“Vamos un pasito por detrás del resto de Europa también en construcción”
Íkaro Construcción e Impala Projects, dos empresas inmersas en el mundo de la construcción. Usted, como propietario de ambas, ¿qué nos diría acerca de estos últimos años? ¿Hace un balance positivo?
Si te refieres a los dos últimos años, nos asustamos mucho cuando comenzó el COVID y todos pensábamos, en primera instancia, que el golpe sería mayor. Finalmente, el impacto no ha sido tan negativo como creíamos en un principio, pero sí es cierto que la deriva no ha sido para mejor.
Las circunstancias que vemos en el mundo, ya sea con la pandemia, las consecuencias de la misma, así como la guerra o el precio de la energía, hacen que las materias primas y los suministros tarden en llegar más de lo normal, sean más costosos y que, entre otros aspectos, la seguridad para acceder a ellos se incremente. En cuanto a seguridad me refiero a que muchas veces las constructoras tenemos que pagar por adelantado gran cantidad de ese material para asegurarnos de que llegue el suministro más o menos en el tiempo y en el precio pactado en un inicio.
En resumen, pensábamos que la caída iba a ser muy dura y no ha sido tan dura inmediatamente, aunque sí han aumentado, de manera paulatina, sus consecuencias.
Incidiendo en cada una de las empresas, ¿cuál es la actividad que desempeña cada una?
Impala fue la primera que desarrollé, comenzó en sus inicios siendo una constructora tradicional y terminó siendo una empresa que se dedica a promoción inmobiliaria y a proyectos de arquitectura técnica.
Luego di el paso y conformé Íkaro, que es la que se convirtió en constructora, pero una constructora especializada. Está dentro de la zona ZEC y hablamos de que se trata de una constructora especializada, porque nos dedicamos a trabajar con modelos de construcción sostenible y con obras de rehabilitación. Si bien es cierto que, si tenemos que hacer obras de nueva edificación, las seguimos haciendo con Impala.
Incidiendo en esta construcción sostenible de la que nos habla, parece que va en aumento en todo el mundo. ¿Demanda el cliente en Canarias construcciones más eficientes y ecológicas o vamos un paso por detrás del resto de Europa?
Creo que vamos un pasito por detrás del resto de Europa también en construcción. Es cierto que la construcción es un sector muy tradicional en cuanto a la ejecución. Las empresas que tradicionalmente se han dedicado a la construcción no suelen innovar demasiado, es un negocio bastante complicado y aquí parece que el cliente, por lo menos de generaciones anteriores a la mía, es decir, a los millenials, no confían en modelos constructivos diferentes.
Poco a poco la gente que accede a tener casas, de la edad que yo represento, es decir, las personas que están entre 30 y 40 años, que son los que ahora mismo se pueden permitir el hecho de acceder a una casa, sí que valoran y escuchan opciones diferentes y sostenibles en la medida de lo posible, pero es cierto que siempre y cuando los precios y los plazos sean mejores, sino todavía es bastante popular la construcción tradicional. Nos cuesta, pero estamos haciendo mucha incidencia en que esto cambie.
La situación económica ha afectado tanto a las empresas como al cliente particular, el cual ha visto como el valor de sus ahorros e ingresos ha mermado. ¿Está el potencial cliente apostando por invertir o reformar su vivienda?
Es cierto que estamos viendo una caída paulatina en la demanda de obras y trabajos, que puede ser debida al concepto de crisis en el que nos vemos envueltos que, como dije al principio, quizá para el particular no ha sido tan grave como nos vendían, pero si es cierto que últimamente se comparte mucho el mensaje de una crisis inminente y, habitualmente, cuando tú haces una obra tienes que invertir un dinero importante y la gente, por lo general, se está aguantando a ver qué pasa, lo que repercute directamente en la demanda, con lo cual las constructoras estamos empezando a ver cómo solicitan menos nuestros servicios.
Entre los proyectos realizados en los últimos tiempos, ¿cuáles adquieren mayor relevancia?
Estamos muy contentos con una línea de viviendas unifamiliares que estamos edificando. Tenemos muy buen trato con diferentes arquitectos de la isla y están confiando en nosotros para desarrollar proyectos singulares, es decir, algo diferentes, donde prima la calidad y la ergonomía de la vivienda.
Aunque cabe decir que no era nuestro target principal, es decir, no íbamos destinados a ser una constructora de viviendas unifamiliares, sino que estábamos más destinados a la rehabilitación.
La realidad pasa porque estamos trabajando mucho y muy bien en viviendas de nueva planta y, además, con diseños diferentes y con una ergonomía adaptada. Estamos muy contentos con ello.
¿En qué líneas seguirán focalizadas estas empresas para lo que queda de año y, por supuesto, para los años que están por venir?
Yo creo que la principal línea de trabajo va a ser la explotación de las grandes inversiones extranjeras que puedan llegar a Canarias rehabilitando o edificando nuevos hoteles. Asimismo, la rehabilitación de edificios a través de la captación de fondos Next Generation me parece que será quizá un target fundamental para el año que viene, puesto que el dinero viene de Europa para rehabilitar las viviendas y convertirlas en construcciones sostenibles sin tanta dependencia de la energía primaria. Y, por último, sin duda alguna, la obra pública, por lo que creo que el sector privado en torno a la construcción caerá muchísimo el año que viene.