¿Cuál es la aportación que realiza Femete al empresariado y a la ciudadanía de Canarias?
Femete tiene como objetivo fundamental defender los intereses de sus 25 sectores de actividad, que se traducen en 1.500 empresas y en una plantilla cercana a los 10.000 profesionales. En ese sentido, apostamos por la formación como un instrumento de innovación y competitividad empresarial que debe extenderse no solamente a las personas trabajadoras -que es la parte productiva fundamental- sino también a sus directivos y propietarios, pues también deben formarse y tener la visión correcta del mercado y las necesidades de los clientes. Esta formación es dual, porque creemos firmemente en ella como mecanismo que combina desde el minuto uno la formación teórica y práctica. De esa manera, el trabajador que está buscando empleo adquiere el perfil que las empresas necesitan y demandan, pudiendo acceder al mercado laboral fácilmente. Conseguimos así que las personas puedan emplearse y que las empresas consigan mano de obra cualificada.
También damos servicios profesionales, como servicios de contabilidad, asesoría laboral y fiscal, porque hay que cumplir con la legalidad. Tengamos en cuenta que el perfil de nuestras empresas, no solamente de Femete, sino de Canarias, son en un 96% micropymes, es decir, cuentan con menos de 10 trabajadores. En esta línea, las empresas necesitan un apoyo técnico y logístico que les permita cumplir con toda la legalidad, que para nosotros es una función fundamental de Femete. Nuestras empresas deben ser legales, apostamos por la igualdad, por la responsabilidad social, pero todo ello requiere formación, conocimiento y asesoramiento y, en esa línea, estamos muy implicados.
En definitiva, el propósito de Femete es multiplicar el valor de nuestras empresas, profesionales y alumnado con cercanía y calidad.
Como usted comentaba, Femete abandera la lucha contra la economía sumergida, defendiendo y promocionando a las empresas y profesionales legales. ¿Cómo desempeñan esta acción?
Esta es una batalla que tenemos desde nuestros comienzos hace más de 40 años. La economía sumergida, como todos sabemos, es aquella economía que no hace facturas, que no contribuye a la sociedad, que no paga impuestos, por tanto, genera empleo precario y, por supuesto, productos y servicios de muchísima menor calidad, por no decir casi ninguna, y que afectan a la satisfacción que los clientes tienen que obtener de lo que contratan. En ese sentido, colaboramos continuamente con las administraciones públicas, en este caso colaboramos con la Consejería de Turismo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, y con el Servicio Canario de Empleo. Nuestro producto estrella es una campaña en la que estamos inmersos ahora, que es ApuestaxLaIndustriaLegal.
ApuestaxLaIndustriaLegal contiene tres ejes. En primera instancia, pone en valor a las empresas y profesionales del sector industrial que representamos, porque es un sector importante que genera empleo de calidad, así como continuidad, estabilidad, resiste mejor las crisis y está mejor remunerado que la media. Con ello, queremos concienciar a la sociedad y a la juventud de que tienen ahí una oportunidad de conseguir el empleo que necesitan para su proyecto de vida. Y después, tenemos la plataforma que hemos desarrollado internamente y que se denomina “YoSoyLegal”, en la que intercambiamos oportunidades de negocio entre nuestras propias empresas con otras del exterior y con los propios ciudadanos para que conozcan las empresas adscritas a Femete, que las cuales son totalmente legales y, por tanto, la calidad de cualquier producto o servicio que contraten con ellas está garantizada. Además, tienen el sello de calidad de Femete y, por tanto, en cualquier momento que haya un problema se puede reclamar porque somos transparentes y absolutamente legales.
Estas son las líneas en las que trabajamos de manera positiva en contra de la economía sumergida y que la ciudadanía debe de conocer.
¿Cómo va a evolucionar el sector del metal en 2023 y cómo va a ser su posicionamiento en nuestra economía?
El sector industrial lo consideramos fundamental en cualquier economía. Es un sector que genera puestos estables, mejor remunerados y mucho valor añadido. Sin embargo, en Canarias el sector industrial es más pequeño, está en torno al 6%, pero sí hay planes para llevarlo hasta el 10% en los próximos 5 o 10 años. Hay una estrategia de desarrollo industrial de Canarias que compartimos con el Gobierno y la Consejería de Turismo, Industria y Comercio. En ese sentido vamos a trabajar muchísimo, porque creemos que hay oportunidades de hacer crecer este sector.
Las encuestas que hacemos varias veces al año indican que nuestras empresas están siendo optimistas, no deja de haber incertidumbre, pero el 51% prevé para 2023 aumentar la contratación; el 77% mantendrá o incrementará la facturación con respecto al 2022. Son datos interesantes que manifiestan que el sector está sano y que hay un cierto optimismo.
¿Qué nos puede decir de las acciones formativas que ofrece Femete con altos porcentajes de inserción laboral?
En Femete tenemos dos líneas de formación. Una que se centra en recualificar, porque hoy en día todos los sectores, pero especialmente el industrial, requieren de permanente actualización de conocimiento y técnicas. De este modo, tenemos una línea para recualificar a las personas trabajadoras ya empleadas. Y, por otra parte, tenemos una línea en la que trabajamos con todas las personas que están formándose para encontrar un empleo de calidad. Tenemos 24 sectores de actividad diferentes, con planes de formación propios relacionados con los servicios y productos industriales.
Es aquí donde implantamos la formación dual, pues contamos con unas instalaciones que reproducen fielmente una empresa industrial. El alumnado sale de nuestros cursos desarrollando la teoría de manera práctica y habiendo realizado 100-200 horas en empresas. Actualmente, estamos en índices de inserción laboral cercanos al 70%. Este porcentaje nos llena de orgullo.
Aún así sigue habiendo escasez de mano de obra cualificada y nuestro trabajo es seguir formando todo lo que nos es posible a las per- sonas trabajadoras que van a ocupar puestos en las empresas industriales.
Tras una pandemia, la guerra de Ucrania y tras esta crisis generalizada, ¿qué mensaje le enviaría al empresariado del metal de Canarias para animarles a seguir luchando, a seguir generando empleo de calidad y actividad económica en nuestra economía?
Nosotros tenemos que perseverar, tenemos que seguir insistiendo en los pilares básicos del funcionamiento de una empresa, que son la formación de calidad y especializada, adaptada a las necesidades de las empresas, porque esto es lo que significa que puedas innovar, que puedas ser rentable como empresa y, por supuesto, competitiva.
Por otra parte, tenemos que seguir siendo exquisitos con la legalidad y para eso tenemos que asesorar en el ámbito contable, fiscal y laboral. Hay que ser perfectamente legal si se quieren hacer las cosas bien y que esto funcione.
Luego, desde Femete estamos incidiendo en planes de igualdad para que la mujer se incorpore a este tipo de trabajo, que lo está haciendo ya intensamente. Hablamos de un sector tradicionalmente masculinizado en el que ya la mujer está tomando muchísimo protagonismo.
Otro factor relevante es la responsabilidad social corporativa, la cual influye mucho en la percepción que tenemos de nuestro sector y su manera de contribuir y colaborar con la sociedad. Recientemente, hemos firmado el Convenio Colectivo Provincial de Siderometalurgia e Instalaciones Eléctricas para poder ponernos todos de acuerdo en cómo aumentamos los salarios acorde a la inflación, siendo compatibles con la viabilidad de la empresa.
En fin, todos estos aspectos los hemos trabajado siempre, ahora si cabe más intensamente que nunca. Estas son nuestras principales armas para luchar contra el escenario de incertidumbre en el que nos ubicamos.
