En un mercado cada vez más competitivo, ¿qué elementos considera esenciales para diferenciar la experiencia hotelera de Abama respecto a otros destinos premium en Canarias o en el resto del país?
Creo que en 2025 se está reforzando una tendencia que ya venía de años anteriores: los huéspedes buscan experiencias más personalizadas y una sostenibilidad real, no solo de imagen. Y esto nos viene genial porque la demanda de experiencias familiares de alto nivel está creciendo mucho. En nuestro caso, encaja perfecto: la mayoría de nuestras opciones son suites muy amplias —de dos, tres, cuatro e incluso cinco dormitorios— además de 23 villas de dos y tres dormitorios.
El wellness ya no es un complemento, es un factor clave a la hora de elegir destino. Por eso hemos trabajado tanto en nuestro spa, Sandara, que en muy poco tiempo ya ha recibido varios premios. Y ahora estamos preparando también un nuevo gimnasio y sala fitness para completar la oferta.
Como siempre, en Abama tenemos la suerte de contar con una ubicación excepcional y un producto muy sólido: deporte de alto nivel, un wellness muy cuidado, alojamiento impresionante y gastronomía de primerísimo nivel, todo en un entorno incomparable.
Abama Hotels ha destacado por su enfoque en sostenibilidad dentro del segmento de lujo. ¿Cuál es la filosofía que guía su estrategia medioambiental y cómo se integra en la operación diaria del resort?
La verdad es que la sostenibilidad forma parte de casi todas las decisiones que tomamos en el día a día. Es algo que tenemos muy presente en el complejo.
Por ejemplo, uno de los temas que más llama la atención es el consumo de agua. En nuestro caso, contamos con una desaladora propia, así que producimos nuestra propia agua y abastecemos también a la comunidad local. En energía usamos solar, termodinámica y sistemas de domótica en las habitaciones para reducir consumos cuando no están ocupadas.
Todos los transportes internos son eléctricos, desde los buggies hasta las Mercedes-Benz Viano que usamos para mover a los huéspedes por el complejo. En las habitaciones eliminamos los desechables: nada de plásticos, todo sustituido por materiales más duraderos.
También aplicamos criterios sostenibles en construcción y mantenimiento: iluminación LED, eficiencia energética, aprovechamiento del calor de las piscinas para climatizar unidades… La lista es enorme. Y lo mejor es que seguimos innovando constantemente para mejorar aún más en sostenibilidad.
Hablábamos antes del spa y de su trayectoria en tan poco tiempo, que ya ha recibido varios premios y reconoci mientos. ¿Cuáles crees que han sido los factores clave para que el spa del Hotel Alabama destaque tanto, y cómo influyen estos logros en la experiencia del huésped y en la estrategia de posicionamiento del hotel dentro del sector de lujo?
El spa desde el principio se ha creado con mucho cariño: desde el diseño y la ubicación hasta el equipamiento, todo pensado al detalle. Además, hemos formado un equipo con gran experiencia, con profesionales que han trabajado en Asia y otros lugares donde el wellness está muy desarrollado. Esto hace que, desde que los huéspedes entran en Sandara, sientan paz, relajación y bienestar.
En solo un año, el spa ya ha recibido reconocimientos como el Luxury Lifestyle Awards Top 100, y premios en los World Luxury Awards como Best Interior Design, Luxury Ocean View Spa y Luxury Boutique Wellness Spa.
Estos logros también ayudan al posicionamiento del hotel, porque en Abama ofrecemos una experiencia holística: una de las playas más bonitas de la isla, un campo de golf de alto nivel, instalaciones deportivas, rutas para caminar y gastronomía de primerísimo nivel. El spa es fundamental para completar esa experiencia que buscan nuestros huéspedes.
¿Cómo se está integrando la oferta comercial y gastronómica del resort en la propuesta global de valor de Abama?
En Abama siempre hemos tenido una oferta gastronómica muy potente y cada día seguimos ampliándola. Empezamos con Melvin, de Martín Berasategui, que es cocina más gastronómica; luego incorporamos Tagra, también asesorado por Berasategui, con un enfoque más local.
Recientemente sumamos Atlántico, un restaurante espectacular con vistas al mar, La Gomera y el campo de golf, que ofrece cocina mediterránea pese a su nombre. Además, tenemos Sunway, que ha sido nominado a premios gastronómicos. Y seguimos trabajando, porque el futuro traerá más sorpresas culinarias al complejo.
La Navidad suele ser un periodo clave para el turismo de lujo: ¿qué propuestas especiales ha preparado Abama Hotels para estas fechas?
Este año vamos a estrenar algo nuevo: inauguraremos la Navidad con el encendido oficial de un árbol de 6 metros, algo que nunca se había hecho antes. Será un evento muy especial tanto para nuestros huéspedes como para toda la comunidad de Abama, y esperamos que realmente emocione e ilumine el complejo.
Aunque Abama funciona como una comunidad en sí misma, con áreas residenciales y turísticas, cualquier persona que entre al complejo podrá verlo, así que no es exclusivo para los alojados, pero el foco principal es la comunidad de Abama.
¿Qué estrategias implementan para mantener altos estándares de servicio en un período de tanta demanda y expectativas elevadas?
Este año vamos a tener varias iniciativas muy especiales en Navidad. Además del encendido oficial del árbol, seguimos con nuestra tradición de solidaridad: el 4 de diciembre, en el restaurante Atlántico, organizaremos un evento con la asociación Pequeño Valiente, que apoya a niños y familias que afrontan tratamientos oncológicos. Será una cena espectacular en un entorno único, con vistas al Atlántico y al campo de golf.
Durante todas las Navidades tendremos música en vivo en la terraza Ámbar, talleres de bienestar como pilates y yoga, y por supuesto Santa Claus visitará a los más pequeños en el Christ Camp. También habrá cenas tradicionales de gala en Nochebuena y Nochevieja, y por primera vez los tres restaurantes participarán en la cena de fin de año.
Operativamente, todo esto requiere mucho trabajo: desde preparar las habitaciones con detalles especiales hasta reforzar servicios como transporte, recepción o desayuno. En estas fechas atendemos a huéspedes con expectativas muy altas, incluso pagando entre 3.000 y 5.000 euros por noche, así que nuestro objetivo es que cada persona que llegue a Abama viva una experiencia realmente especial.
¿Cuáles son los objetivos estratégicos principales para Abama Hotels de cara a 2026, tanto a nivel operativo como de posicionamiento de marca?
Para 2026, Abama Hoteles apunta a un año de mucho crecimiento. Seguimos desarrollando los jardines, que ya superan las 100 unidades y 23 villas, y sumaremos la piscina más grande del complejo, una nueva cafetería, un gimnasio y zonas de esparcimiento. Además, estamos trabajando en un nuevo proyecto turístico que será espectacular, sostenible y alineado con nuestra visión de excelencia.
A nivel de marca, dimos un paso importante con la incorporación del Gran Hotel Taoro a nuestro exclusivo portafolio, recuperando un icono histórico de la hotelería de alta gama en Canarias.
En golf, iniciamos una colaboración con Víctor Dupuasson, exgolfista profesional, para mejorar aún más la experiencia en nuestro campo. Incluso hemos equipado el Driving Range con bolas Titleist Pro V, lo que refleja nuestra intención de posicionarnos como un referente nacional y europeo en todos los niveles.
