A modo de introducción, ¿podría adelantarnos la labor y misión de la Fundación Starlight?
La Fundación Starlight es una entidad sin ánimo de lucro, nacida de la colaboración entre el Instituto de Astrofísica de Canarias y la consultora Corporación 5 Canarias. Nuestro propósito fundamental es gestionar y aplicar los principios de la Declaración de La Palma de 2007, en defensa del cielo nocturno y el derecho a la luz de las estrellas.
Este manifiesto fue un hito, ya que, por primera vez, más de 100 instituciones nacionales e internacionales, incluyendo la UNESCO, la ONU Turismo y la Unión Astronómica Internacional, acordaron que el cielo es un derecho inalienable de la humanidad, equiparable a cualquier otro derecho social o medioambiental. Así, el cielo dejó de ser solo un recurso científico para convertirse en un recurso medioambiental. Esto se debe a que la sobreiluminación contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero; al ahorrar energía, también descarbonizamos el planeta.
Además, la contaminación lumínica altera hábitats, especies y ecosistemas, lo que hace que el cuidado de nuestro cielo sea fundamental para una gran parte de las especies nocturnas. También es crucial para la salud humana, ya que, como especie, tenemos ciclos circadianos y factores biológicos regidos por el día y la noche, que requieren luz natural durante el día y oscuridad natural por la noche.
La Declaración de La Palma también destacó la importancia del patrimonio cultural tangible e intangible asociado al cielo. Por primera vez, se habló de astroturismo como una herramienta para el desarrollo de entornos rurales, a menudo empobrecidos y en riesgo de despoblación, que suelen poseer cielos de mejor calidad. Aprovechar este recurso turístico se convierte en una oportunidad. Todas estas líneas son nuestros ejes transversales y nuestros objetivos principales.
Nuestra fortaleza radica en la transversalidad, lo que a veces también nos presenta un reto. Al trazar nuestra estrategia, debemos abarcar diversos campos, como el sector educativo y de formación. También abordamos la protección del cielo, promoviendo el alumbrado inteligente, la innovación y la regulación, participando en todos los foros científico-técnicos necesarios para su implementación. Además, nos enfocamos en la difusión cultural de la astronomía a través del astroturismo, ofreciendo consultoría, asesoramiento y formación.
Me gustaría conocer a grandes rasgos la hoja de ruta que tienen prevista para este año 2025.
Entre nuestros objetivos para este año, destacamos el posicionamiento y consolidación de la Red Starlight, que es la única red mundial de astroturismo y cuenta con nuestras certificaciones. También priorizamos la internacionalización. Hemos experimentado un crecimiento de más del 300% en los últimos cinco años en la demanda internacional, lo que nos permite llevar el nombre de Canarias al resto del mundo a través de iniciativas nacidas en las islas. Los visitantes demandan cada vez más especialización y calidad en las experiencias en los destinos que eligen. Por ello, continuamos formando y capacitando a guías en astroturismo, promoviendo los viajes Starlight y fomentando el emprendimiento a través de este sector. Finalmente, estamos desarrollando un valioso trabajo en el ámbito de la educación. Cada vez más colegios se adhieren a la Declaración de La Palma, y tanto alumnos como profesores y tutores se involucran en la temática del cuidado del cielo.
Actualmente, estamos trabajando en dos frentes que consideramos de gran importancia. En primer lugar, buscamos el reconocimiento del cielo como Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 18. Recientemente, asistí al Consejo Económico Jurídico y Social de la Mujer en Nueva York. A través de BPW Canarias, entidad con estatus consultivo en Naciones Unidas y la Unión Europea, estamos defendiendo la inclusión del cielo como el ODS número 18. Hemos participado en diversos foros, como las reuniones recientes en Bruselas, para impulsar esta iniciativa.
En segundo lugar, nos preparamos para el lanzamiento de la primera guía de astroturismo. La próxima semana presentaremos la primera guía de astroturismo y experiencias, que incluirá buenas prácticas y casos de estudio. Esta publicación se realizará con el apoyo de la ONU Turismo, lo cual es de suma importancia, ya que, por primera vez, la librería electrónica de Naciones Unidas Turismo contará con una guía sobre astroturismo liderada por la Fundación Starlight. Tanto el impulso del ODS 18 como la publicación de esta guía son puntos clave y estratégicos para nosotros, fundamentales para seguir avanzando en nuestra misión.
¿Podríamos confirmar que cada vez existe una mayor concienciación sobre la preservación de nuestros cielos?
Soy optimista, aunque también muy realista, y considero que estamos en el camino correcto. De hecho, he recibido una noticia muy relevante: plataformas como Booking y TripAdvisor están posicionando el astroturismo como la modalidad más emergente en el sector turístico. Es fascinante cómo algo tan innovador, sostenible y responsable se ha convertido en una tendencia.
Considero que el concepto del astroturismo ya es ampliamente conocido. Recuerdo que hace años, al hablar con la gente de a pie, incluso en lugares que visitábamos, el tema no les resultaba familiar. Aún faltaba que permeara en la sociedad. Sin embargo, ahora se ha consolidado y creo que cada vez somos más conscientes de que es un recurso en alza, pero también en peligro de extinción. Sabemos que el 85% de la población mundial vive bajo cielos contaminados, y esta cifra crece un 9,6% anualmente. Una gran parte de la superficie del planeta —un 23% entre el centro y el sur, y un 75% en otras zonas— no debería estar contaminada, y se prevé que esta situación se duplique hacia la década de 2030.
Ante este panorama, cada vez más administraciones se están alineando para mejorar y revertir esta situación. Contamos también con el compromiso surgido de dos talleres, «Dark and Quiet Skies» (Cielos Oscuros y Silenciosos), celebrados en La Palma. Aunque fueron en línea debido a la pandemia y al volcán de Tajogaite, establecieron recomendaciones globales sobre cómo proteger nuestros cielos. La máxima es revertir la situación y frenar la contaminación lumínica en un plazo no superior al de España.
Esto solo se logra con la concienciación ciudadana. A veces digo que los votos se contaban por «luxes», la unidad para medir el brillo del cielo. Si la sociedad no se alinea, a las administraciones les cuesta dar ese paso valiente de cambiar las cosas. Necesitamos apoyar e interpelar a las administraciones para que realicen este cambio.
Acabo de regresar del Congreso del Comité Español de Iluminación en Logroño, donde también participó el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía de España), que determina cómo debemos iluminar nuestras calles y ciudades. Puedo asegurarles que están dando pasos muy significativos para cambiar la situación y avanzar hacia una iluminación que no contamine lumínicamente. No se trata solo de eficiencia energética y ahorro económico, sino también de no generar contaminación lumínica. Esto significa que no todos los LED sirven.
Necesitamos entender que todos y cada uno de nosotros podemos hacer algo para revertir este cambio: desde nuestra casa y balcones, cómo iluminamos nuestras empresas, y cómo concienciamos a quienes nos rodean.
¿Qué mensaje le gustaría transmitir a las nuevas generaciones sobre la importancia de proteger el cielo nocturno?
Tenemos la obligación de trabajar para que las generaciones presentes y futuras cuenten con un cielo y un planeta indemne y no contaminado. Esta necesidad es imperiosa porque, como he señalado, sin cielo no hay planeta.
Muchos territorios ya están realizando grandes inversiones en esta dirección. Por tanto, les pediría su apoyo para conseguir que el cielo sea reconocido como un Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS), tal y como defendemos desde la Fundación Starlight y la Asociación de Mujeres Empresarias y Profesionales de España y de Canarias.
Además, les invitaría a que nos apoyen en la educación y la concienciación, sin importar su profesión o lugar de trabajo. Creo que es una labor en la que hay que seguir trabajando día a día, al igual que con la igualdad. Debe ser un esfuerzo global y constante. Por ello, les pido, sobre todo, su apoyo, respaldo y concienciación.
