El 2024 fue un año de fuerte crecimiento para el sector marítimo, pero también de disrupciones. Desde la perspectiva de la ARN, ¿cuál es el estado de salud actual de la industria de reparaciones navales en Las Palmas? ¿Cómo se ha comportado el volumen de trabajo y la rentabilidad de las empresas asociadas en el último año?
El estado de la industria de la reparación naval en el puerto de Las Palmas considero que tiene una fortaleza envidiable. Las empresas que se dedican a la reparación naval en nuestro Puerto han consolidado altísimos niveles de calidad técnica y solvencia en resolver proyectos complejos de reparación y mantenimiento de buques de todo tipo, y de unidades de perforación petrolífera.
Esto, unido al altísimo nivel de prevención de riesgos laborales que se implementan en los proyectos que se llevan a cabo, hace que el puerto de Las Palmas y nuestra industria tenga una reputación y una carga de trabajo asegurada.
Sin embargo, hay que considerar y destacar también que es un sector con cierta inestabilidad temporal en cuanto al volumen de carga de trabajo, es decir, hay picos de trabajo que son difíciles de organizar con los recursos locales, frente a épocas en que baja algo la demanda lo que requiera una solidez empresarial muy alta.
La crisis del Mar Rojo y las restricciones en el Canal de Panamá han reconfigurado las rutas marítimas. ¿Cómo han afectado estos factores directamente a la actividad de reparación naval en Las Palmas? ¿Han observado un cambio en el tipo de buques que llegan para reparación o en la urgencia de los trabajos debido a estos fenómenos?
Efectivamente, si ha habido algún efecto en la carga de trabajo relacionada con la reparación en nuestro puerto por las circunstancias que mencionas, ha sido únicamente para trabajos de emergencia. La mayor parte del trabajo que se realiza en nuestro puerto ya viene previamente programado por los armadores con tiempo suficiente de antelación y se concentra, básicamente, en flotas que operan en la costa occidental africana, que tienen su ruta ya establecida entre Suramérica o Sudáfrica y el norte de Europa, o buques que están operando en el Caribe y vienen hacia las islas por ser un enclave geográficamente bastante adecuado para ello en sus intereses.
Es cierto que, probablemente, el suministro de combustible o la consignación haya visto aumentado su actividad como consecuencia de lo que menciona, pero no la reparación naval en sí, al menos no en volúmenes significativos.
Como representante de los intereses de sus asociados, ¿cuáles han sido las preocupaciones o desafíos más recurrentes que las empresas de reparación naval les han transmitido durante el último año? ¿Hay algún tema específico que les mantenga especialmente ocupados en la defensa de sus intereses?
En este momento, la mayor preocupación que tiene a cualquier sector es el alto nivel de absentismo, que, unido a la falta de vocación en los jóvenes por desarrollarse enoficios tradicionales, hace peligrar el futuro de nuestro sector en los niveles en que está actualmente, y la continuidad de algunas empresas.
La falta de personal cualificado es un desafío estructural en muchos sectores técnicos. ¿Cómo de crítica es la escasez de mano de obra cualificada en la reparación naval en Las Palmas? ¿Qué perfiles son los más difíciles de encontrar y qué iniciativas o proyectos concretos está impulsando la ARN, en colaboración con instituciones educativas o la administración, para cerrar esta brecha?
Como continuación de la respuesta anterior, efectivamente, el desafío que tenemos actualmente es conseguir aumentar la vocación por oficios como soldadores, caldereros, pintores, tuberos, mecánicos, electromecánicos… que se consideran actualmente poco interesantes para la juventud. Es nuestra prioridad. Es muy triste que tengamos que acudir a las bolsas de empleo internacionales para cubrir puestos de trabajo que se van a desarrollar en Las Palmas, en nuestro puerto.
Las instituciones educativas y políticas son conocedoras de este problema y tratan de adecuar los programas relacionados con nuestra colaboración, pero el principal problema no está en los estamentos educativos ni sociales, sino en la propia sociedad y la falta de vocación para este tipo de trabajos.
De cara al resto de 2025 y principios de 2026, ¿cuáles son los objetivos más inmediatos y prioritarios que la ARN se ha marcado? ¿Existen campañas específicas de promoción, negociaciones con la administración o proyectos para mejorar la competitividad del sector?
Los objetivos de nuestra asociación continúan siendo afianzar la necesidad de contratación local, colaborar en los programas educativos y de colocación de jóvenes y transmitir en los foros en los que se nos convoque las bondades del sector en nuestro puerto. Es un sector que permite desarrollar empleo de calidad, con sueldos de calidad y no tenerse que desplazar a otras ciudades para ello.
Esto está siendo complicado y tenemos que abordarlo desde los colegios antes de que los jóvenes tomen las decisiones en cuanto a lo que quieren hacer con su futuro y en ese sentido, queremos colaborar con los estamentos correspondientes. ARN está presente en otras asociaciones y hace hincapié en estas necesidades donde corresponde.
En estos momentos tenemos retos de digitalización de nuestro sector, tenemos retos de adecuación a la legislación que nos afecta, cambiante en todo momento y para ello siempre estaremos amparando a los asociados y caminando juntos para conseguir los mejores resultados.
“La mayor
preocupación
que tiene a
cualquier sector
es el alto nivel de
absentismo»
Las Palmas es un punto estratégico, pero compite con otros hubs de reparación naval. ¿Cómo percibe la ARN la competencia de otros puertos en la región (ej. Gibraltar, Malta) o incluso a nivel internacional? ¿Qué fortalezas diferenciales tiene Las Palmas para mantener y atraer negocio?
Cierto que tenemos que estar atentos a la competencia que nos pueden ofrecer puertos y astilleros situados en Gibraltar, en Dakar, y otros puertos de península. Pero nuestro Puerto tiene una excelente reputación, principalmente por el nivel de solvencia técnica alcanzado
y la seguridad (no sólo en el aspecto de la prevención de riesgos también social en la propia ciudad), las conexiones internacionales que tenemos por nuestras características en Canarias, etc. hacen que seamos un enclave privilegiado para las reparaciones en el Atlántico, de hecho, armadores operando en caribe se desplazan hasta Canarias a reparar
y vuelven a operar allí para que nos hagamos una idea.
Tenemos, sin embargo, el inconveniente del nivel de precios que supone la insularidad y la necesidad de estar siempre atentos a proporcionar los mejores servicios en cuanto a logística, cuestiones fundamentales para mantener nuestra competitividad.