Desde hace años, SITCA viene denunciando públicamente el rumbo de catástrofe que mantenía el sector hortofrutícola canario, y muy especialmente el cultivo y exportación de tomate y pepino, que tantos puestos de trabajo directos e indirectos crea en nuestro archipiélago, con marcada incidencia en la isla de Gran Canaria.
Factores propios y ajenos han traído esta situación, como la competencia desleal de terceros países ajenos a la Unión Europea, que vulneran todos los días las cuotas de importación, mientras la administración española y europea miran para otro lado, arrinconando al producto nacional y al canario.
Otro elemento de gran perjuicio ha sido, como venimos denunciando, el Brexit, que nos ha cerrado o dificultado enormemente el acceso al mayor mercado de exportación de nuestros productos hortofrutícolas.
En medio de todo este desolador panorama, nos encontramos con la casi absoluta falta de respuesta de las administraciones regional, nacional y europea, ante un cataclismo social y económico que se viene anunciando desde hace años.
En este contexto se produjo este 28 de enero la reunión entre SITCA y la consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, Alicia Vanoostende. En dicho encuentro hemos trasladado a la consejera nuestra honda preocupación por el futuro del sector hortofrutícola de exportación de Canarias, por su viabilidad futura y por la situación de vulnerabilidad en la que quedan miles de familias de todo el archipiélago cuyo sustento depende de esta actividad, por otro lado, histórica en Canarias y que hunde sus raíces en nuestras ancestrales formas de vida.
Hemos dado traslado a la consejera de una serie de propuestas e iniciativas, ante las cuales se mostró muy receptiva. Esperamos verlas puestas en práctica en fechas más cercanas que lejanas, y que produzcan resultados que permitan un atisbo de esperanza para un sector muy castigado y abandonado durante años por las administraciones públicas.
