Enfrentándose a desafíos como la falta de agua, la Política Agraria Común y la burocracia excesiva, los agricultores canarios luchan por unas rentas dignas que garanticen el futuro de sus actividades. Ángela, ¿cuáles considera que son las problemáticas más urgentes y graves a las que se enfrenta el sector agrícola en Canarias en la actualidad, especialmente en relación con la falta de agua y las dificultades para garantizar rentas dignas a los productores?
La escasez de agua se ha convertido, sin lugar a dudas, en nuestra principal preocupación. Tras un invierno que más bien ha sido una sucesión de olas de calor iniciadas en enero, las perspectivas para el verano son desalentadoras: la previsión de agua es nula o prácticamente nula.
Nos enfrentamos a un panorama muy preocupante, que exige medidas urgentes para afrontar esta grave crisis.
¿Cómo está afectando la sequía y la escasez de agua en Canarias a la actividad agrícola, en particular en las zonas de secano y en las medianías altas de las islas? ¿Cuáles son las consecuencias directas que se están observando en la producción agrícola regional?
Las olas de calor y la falta de agua han tenido un impacto devastador en las cosechas de papa de este invierno. En el sur de la isla, los rendimientos se han reducido a un 20%, mientras que en el norte, la situación es un poco mejor para la cosecha tardía que recién comienza a recolectarse, pero las cantidades siguen siendo escasas.
La escasez de agua ha sido especialmente crítica en las zonas altas del Valle de La Orotava, Altos de Icod, San Juan de la Rambla y Buenavista. Las restricciones hídricas han limitado la siembra, y las cosechas ya plantadas se han visto mermadas considerablemente.
El panorama para el verano tampoco es esperanzador. En el sur, la zona de Villaflor, donde la siembra de la cosecha tardía se realiza entre julio y agosto, se prevé una reducción del 50% en la superficie sembrada. Esto se debe a la falta de agua en la balsa de Trevejos, lo que imposibilita el acopio necesario para el riego.
En consecuencia, se estima que la cosecha de papa de verano se reducirá a la mitad. Esta situación tendrá un impacto significativo en la disponibilidad de este producto básico para el consumo local y en la economía de los agricultores.
¿Cuál considera que sería una solución efectiva para afrontar la limitación del agua en Canarias, especialmente en lo que respecta a la gestión de los recursos hídricos y la planificación de infraestructuras hidráulicas? ¿Qué rol juegan las obras hidráulicas en este contexto?
Ante la actual declaración de emergencia hídrica en Tenerife y los retrasos acumulados en obras hidráulicas clave, resulta imperativo ejecutar de forma inmediata todas las obras pendientes, incluyendo desaladoras y depuradoras. Es inadmisible que año tras año se pospongan estas obras, por lo que se insta a finalizarlas con urgencia para brindar alivio a los productores y garantizar la sostenibilidad ambiental de la isla.
Es fundamental acometer las grandes obras hidráulicas pendientes, priorizando el saneamiento de las grandes poblaciones para evitar el vertido de aguas negras en el subsuelo. La depuración y reutilización de estas aguas permitirán optimizar este recurso vital y darles una segunda vida, contribuyendo a la sostenibilidad hídrica de Tenerife.
La ejecución de estas medidas es crucial para afrontar la crisis hídrica y garantizar un futuro sostenible para la isla. Se hace un llamado a las autoridades competentes y a todos los sectores de la sociedad a unir esfuerzos para lograr una gestión hídrica eficiente y responsable en beneficio de las generaciones presentes y futuras.
Además de la escasez de agua, ¿cuáles son los desafíos adicionales que enfrentan los agricultores canarios, como la Política Agraria Común, la burocracia excesiva y los costes adicionales asociados a la producción agrícola en las islas? ¿Cómo impactan estos factores en la viabilidad de la actividad agraria local?
Como se ha denunciado en las manifestaciones realizadas en Canarias y en toda Europa, el exceso de burocracia está expulsando a los productores del modelo legal y los está empujando hacia la economía sumergida.
La excesiva carga administrativa, con multitud de papeles y solicitudes para acceder a ayudas, lleva a muchos productores a desistir de estas y optar por vías informales, como la venta en mercados sin control, para evitar trámites y costes adicionales.
Esta situación se agrava por los altos costes de producción que no siempre pueden repercutirse en el precio final de los productos, lo que genera un margen de ganancias insuficiente para cubrir los gastos y asegurar la rentabilidad de la actividad.
Como consecuencia, se observa un desalentador panorama de abandono del sector primario por parte de los jóvenes, quienes no encuentran incentivos económicos para continuar con la tradición familiar.
Es necesario tomar medidas urgentes para revertir esta situación:
- Reducir la burocracia administrativa y simplificar los trámites para acceder a las ayudas.
- Apoyar a los productores para que puedan repercutir los costes de producción en el precio final de los productos.
- Implementar políticas que incentiven el relevo generacional y atraigan a los jóvenes al sector primario.
La supervivencia del sector primario en Canarias depende de un compromiso firme con la eliminación de obstáculos y la creación de un entorno favorable para la producción local.
“El exceso de burocracia está expulsando a los productores del modelo legal”
¿Cuáles son las perspectivas y acciones que se están considerando para abordar de manera efectiva los desafíos del sector agrícola en Canarias y garantizar un futuro sostenible y próspero para los productores locales?
En las próximas elecciones, aunque a primera vista pueda parecer que no están en juego nuestras vidas, la realidad es que sí. El futuro del sector primario, vital para nuestra economía y nuestra forma de vida, está en juego. Por eso, hacemos un llamamiento a todos los votantes, especialmente a aquellos que trabajan en el sector primario, a que consideren cuidadosamente su voto.
Es crucial elegir a representantes que comprendan la importancia del sector primario y que estén dispuestos a defenderlo. El actual gobierno, en su afán por ser más verde que los verdes y más conservacionista que los conservacionistas, ha implementado políticas que han puesto en grave riesgo la supervivencia del sector.
No podemos permitir que esto continúe. Debemos elegir líderes que apoyen al sector primario y que trabajen para crear un futuro sostenible para la agricultura, la ganadería y la pesca.
