Leche Sandra tiene más de 60 años de historia. ¿Cómo ha evolucionado la empresa a lo largo del tiempo, manteniendo su compromiso con la calidad y el bienestar?
Desde nuestros inicios, en Leche Sandra nos hemos dedicado a ofrecer productos que promueven la salud y el bienestar de nuestros consumidores. Nuestra evolución se ha basado en cinco pilares fundamentales: innovación constante para adaptarnos a las necesidades de quienes buscan una alimentación saludable; compromiso inquebrantable con la calidad, cuidando cada detalle desde la granja hasta el envasado; sostenibilidad, reduciendo nuestro impacto ambiental mediante producción local y prácticas responsables; transparencia, brindando información clara sobre nuestros productos y visitas a la granja y adaptación tecnológica, incorporando mejoras que nos permiten mantenernos a la vanguardia y garantizar la excelencia en cada producto.
Mantener este tipo de industria en Canarias, teniendo en cuenta nuestra insularidad y los desafíos propios de un archipiélago, debe ser especialmente complicado.
Totalmente. Apostar por quedarnos aquí, fieles a nuestras raíces y a lo que creemos, no ha sido sencillo. Muchas veces se prioriza el consumo de productos más económicos y procesados por encima de los naturales que son los que nos garantizan salud y bienestar, y nosotros nos mantenemos firmes en elaborar productos naturales y que sean 100% canarios y lo que implica un costo mas alto de elaboración.
Creemos profundamente en lo que hacemos. En nuestra leche. procesos suaves que respetan el producto tal como sale del campo. Por ejemplo, seguimos elaborando yogurt de verdad es auténtico porque lo elaboramos con leche fresca y fermentos naturales, lo que quiere decir que tienes los probióticos esenciales Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus, que no solo le confieren su sabor y textura característicos, sino que también aportan grandes beneficios para la salud digestiva y fortalecen el sistema inmunológico. Creemos en hacer siempre yogur verdadero y por ello lo especificamos en el envase.
Nuestro compromiso es con la autenticidad. Con la forma en que los ganaderos canarios siempre han hecho las cosas: con mimo, con un tratamiento térmico suave, sin atajos.
Además de la innovación en productos, ¿qué tecnologías y procesos innovadores utilizan para asegurar la seguridad alimentaria y la calidad de sus productos?
Para nosotros, la calidad empieza en la granja. Nuestros animales están en el centro de todo, y su bienestar es una prioridad. Cada vaca lleva un collar inteligente que monitoriza sus pasos, ayudándonos a detectar si está inquieta o en celo—algo fundamental para su ciclo reproductivo, ya que solo producen leche tras parir.
Sabemos en todo momento dónde está cada una, lo que nos permite atenderlas con rapidez si lo necesitan y evitarles cualquier molestia innecesaria. Además, estos collares nos dan información sobre cuánto comen o descansan. Si detectamos alguna alteración, actuamos antes de que aparezca cualquier síntoma de enfermedad. Es una forma de cuidarlas con cariño y anticipación.
También contamos con un sistema de ordeño moderno, automatizado, que prioriza la suavidad y el confort. Incluso la música forma parte del proceso porque sabemos que una vaca tranquila da mejor leche. Es un momento delicado y hacemos todo lo posible para que se sientan a gusto.
Otro pilar fundamental es el agua. La leche es, en gran parte, agua, así que cuidamos mucho su calidad. Usamos nuestros propios pozos, aplicamos tratamientos específicos y filtramos con ósmosis inversa para asegurar que cada sorbo que beben sea puro y saludable. La limpieza, el orden y la higiene son parte del día a día.
“Nuestro control de calidad comienza en el origen, cuidando cada detalle”
En cuanto a la tecnología aplicada al producto final, vamos siempre un paso más allá. Incorporamos maquinaria y técnicas que alargan la vida útil del producto sin necesidad de añadir conservantes artificiales. Preferimos trabajar con aromas y conservantes naturales, que requieren más investigación, sí, pero nos permiten ofrecer un producto más sano y honesto. Y eso, para nosotros, no tiene discusión.
Resulta sorprendente cómo un sector tradicionalmente percibido como estático, se encuentra a la vanguardia de la innovación y la tecnología.
Sí, es cierto que todavía existe la idea de que el sector primario es algo antiguo, sin apenas avances… pero nada más lejos de la realidad. Hoy en día, la tecnología está presente en cada paso que damos.
Un buen ejemplo es la alimentación de nuestras vacas. Contamos con el apoyo de un nutricionista que diseña, de forma automatizada, la ración exacta que necesita cada animal en cada etapa de su vida. Esa información se introduce en un carro unifeed, que se encarga de preparar una mezcla perfectamente homogénea. Así garantizamos que cada vaca reciba una dieta equilibrada y adaptada a sus necesidades.
Además, registramos todos los datos: desde la hora en que se alimentan hasta las cantidades administradas y cualquier ajuste en la receta. Esto nos permite detectar desviaciones y hacer mejoras en tiempo real. Todo eso, aunque no se vea, también es tecnología.
Incluso hay granjas que ya utilizan robots para el ordeño totalmente automático. Nosotros, por ahora, no hemos dado ese paso, pero sin duda es hacia donde va el sector. La tecnología no nos aleja del campo—nos acerca más al cuidado, al detalle y al compromiso con una producción más responsable.
Considerando su enfoque en la calidad y la tradición, ¿qué innovaciones o nuevos productos podríamos esperar de Leche Sandra en el futuro?
Siempre estamos buscando formas de seguir mejorando, sin perder de vista lo que nos mueve: Hacer productos que nos ayuden a mejorar la salud, el respeto por el producto de origen y el bienestar de quienes lo consumen. En ese camino, nos hemos centrado mucho en el papel de los probióticos, porque el sistema digestivo—ese «segundo cerebro» del que tanto se habla—tiene un impacto enorme en nuestra salud general.
Ya trabajamos con los dos probióticos esenciales en nuestro yogur tradicional, y hemos dado un paso más con el kéfir que elaboramos con trece probióticos distintos, Queremos que sea no solo un alimento rico, sino también funcional, que ayude a reforzar el sistema inmune y a mejorar la digestión de forma natural.
Además, ampliaremos la gama de sabores de kéfir y lanzaremos una nueva línea de yogures sin trozos, pensada tanto para niños como para adultos. Siempre con aromas y colores naturales, como nos gusta hacer las cosas: sin artificios, con cariño y pensando en cada familia que confía en nosotros.
Para concluir, ¿qué mensaje le gustaría transmitir a los consumidores sobre la calidad y la autenticidad de los productos de Leche Sandra?
Si pudiera dejar un solo mensaje, sería este: hemos evolucionado, sí, pero sin dejar de ser quienes somos. En Leche Sandra hemos sabido adaptarnos a los tiempos, incorporar tecnología, innovar… pero sin perder nunca nuestra esencia y siempre elaborando productos saludables.
Seguimos haciendo las cosas con el mismo cariño y respeto por el producto que nos enseñaron quienes empezaron este camino. Nuestro compromiso con la calidad, con el bienestar animal, y con los consumidores canarios sigue intacto. Porque si algo tenemos claro, es que crecer no significa alejarse de lo auténtico. Al contrario: es reafirmarlo cada día.