“Hemos propuesto
la figura del
Comisionado
del REF en las
estructuras del
Gobierno de
Canarias, para que
haya un equipo
potente
de personas
que analice
la economía,
los entornos
competidores y su
evolución”
Hace unos meses, usted vaticinaba que la recuperación, previsiblemente, llegaría en este primer trimestre del año 2022. Las circunstancias han cambiado un poco respecto a la situación sanitaria, ¿sigue viendo el 2022 con el mismo grado de optimismo?
Sí. El 2022 lo sigo viendo con optimismo a pesar de que el cierre del 2021 no ha sido el que esperábamos. La llegada de Ómicron ha desajustado considerablemente las cifras turísticas para los que iban a ser los meses de recuperación turística de Canarias. Aún así, todos esperamos que en el mes de febrero se recupere la tendencia que llevábamos al alza de visitantes turísticos para que podamos operar el próximo invierno con normalidad, así como tener un verano razonablemente bueno.
No podemos obviar que, sin duda, el sector turístico ha sido y es el que está imperando en Canarias, es nuestro motor y debemos cuidarlo, ¿no?
Renunciar al sector en el que Canarias tiene una mayor ventaja competitiva y comparativa respecto a otros destinos alternativos, un sector en el que somos líderes mundiales en el segmento de sol y playa y un sector que se ha desarrollado a lo largo de los últimos 60 años a base de un tremendo esfuerzo de la iniciativa privada, sería algo difícilmente entendible. En estos momentos, Canarias sigue apostando fuertemente por el turismo y, además, aplicándole dosis de innovación.
Creo firmemente en que la llegada de Amadeus al sector privado de Canarias va a marcar tendencia mundial. En los próximos años se incorporará la inteligencia artificial, así como el Big Data al servicio del sector turístico para ir ajustando nuestra oferta a los gustos de la demanda, colocando en el centro al cliente con la finalidad de definir nuestro producto turístico en base a lo que se va demandando a nivel global
Es un buen momento para seguir perfeccionando nuestro modelo turístico, tenemos que aprovechar la ventaja competitiva que tenemos, pero ahora debemos incorporar todo lo que ha nombrado usted: las nuevas tendencias y colocar al cliente en el centro. ¿Todavía le quedan retos al sector turístico por conseguir?
Los retos no se acaban nunca y menos en un mundo tan cambiante al que te tienes que adaptar de una forma muy rápida y ágil. Por eso es bueno que, de entrada, también participen las administraciones públicas que tienen tendencia a querer influir en la definición de los sectores de actividad. Yo creo que ha llegado el momento en el que todos tenemos claro, y el sector público lo ha puesto de manifiesto con su apoyo al Travel Tech School by Amadeus, que lo que hay que tener en cuenta es el cliente.
Canarias tiene la suerte de contar con clientes de un alto nivel de formación, que vienen de un entorno europeo donde valores como el respeto al medioambiente están muy arraigados y donde precisamente esos valores recogidos en los objetivos de desarrollo sostenible tienen mucho que ver con las decisiones de consumo de estos países emisores.
Ante esta crisis en la que estamos inmersos, el Gobierno pudo haber estado más o menos acertado en un intento por paliar los efectos de la crisis. Lo verdaderamente cierto es que ha habido un compromiso rotundo por parte del empresariado canario en querer seguir luchando. Yo creo que sacamos algo positivo de todo esto, ¿no es así?
El esfuerzo del sector privado ha sido sumamente importante, especialmente el del sector turístico por ser el más impactado ante las restricciones de movilidad. En definitiva, el sector que se ha visto afectado ante esta situación ha sido todo el sector servicios.
El esfuerzo que ha hecho el sector durante los dos años de pandemia, de mantenerse actualizado, de cerrar de forma ordenada, de rehabilitarse o actualizarse durante el cierre y volver a abrir a pesar de las enormes incertidumbres que se producían ante cada apertura, de arriesgarse a asumir un enorme riesgo, es lo que ha permitido una recuperación progresiva. Se está avanzando con cierta resiliencia hacia adelante hasta alcanzar la normalidad que todos ansiamos.
¿Qué valoración hace usted del impulso que ha intentado dar el Gobierno en este último año respecto a la crisis?
Si me hablas del Gobierno de España, el impulso dado a la economía a lo largo de la pandemia está basado en los fondos aportados por la Unión Europea y ha habido una buena gestión en la búsqueda de estos fondos. España ha sabido posicionarse como país altamente dañado por la crisis sanitaria y ha sido un buen receptor de fondos que ahora debe gestionar y para los que, además, debe completar las reformas que nos pide la Unión Europea.
Yo creo que las necesidades de inversiones ven buenas expectativas en la llegada de fondos europeos y echan de menos que se apueste por la capacidad inversora en el sector privado. En concreto, en Canarias, contamos con una magnífica herramienta, la Reserva para Inversiones en Canarias dentro de nuestro Régimen Económico y Fiscal, que no ha estado especialmente bien tratada a lo largo de la pandemia por el Gobierno de España, y esa es una capacidad inversora a la que estamos renunciando en la Comunidad Autónoma por la falta de flexibilidad del Gobierno de España de entender la herramienta y las necesidades de inversión que tiene la comunidad, la cual ha sufrido un gran impacto económico tras las crisis sanitaria.
Hablamos de unos fondos ansiados y absolutamente necesarios para dar ese siguiente paso, pero justamente usted lo mencionó, y está en boca de todos, ¿tendrá el Gobierno la capacidad para transformar ese dinero en realidad, distribuirlo y sacar proyectos adelante?
Ya hemos constatado que el sector privado está dispuesto a invertir, se han puesto proyectos encima de la mesa que tienen que ver con las líneas de los fondos europeos y hay proyectos más que suficientes para recibir los mismos.
Ahora falta, primero, que la administración sea capaz de colocar los fondos en los proyectos y, segundo, que las administraciones públicas competentes sean capaces de tramitar las licencias que requiere cualquier tipo de inicio de actividad, especialmente todo lo que tiene que ver con el suelo en España y especialmente en la Comunidad Canaria. Tenemos que avanzar muy rápido en este asunto y no es que lo diga únicamente el sector privado, el sector público reconoce que no está preparado para tramitar esta ingente cantidad de fondos que podrían llegar a España y que, desde luego, sería el gran revulsivo para la recuperación económica de las próximas décadas.
¿Dónde colocaría usted estratégicamente estos fondos? ¿Qué sectores están más necesitados o serían más interesantes a nivel de desarrollo económico?
Canarias necesita fondos en todas las infraestructuras que guardan relación con el sector turístico, el apoyo al sector turístico garantizaría la competitividad del sector en los próximos años. Las infraestructuras públicas que tienen que ver con el sector turístico en Canarias están muy deterioradas y necesitan inversión, hablamos de infraestructuras de recepción de turistas como pueden ser puertos y aeropuertos, hablamos de las vías de comunicación, tanto interurbanas como dentro de las ciudades turísticas, y hablamos de todo lo que tiene que ver con la transición energética y la digitalización del sector, toda esa infraestructura digital que se necesita para que las empresas se puedan acoger a la revolución digital en una máxima posición dentro de las posibilidades tecnológicas que existen en el mundo más desarrollado.
Y, sin duda alguna, añadir muchísima formación, hay enormes necesidades de una formación diferente que nada tiene que ver con la formación reglada universitaria e incluso pre universitaria. Ir a unos estándares de formación mucho más flexibles en los que se forme a personas en función de lo que en cada momento va demandando la economía, lo que supone avanzar y evolucionar con rapidez.
Mientras que los planes de formación reglada tardan una década en establecerse y cuando se ponen encima de la mesa, para poder atraer alumnos hacia ellos, ya no existe esa demanda, estamos viendo como en lugares como el País Vasco o Málaga están haciendo esa tremenda apuesta de formación acercándose a la empresa, es decir, de trabajar de forma conjunta con la empresa para ver en qué hay que formar a personas para incorporarlas al mundo laboral y, por supuesto, de poner esos planes a disposición en un periodo de 6-9 meses.
Hay un asunto importante: la tecnología y la innovación, ¿puede ser Canarias ese punto diferencial en este sentido para España y para Europa?
Canarias está preparada para serlo y una vez más nos encontramos con las dificultades de comunicación con el Gobierno de España, lo que tiene mucho que ver con nuestro Régimen Económico y Fiscal y con nuestra Zona Especial Canaria. Si queremos atraer economía digital a Canarias tenemos que tener una legislación absolutamente actual que compita con Estonia, Irlanda, Puerto Rico, que compita con los países que poseen economía digital y Canarias está con regulación, en muchos aspectos, del año 94 en el que todavía ni siquiera existía el iPhone, por lo que necesitamos actualizar.
Si existe una apuesta de verdad por la diversificación de la economía, de la que se llena la boca hablando el sector público, necesitamos que se adapte la legislación aplicable a nuestro Régimen Económico y Fiscal y nuestra Zona Especial Canaria para competir con los principales destinos digitales del mundo, no de España porque no queremos competir con otras comunidades españolas.
Habla usted, además, de que debemos pensar en el REF de los próximos 15 años, no podemos ir año por año, Canarias y el Gobierno Estatal tiene que mirar hacia adelante, hay que crear un marco normativo estable, no para los próximos 5, hablamos de un plazo más largo, ¿verdad?
Sí, lo decía antes con la formación. El mundo está evolucionando muy rápido, la actividad económica evoluciona muy rápidamente, no podemos enfrentarnos a los problemas como lo hacíamos hace 40 años cuando nuestro REF era estable por 15-20 años. Ahora las cosas hay que actualizarlas, prácticamente, año a año y para eso necesitamos a personas que estén viendo lo que va a ocurrir en la economía futura.
Por ello, hemos propuesto la figura del Comisionado del REF en las estructuras del Gobierno de Canarias, para que haya un equipo potente de personas que analice la economía, los entornos competidores y su evolución con la finalidad de que el REF se vaya actualizando antes de que llegue la actividad económica, que se actualice para atraer actividad económica no para darle cobertura a lo que ya existe o a lo que se ha quedado obsoleto.
Estamos en los primeros días del 2022, es un año esperanzador, pero también de trabajo, un año bastante agitado, ¿cuáles son los desafíos a los que se enfrenta la economía canaria durante este año y que serían de obligado cumplimiento?
A mí me gustaría que en 2022 la economía privada volviese a recuperar el pulso. Tenemos que volver a que el sector privado, el sector que es capaz de generar recursos públicos para sostener esa economía del bienestar que todos pedimos y a la que no queremos renunciar, crezca y, para eso, el sector público tiene que tejer el marco necesario.
Yo le pido al 2022 que sea el año del regreso de la economía privada a la actividad de forma preponderante, que volvamos a tirar de la economía desde el sector privado y que no tengamos que seguir utilizando el tirón del sector público que supone hipotecar el futuro de todos los canarios.