Tras una época económica y social tan dura, ¿qué expectativas tiene la Consejería de Economía, Empleo y Conocimiento para este año 2022?
Después, como bien dices, de un año 2020 donde el PIB cayó un 18,1%, una caída histórica consecuencia de la paralización económica, hemos vivido un 2021 de cierta recuperación económica. Los datos de empleo son favorables, muestran 8 meses de bajadas consecutivas y el número de empresas inscritas en la Seguridad Social es superior a 3.000 en relación a cuando empezó la pandemia.
Las últimas previsiones económicas que elaboramos tuvieron lugar antes de la llegada de Ómicron, ahora presentaremos las nuevas previsiones económicas del Gobierno. Las que elaboramos antes de la sexta ola preveían un crecimiento entre un 9,6% y un 13,6%. En cualquier caso, más allá del porcentaje de crecimiento del PIB, lo que se observa es una tendencia clara de recuperación económica que se inicia en 2021, esperemos que se consolide en 2022 y todas las previsiones económicas señalan a 2023 como el año de la recuperación definitiva. No obstante, seguimos bajo el efecto de la pandemia, por lo que todas las previsiones hay que analizarlas con la máxima prudencia.
Además, iniciamos 2022 con una oportunidad insólita: la llegada de los nuevos fondos europeos. ¿Qué objetivos perseguirán los mismos?
Los fondos europeos marcan como objetivo la transformación del modelo de desarrollo económico en España. Tenemos una gran oportunidad. Aparte de con los fondos europeos, otras acciones han contribuido a mitigar el impacto de la, como los 1.144 millones de euros dirigidos a PYMES, autónomos y empresas. Ahora, lo que toca es transformar el modelo de desarrollo desde el punto de vista de la transformación verde y digital. Es el momento de aprovechar estos fondos a favor de la sostenibilidad de nuestro modelo económico y de mejorar la competitividad de nuestro tejido productivo a través de la transformación digital.
El camino a la sostenibilidad cobra un papel importante en el futuro de Canarias. Sin embargo, Yaiza Castilla, critica que las ayudas al turismo solo vayan ligadas a esta sostenibilidad, ¿qué opina usted al respecto?
El sector turístico ha sido uno de los grandes beneficiados de las distintas líneas de ayudas que se han desarrollado. Es un sector en el que, por el impacto que tiene en el PIB y siendo el motor económico de Canarias, la sostenibilidad y la transformación digital van a ser claves para seguir conservando el liderazgo que tiene el archipiélago dentro de este segmento en el que somos líderes. Nuestros potenciales clientes demandan esa sostenibilidad y estoy convencida de que el sector, con la fortaleza que tiene, ya está en ese proceso de mejorar la sostenibilidad, además de innovar a través de la digitalización
¿Cree usted que seguirá siendo el sector turístico el que lidere la economía en Canarias en los próximos años?
Yo creo que el sector turístico no es incompatible con otros sectores, como pueden ser la tecnología o el propio desarrollo sostenible. El turismo suponía, antes de la pandemia, el 35% del PIB y el 40% del empleo, ningún otro sector puede llegar a tener el peso que tiene el sector turístico en Canarias. El sector turístico en Canarias seguirá siendo el motor económico, pero un motor afianzado en dos pilares: la sostenibilidad y la digitalización. Los fondos europeos van a ayudar a esa diversificación económica que Canarias necesita en sectores como el audiovisual, unido a las energías renovables y a todo el sector de la innovación y el conocimiento.
Tenemos que aprovechar todas las ventajas que tiene Canarias para atraer talento que genere economía y desarrollo, así como a empresas emergentes vinculadas al emprendimiento tecnológico e innovador. Nada es incompatible, necesitamos un sector turístico líder, innovador y sostenible, y aquí la formación es clave, hay que unir esa diversificación a la formación.
No vamos a poder mejorar la competitividad y la productividad de nuestras empresas si no contamos con personas formadas, y ahí es donde el Servicio Canario de Empleo trata de unir y acompañar a ese desarrollo, vinculado a los fondos europeos, con políticas de formación que permitan que personas desempleadas puedan beneficiarse de estas nuevas oportunidades
Uno de los objetivos primordiales actualmente es reducir el coste de la energía y acelerar la descarbonización de la economía, ¿se está invirtiendo en infraestructuras energéticas innovadoras que nos lleven a este objetivo?
La Consejería de Transición Ecológica, que es la responsable de este ámbito, es una de las grandes beneficiadas de los fondos europeos y, desde luego, va a contribuir a esa transformación energética que Canarias necesita desde el punto de vista de la sostenibilidad, pero también de un elemento que, como consecuencia de la crisis, está impactando en la economía y que es el precio de la energía.
Es fundamental avanzar en esa descarbonización, en esa transformación energética hacia las energías limpias para disminuir el impacto de la energía en la ciudadanía y en las empresas7
El empleo en las islas se ha visto sumamente afectado, ¿qué políticas activas de empleo y formación se llevarán a cabo para dinamizar y promover el empleo?
Esa es la razón de ser del Servicio Canario de Empleo: mejorar la empleabilidad de las personas desempleadas a través de los distintos instrumentos que disponemos
El 2021 empezamos con un presupuesto inicial de 276 millones y finalizamos con 665 millones, gracias a los distintos fondos extraordinarios que se han ido incorporando, además de los fondos dirigidos a la formación, a la formación con alternancia en el empleo, a la orientación, planes de empleo…
Se han incorporado nuevos recursos provenientes del mecanismo de recuperación y resiliencia, 40 millones con los que esperamos llegar a más de 17.000 personas con algunas líneas novedosas, como aquellas que van dirigidas al empleo joven con una primera experiencia profesional en las administraciones públicas, o proyectos que tienen que ver con la mejora de las capacidades digitales para las personas desempleadas, tanto desde el punto de vista de fomentar el emprendimiento como de mejorar su empleabilidad. En el año 2021, 135 millones de euros fueron destinados a las distintas líneas de formación, se incrementaron los TFAE, que es la formación con alternancia en el empleo que permite contratar a las personas al mismo tiempo que se están formando, más de 63 millones de euros destinados a TFAE y 52 millones de euros a la formación de personas desempleadas, en total 135 millones de euros; 44 millones de euros dirigidos, no solamente por el Servicio Canario de Empleo sino por el conjunto de la Consejería, a políticas de formación enfocada en las personas jóvenes, que han sido unos de los más damnificados a consecuencia de la crisis.
Por lo tanto, aprovecharemos toda esta inyección de recursos nuevos, de recursos extraordinarios procedentes de los fondos europeos para la formación, para las políticas de empleo y, sobre todo, para mejorar esa conexión entre las necesidades del tejido empresarial, vinculado a esos nuevos nichos relacionados con la sostenibilidad y la transformación digital. Todo ello con el objetivo de adaptar la formación y nuestras políticas
¿Qué estrategias y proyectos liderarán la economía de Canarias en los próximos años?
Hemos desarrollado y aprobado una estrategia de economía azul para tratar de coordinar las distintas políticas que se llevan a cabo en los sectores vinculados a la economía azul, la cual supone casi un 7% del PIB y cuenta con un potencial de desarrollo en áreas como la biotecnología azul, la eólica marina, además de sectores más tradicionales, pero en los que somos muy competitivos, como las actividades portuarias.
Por parte de la Consejería, en la parte que a mí me compete, se hace una apuesta importante por la innovación, por el conocimiento y por acompañar a nuestro tejido productivo en esa transformación digital, que es clave para que nuestras PYMES puedan crecer. Es importante emplear la tecnología inteligentemente para mejorar los procesos y los servicios emitidos por las empresas, unidos de una buena formación.
Necesitamos personas con competencias digitales para afrontar estos retos y necesitamos que, en las empresas, se forme a los equipos humanos para que puedan aprovechar las ventajas que ofrecen estas tecnologías disruptivas.
