo): Sí. Sería interesante colaborar con otros empresarios del sector para buscar soluciones conjuntas. Hemos notado un cambio significativo en Mercatenerife, con una menor variedad de productos y un aumento de los incidentes con la fruta.
Creo que podríamos aprovechar iniciativas como los bonos de consumo de La Laguna o Santa Cruz para atraer a más clientes a Mercatenerife. Muchos de nuestros clientes potenciales aún desconocen nuestra existencia.
Respecto al World Cheese, ha sido una experiencia muy positiva. Celebramos diez años de participación y hemos establecido valiosas relaciones con otros profesionales del sector. Nuestra intención siempre ha sido promover la amistad y el intercambio de conocimientos, sin buscar ningún interés oculto.
Es cierto que nuestros contactos internacionales han mostrado un gran interés en colaborar con nosotros. Sin embargo, hemos enfrentado algunos obstáculos relacionados con la producción local.
Personalmente, siempre he valorado la importancia de disfrutar de estos eventos y de crear relaciones auténticas. Mi objetivo principal ha sido posicionar a los productos canarios en el mercado internacional y generar orgullo por nuestra región.
En 2017, una amiga que trabaja con el chef José Andrés me contactó interesada en los vinos canarios. Esta fue una oportunidad increíble para dar a conocer nuestros produc- tos en el mercado estadounidense.
Actualmente, estoy replicando esta estrategia. Hace poco contacté a un amigo en Toronto y lo invité a visitarnos. De manera similar, cuando mi amiga de Boston llegó, la dinámica se invirtió y ella comenzó a conocer a mis contactos.
Es importante destacar que estos empresarios buscan productos auténticos y desean establecer relaciones duraderas con los productores. Al trabajar directamente con nosotros, pueden acceder a productos canarios de calidad y fortalecer nuestros lazos comerciales.
Asimismo, tenemos un nuevo proyecto en mente para después de los World Cheese Awards. Queremos organizar un evento de recaudación de fondos en un hotel de gran lujo ubicado en el sur de la lista, con el objetivo de apoyar a la Asociación Ámate, vinculada al cáncer de mama.
La idea es crear una experiencia gastronómica única, similar a mis catas privadas, pero a mayor escala. El dinero recaudado se destinará íntegramente a los proyectos de la asociación.
Creemos que esta iniciativa no solo nos permitirá ayudar a una causa noble, sino también fortalecer nuestra imagen de marca y generar un impacto positivo en la comunidad.
