“Somos una región puntera en riesgos de goteo y en instalaciones profesionales”
ASAGA, la Asociación de agricultores y ganaderos de Canarias. ¿Con qué problemas se está encontrando el sector en materia de agua?
En materia de agua, nos encontramos con un problema de escasez bastante importante, sobre todo en las medianías, porque solamente tenemos disponibilidad de agua procedente de las antiguas galerías que se perforaron en su día, con lo cual esos caudales han ido disminuyendo y nos encontramos con que no tenemos caudales suficientes para atender a la agricultura y a la ganadería de estas zonas. En las costas es verdad que se han habilitado depuradoras y desaladoras, pero en las medianías nos encontramos con esta escasez que comentaba anteriormente.
De hecho, hay parte del agua de las galerías que se destina a la costa y más ahora con el aumento del coste de la electricidad, siendo más demandada el agua proveniente de galerías, puesto que conlleva un menor coste. En definitiva, actualmente competimos mucho más con el turismo y con el abastecimiento de la población. La agricultura no tiene el poder adquisitivo que tienen los ayuntamientos o el sector turístico, por lo que, desde ASAGA, demandamos agua en cantidad y calidad, tanto en medianías como en costas.
Luego, hay muchas desaladoras y depuradoras que tienen obras pendientes que realizar para poder aportar agua a los agricultores y, de momento, en zonas hay disponibilidad, pero en otras no. Digamos que se nos ha prometido mucha agua, sabemos que va a haber mucha agua si podemos depurar en condiciones toda el agua que producen nuestras islas, pero hay que intentar adelantar y agilizar todas aquellas obras de conexiones que permitan que esas aguas lleguen a la agricultura.
Queda constancia que tanto la agricultura como la ganadería tienen futuro con agua de por medio, sin agua no hay futuro para el sector. ¿Cómo trabaja la Asociación para paliar esta problemática?
La Asociación acomete todas aquellas reuniones e intervenciones con las administraciones públicas para determinar dónde, cuándo y qué obras hidráulicas son necesarias. Y, por supuesto, atendemos a las demandas de nuestros agricultores y ganaderos para trasladar sus demandas a las administraciones, ya sean locales, insulares o de ámbito regional.
¿Qué peticiones hace ASAGA a la administración?
Desde la primavera estamos trabajando en todas las problemáticas que los productores nos comentan ante la escasez de agua en la isla baja o en la comarca del noreste, por ejemplo. Estamos trabajando, junto con agricultores y ganaderos, e intentando que, en los casos en los que se pueda, se aumenten los caudales para intentar que no fallen los suministros y optar a un buen servicio de agua en verano.
Además, nos dirigimos hacia una era sostenible a la par que digital, ¿qué avances en materia de agua han favorecido al mundo agrario?
No cabe duda que si hacemos un recorrido por lo que fue el mundo agrario, la situación de hace unos años dista mucho de la actual. De las canalizaciones y los riesgos a manta se pasó a los riesgos por aspersión y, hoy en día, Canarias es una región puntera en riego por goteo y en automatización de riesgos.
Todas aquellas fincas que son medianamente profesionales, por ejemplo en el sector del plátano, utilizan el riego por goteo y son instalaciones que ya se han ido automatizando para evitar pérdidas de agua, regularizar los riesgos y hacer un uso racional de las aguas a demanda de cada cultivo. La realidad es que somos una región puntera en riesgos de goteo y en instalaciones profesionales.
Teniendo en cuenta lo comentado, ¿qué objetivos pretende cumplir ASAGA en los próximos años?
Nosotros trabajamos en una parte a demanda de lo que necesitan nuestros agricultores pero, por otro lado, intentamos adelantarnos aportando formación y haciendo de puente entre agricultores, ganaderos y la administración.
Es verdad que uno de los temas más candentes es el del agua por la escasez y la poca calidad, pero siempre estamos pendientes de que todas las obras hidráulicas llevadas a cabo por parte del Estado no estropeen nuestros suelos y cumplan las expectativas para ser utilizadas como agua agrícola.