Antes de entrar en detalle sobre los distintos temas, me gustaría realizar un breve contexto sobre cómo ha comenzado el año para el empresariado canario. Es cierto que se avecinan cambios normativos importantes, como la reducción de la jornada laboral, y que esto genera cierta incertidumbre. Por lo tanto, sería interesante conocer de primera mano cómo se está viviendo esta situación en el sector empresarial de las islas.
Considero que las circunstancias generales están complicando cada vez más la gestión empresarial. En lugar de simplificar los procesos, parece que estamos añadiendo trabas constantemente.
Como me comentaba alguien recientemente, existe la percepción de que Estados Unidos innova, China fabrica y Europa regula. Si bien es cierto que China ya no solo fabrica, sino que también innova, en Europa nos estamos quedando rezagados en materia de competitividad, centrados en exceso en la regulación. Y si esta situación la trasladamos a España, la complejidad se agudiza aún más. Tras la pandemia, un período de incertidumbre global en todos los sentidos, la situación se ha tornado especialmente desafiante.
Desde el punto de vista económico, con la carestía de materias primas y los costes energéticos disparados, estamos añadiendo más regulación en un momento en el que deberíamos estar facilitando la tarea de las empresas. Y todo esto ocurre en un contexto en el que el motor económico canario, el turismo, está funcionando muy bien, generando riqueza y aumentando cada día las cifras de recaudación. Esto incrementa los ingresos necesarios para mantener los servicios sociales que la administración debe ofrecer a la ciudadanía.
Sin embargo, al mismo tiempo, nos estamos cuestionando si el modelo actual es el adecuado. Creo que debemos reflexionar sobre cómo hacer las cosas de manera diferente para avanzar y mejorar, para seguir construyendo una Canarias más próspera y sostenible. Pero esto solo será posible si no nos complican la vida, y la realidad es que cada día nos lo ponen más difícil. Un ejemplo claro es la reducción de jornada, que se implementa sin tener en cuenta que Canarias es una sociedad de servicios, donde el peso de la mano de obra influye mucho en los costes.
Con lo cual, esta medida nos va a restar competitividad frente a otros destinos competidores. Y lo hacemos, además, sin tener en cuenta que el impacto es diferente para cada sector. Los empresarios no estamos en desacuerdo con la reducción de jornada, pero creemos que debe implementarse de forma ordenada y pactada, y donde realmente se debe llevar a cabo: en la negociación colectiva, en los acuerdos entre empresarios y sindicatos. Esa es la mejor manera de garantizar un futuro para los trabajadores y la viabilidad de las empresas.
Como bien dices, Pedro, no se puede legislar para la generalidad sin tener en cuenta las particularidades de cada sector. Pequeños empresarios, como los de librerías o cafeterías, nos han expresado su preocupación sobre cómo van a poder implementar esta medida sin reducir su facturación y sus resultados. Para ellos, es prácticamente imposible.
No solo hablamos de sectores y territorios, sino que también debemos considerar las particularidades de cada empresa. De hecho, cuando se propuso esta medida, se planteó apoyar a cinco sectores específicos y a las empresas de menos de cinco trabajadores.
Pero ¿qué pasa con las empresas de seis trabajadores? ¿Cuál es la diferencia real entre cinco y seis empleados si el problema es el mismo? Por eso, es fundamental que este proceso sea gradual y adaptado a las circunstancias de cada empresa. No se pueden imponer fechas límite taxativas, sino que debe ser un proceso en el que la sociedad en su conjunto vaya asimilando los cambios y las empresas tengan la oportunidad de adaptarse a sus posibilidades.
No hay necesidad de someter a las empresas a una presión aún mayor, especialmente cuando ya enfrentan desafíos importantes. Y permítanme añadir algo más: a menudo, los titulares que se lanzan en los medios de comunicación, con la intención de captar votos o atención, se convierten en compromisos que terminan siendo un castigo para las empresas, pero también para los trabajadores. Porque si la empresa no funciona o es menos rentable, se pone en riesgo no solo la empresa en sí, sino también los puestos de trabajo asociados a ella.
A pesar de estas vicisitudes y complicaciones parece que la marcha económica es positiva y Canarias, gracias a su sector estrella que es el turismo, mantiene unos niveles de crecimiento bastante aceptables. En base a los datos económicos disponibles, ¿cuáles son las perspectivas de crecimiento para este año?
El año pasado fue positivo para la economía canaria, y aunque siempre existe la incertidumbre sobre el futuro, hay razones para ser optimistas. El turismo, motor principal de la economía de las islas, sigue mostrando signos de fortaleza. Las reservas aéreas para el verano superan en un 8,8% las del año anterior, lo que sugiere que el crecimiento del sector turístico, que el año pasado fue del 10%, continuará este año. Este crecimiento se refleja en el aumento del gasto turístico medio y, por lo tanto, en la recaudación, lo que tendrá un impacto positivo en la economía en general.
Sin embargo, a pesar de estas perspectivas positivas, existen señales de cierta ralentización en otros ámbitos. Se observa una disminución en las inversiones y en la creación de empleo, lo que sugiere que la economía podría no estar creciendo a su máximo potencial. Esta ralentización podría estar relacionada con el exceso de normativa, la litigiosidad y la incertidumbre generada por la inseguridad jurídica. Estos factores pueden estar frenando ciertos proyectos y generando dudas entre los inversores.
Además, la polarización política y la generación de ruido en torno a ciertos temas pueden contribuir a la incertidumbre y dificultar la toma de decisiones. Un ejemplo de esta situación es la problemática de la vivienda en Canarias. A pesar de que se han adoptado medidas para abordar la emergencia habitacional, la agilización administrativa, que es clave para la ejecución de estas medidas, no se está cumpliendo. Esto significa que, apesar de la existencia de normas, no se están construyendo las viviendas necesarias para solucionar el problema.
Otra cuestión importante es la falta de desarrollo de medidas que podrían impulsar la economía y generar empleo. Por ejemplo, se ha propuesto utilizar la Reserva de Inversiones en Canarias (RIC) para construir viviendas de alquiler, lo que podría ayudar a paliar la falta de vivienda y generar actividad económica. Sin embargo, esta medida, que se esperaba que estuviera en marcha a finales del año pasado, aún no se ha implementado.
La economía canaria se encuentra en un momento de transición. Si bien el sector turístico sigue siendo un motor de crecimiento, existen señales de ralentización en otros ámbitos y desafíos importantes que deben abordarse. Es fundamental que se tomen medidas para agilizar la administración, reducir la incertidumbre jurídica y fomentar la inversión y la creación de empleo. Además, es necesario dejar de lado la polarización política y trabajar en conjunto para encontrar soluciones a los problemas que afectan a la sociedad canaria.
Está claro que el empresariado canario, en su inmensa mayoría y a través de sus patronales, ha hecho y está haciendo los deberes. Propone soluciones y alternativas para mejorar no solo la vida de los empresarios, sino también la de la sociedad canaria en su conjunto. En este sentido, ¿siente usted, Pedro, que existe un «feeling» productivo con el Gobierno de Canarias? ¿Se está trabajando de forma conjunta para alcanzar estos objetivos? ¿Existe una unión entre el sector empresarial y el gobierno en este sentido?
Sí, nos sentimos escuchados y existe un buen entendimiento. Es cierto que hay muchos temas por resolver, especialmente el exceso de normativa, pero estamos trabajando en ello.
Cuando comenzó este periodo, nos reunimos con los diferentes partidos políticos y les presentamos un documento que habíamos elaborado el año anterior. Este documento, titulado «Demandas empresariales para el futuro económico y social de Canarias 2023-2027», recogía las propuestas de nuestras empresas y sectores para mejorar la situación económica y social de las islas.
Este documento ha servido como hoja de ruta en nuestras conversaciones con el gobierno y la oposición. Muchos de los puntos que planteamos son conocidos por todos, lo que facilita el avance en aquellos temas en los que estamos de acuerdo.
En cuanto a las principales demandas que aún no se han podido concretar, destaca la agilización administrativa. Este es un problema que afecta a muchos sectores y que dificulta la puesta en marcha de proyectos e inversiones. La complejidad de la normativa y la falta de coordinación entre las diferentes administraciones son algunos de los factores que contribuyen a esta situación.
Consideramos que la agilización administrativa es fundamental para generar seguridad jurídica, dinamizar la economía y atraer inversiones. Si no se toman medidas en este sentido, se corre el riesgo de que el dinero y las oportunidades se marchen a otros lugares. Por eso, es importante que nos centremos en identificar las necesidades reales de Canarias y trabajemos para que las inversiones se dirijan hacia aquellos proyectos que realmente impulsen el desarrollo de las islas.
¿Qué sectores, además del turismo, están experimentando un repunte y un desarrollo notable en Canarias? ¿Qué otros sectores están mostrando dinamismo y crecimiento en el panorama económico actual de las islas?
Es cierto que el turismo es el motor principal de la economía canaria y que su impacto se extiende a otros sectores como la industria, el sector primario (agricultura, ganadería y pesca), los servicios, el transporte y el comercio.
La pandemia puso de manifiesto la dependencia del turismo y la necesidad de diversificar la economía. Sin embargo, también demostró la importancia del turismo como fuente de ingresos y empleo. Por lo tanto, en lugar de demonizar el turismo, es necesario trabajar para compatibilizarlo con las demandas de la sociedad y avanzar hacia un modelo más sostenible.
Las empresas turísticas están invirtiendo en sostenibilidad, eficiencia energética, uso responsable de los recursos hídricos y gestión de residuos. Se están realizando esfuerzos para alargar la temporada turística y atraer a un turismo más diverso y de mayor calidad.
Es fundamental abordar los problemas que afectan a la sociedad canaria, como la falta de vivienda o las deficiencias en infraestructuras, pero no se puede culpar al turismo de estos problemas. Es necesario trabajar de forma conjunta para identificar las oportunidades y corregir los problemas, mejorando la calidad de vida de los ciudadanos y garantizando un futuro próspero para Canarias.
Se busca incrementar el gasto medio por turista atrayendo a un turismo de mayor calidad. Para lograrlo, se ha mejorado la planta alojativa de Canarias en los últimos años y se están llevando a cabo numerosas mejoras, incluyendo proyectos de compañías espectaculares con hoteles de alta calidad. Se apuesta por una oferta turística adaptada a la experiencia del cliente; se están haciendo los deberes, ¿no es así?
El turismo tiene un efecto arrastre significativo. Un turismo más específico y diversificado, que vaya más allá del sol y playa, impulsará el consumo de productos locales, beneficiando a los sectores primario y secundario. Esto diferenciará al destino y lo hará más atractivo. Muchos turistas des- cubren la hospitalidad, la rica gastronomía y los maravillosos paisajes de Canarias, que contrastan con la idea preconcebida de un destino solo de sol y playa. La diversidad de paisajes, desde la cumbre hasta el mar, y la oferta de actividades deportivas que aprovechan estos paisajes, son otros atractivos turísticos.
Es crucial diversificar el turismo, explotando todas las bondades de Canarias, no solo el sol y la playa. Canarias es un sitio estratégico en Europa, con seguridad y un entorno propicio para el descanso. Muchos hoteles aprovecharon la pandemia para invertir en mejoras, como la eficiencia energética e hídrica, para ofrecer una mejor experiencia a los turistas y fidelizarlos. Esto ha elevado el valor del destino, atrayendo a más turistas y generando un impacto positivo en la economía local.
“La agilización administrativa es fundamental para generar seguridad jurídica, dinamizar la economía y atraer inversiones”
Imagino que toda la gente que pasa por esta casa de los empresarios les comenta la crisis que tenemos a nivel de personal, la crisis de talento. Llevamos ya un tiempo en que las empresas no encuentran personal. Hay gente que no encuentra personal altamente cualificado que empezamos a necesitar mucho en Canarias porque hay sectores como la innovación y el audiovisual que están despuntando mucho y necesitan personal muy cualificado. ¿Cómo podemos seguir trabajando en esto? Porque hace un año y algo teníamos una entrevista y ya hablábamos de este problema que luego ha experimentado un pico.
Es evidente que estamos adoptando medidas que contradicen nuestros objetivos. La escasez de mano de obra, que afecta a todos los sectores y niveles, exige una solución urgente. A pesar de haber alcanzado cifras récord de afiliados a la Seguridad Social, superando el millón de trabajadores en el último trimestre de 2024, la tasa de desempleo sigue siendo elevada. Además, las empresas se enfrentan a la dificultad de encontrar personal, y el absentismo laboral, que alcanza el 8% en Canarias, agrava esta situación.
La reducción de jornada, sumada a la falta de mano de obra y el alto absentismo, plantea un desafío complejo. ¿Cómo pueden las empresas mantener su actividad en estas circunstancias? Es crucial abordar el problema del paro estructural y analizar las causas del aumento del absentismo, así como la necesidad de reducir la jornada laboral.
Muchas empresas están luchando por sobrevivir, reduciendo horas de trabajo y operando por debajo de su capacidad. Sin embargo, la supervivencia no es suficiente; las empresas deben prosperar y generar riqueza para invertir y crecer. El objetivo no es simplemente cubrir gastos, sino generarbeneficios que permitan la reinversión y la mejora continua.
En este contexto, es fundamental que las empresas ofrezcan lo mejor de sí, ya sea en servicios o productos, para mantenerse competitivas. Considero que la sobre regulación puede ser un obstáculo para lograr estos objetivos.
Una de las ideas es que la FP dual ayude a que la gente que la cursa salga un poco más formada y casi preparada para la empresa. Desde la Confederación Canaria de Empresarios, todo lo que tenga que ver con formación es siempre bienvenido.
Efectivamente, nosotros creemos que la formación y la capacitación de las personas son clave para ofrecer los mejores productos y servicios. Cuanto más formados estén los trabajadores, mejores productos y servicios vamos a dar. Por lo tanto, hay que apostar por ello.
España, y Canarias en particular, tienen un déficit en este sentido. La formación dual ha sido minusvalorada y no se ha tenido en cuenta, cuando realmente se ha demostrado que es absolutamente necesaria para que la economía funcione. Es un escalón que tenemos que resolver, vamos muy retrasados. Confío en que las últimas actuaciones conduzcan a que más pronto que tarde este problema se corrija e invirtamos esa situación en la que no encontramos mano de obra cualificada.
Uno de los temas que tratamos en esa última entrevista fue tu empeño en que el REF, en primer lugar, sea respetado como debe ser y, en segundo lugar, sea un instrumento que se utilice en todo su potencial, porque me decías esa última vez que nos vimos que no lo estábamos exprimiendo como se debería. ¿Se va reconduciendo, Pedro?
En efecto. La reforma del Régimen Económico y Fiscal (REF) en 2018 se vio afectada por la pandemia. Si bien se está retomando el análisis de este tema, es fundamental recordar que el REF está diseñado para compensar las desventajas que presenta nuestra región.
Es importante tener en cuenta que estas desventajas pueden variar con el tiempo, ya sea por factores energéticos, climáticos o demográficos. Además, existen desventajas estructurales que siempre nos acompañan.
Por lo tanto, es necesario revisar periódicamente el REF para adaptarlo a las circunstancias actuales. Los cambios experimentados desde 2018 hacen imprescindible una actualización del REF.
En este sentido, valoramos positivamente que se esté debatiendo sobre el REF en el Parlamento y que se busque involucrar a la ciudadanía en este proceso. Es fundamental que la sociedad conozca y comprenda el REF para que pueda defenderlo y exigir su cumplimiento.
El REF incide en diversos aspectos de nuestra vida cotidiana, desde el precio de la luz hasta el transporte y el acceso a servicios básicos. Por lo tanto, es esencial que la ciudadanía esté informada sobre su alcance y sus beneficios.
Solo a través del conocimiento y la comprensión podremos defender el REF y garantizar que se cumpla en todos sus términos.
Antes de pasar a las conclusiones, me gustaría destacar dos sectores que están experimentando un notable crecimiento en el ámbito empresarial de Canarias: los jóvenes y las mujeres. Cada vez son más los jóvenes emprendedores y las mujeres empresarias que se integran plenamente en el tejido empresarial de nuestras islas. Afortunadamente, esta tendencia es una realidad que nos enorgullece.
Tiene que ser así. No hay otra opción. Además, en la medida en que toda la sociedad avanza, todos sumamos. Lo que no se puede hacer es excluir a nadie. Por eso incidíamos antes en el tema del paro. Habrá que ver por qué tenemos ese paro estructural, porque aquí todos sumamos, todos valemos para tener una Canarias mejor. Todos tenemos que aportar nuestro granito de arena, y si hacemos cosas que excluyan o hacemos cosas que hagan que la gente no participe, algo estamos haciendo mal.
En relación con los jóvenes, considero que su participación en el ámbito empresarial es un factor de gran importancia para el desarrollo y la innovación. No comparto la visión de que la llegada de nuevas generaciones sea un problema; por el contrario, representa una oportunidad para enriquecer el tejido empresarial con nuevas ideas y perspectivas.
El mundo actual se caracteriza por su dinamismo y rapidez en los cambios. En este contexto, la incorporación de jóvenes a los equipos de trabajo aporta una visión fresca y actualizada que puede ser fundamental para el éxito de las empresas.
En este sentido, los equipos multidisciplinares, yendo más allá incluso hacia equipos «multigeneracionales» y con diversidad territorial, son un modelo que valoro especialmente. La combinación de diferentes puntos de vista y experiencias enriquece el debate y la toma de decisiones, lo que se traduce en una mayor capacidad para alcanzar los objetivos empresariales.
Pedro, estamos llegando al final de la entrevista, y como siempre, me interesa conocer tus perspectivas y planes. En este sentido, me gustaría preguntarte, ¿cuál consideras que es tu principal objetivo para este año 2025?
En cuanto a mis objetivos prioritarios, reconozco que el panorama actual presenta desafíos complejos, ya que no todo depende exclusivamente de mis acciones. Sin embargo, uno de mis anhelos principales es lograr que la política de los titulares sea el reflejo de las actuaciones políticas concretas. Si pudiera contribuir, aunque sea mínimamente, a que esta aspiración se materialice, me sentiría satisfecho.
No obstante, mi mayor anhelo es que se fomente la creación de nuevas empresas, que haya un aumento en el número de emprendedores y que, en consecuencia, se genere más riqueza para nuestra tierra. Asimismo aspiro a que, al finalizar este año, la sociedad reconozca y valore la importancia de los empresarios como agentes generadores de prosperidad y empleo, brindándoles el respeto que merecen.
