Desde nuestro Colegio, fomentamos una formación continua para que nuestros profesionales estén perfectamente integrados en esa sociedad digital en la que vivimos
¿Cuál es su pronóstico con respecto a esta profesión? ¿Qué futuro le augura a los graduados e ingenieros técnicos industriales? ¿Cómo debe afianzarse la profesión en el futuro?
El futuro de nuestra profesión va a estar marcado en primer lugar por el trabajo continuo que tendremos que seguir haciendo en su defensa, no nos queda otra cuando continuamente se pretende dejarnos fuera de ofertas de empleo público, de licitaciones para redacción de proyectos o direcciones de obra, etc. La profesión de la ingeniería técnica industrial está marcada desde sus inicios por su continua evolución, algunas veces obligados por cambios normativos o jurisprudenciales, y otras muchas veces motu proprio, siendo pioneros en múltiples iniciativas, pero siempre trabajando con vocación de servicio a la sociedad.
Creo que estamos perfectamente afianzados en nuestra sociedad, que somos capaces de trabajar día a día y en el futuro integrados en ella, y que lo que tenemos que conseguir es que se superen de una vez postulados decimonónicos que van en contra de cualquier principio de eficacia y eficiencia, y que lo único que hacen es tratar de poner barreras a la libre competencia y al avance de la propia sociedad.
Postulados como que, después de todo la reforma del Espacio Europeo de Educación Superior, de Bolonia, en España sigan existiendo dos titulaciones distintas para ejercer la misma profesión, y todo ello, cuando de acuerdo con el ordenamiento legislativo vigente, el grado es el título que da acceso a la profesión de ingeniero.
¿Cómo se está desarrollando el colectivo femenino dentro de la ingeniería en la actualidad?
Está entre los objetivos de nuestras instituciones fomentar las vocaciones en la ingeniería, y en particular entre las mujeres del mañana. Hace años parecía que se incrementaba el número de mujeres en los estudios de ingeniería, lo veía personalmente cuando iba a la universidad a dar charlas o a cualquier acto, pero desgraciadamente parece que en los últimos años este porcentaje ha vuelto a bajar. La realidad es que tenemos que seguir fomentando la vocación por la ingeniería entre nuestras jóvenes, eliminando tópicos ya completamente desfasados, para que puedan ser futuras ingenieras integradas perfectamente en nuestras instituciones.
¿Estamos reteniendo el talento de nuestros ingenieros? ¿Pueden competir nuestros profesionales a nivel internacional?
Sinceramente, no lo estamos reteniendo. Otra cosa es que eventualmente las condiciones laborales que se ofrezcan fuera de nuestro país, o de nuestra región en este caso, sean más atractivas, independientemente de lo positivo que resulta que nuestros jóvenes graduados en ingeniería completen su formación y adquieran experiencia trabajando temporalmente fuera. Creo en cualquier caso que nuestros ingenieros están perfectamente preparados para competir por puestos de trabajo en el extranjero, tenemos ejemplos de compañeros que lo están haciendo en múltiples destinos internacionales, pero creo también que hay que hacer atractivo el retorno de esos profesionales, fijar planes de retorno para que vuelvan y contribuyan a generar producto aquí, donde se formaron.
¿Qué importancia tiene la sociedad digital en la que ya estamos inmersos para los ingenieros técnicos industriales?
Resulta impensable que nuestros graduados e ingenieros técnicos industriales puedan desarrollar ahora mismo su actividad, en cualquiera de los ámbitos en los que nos podemos mover, desde el ejercicio libre a las empresas, pasando por la docencia, la función pública, etc., al margen de la sociedad digital en la que vivimos. Esa sociedad digital nos da de hecho herramientas necesarias para ayudarnos en el desarrollo de nuestra actividad. Desde nuestro Colegio, integrados en nuestro Consejo General, fomentamos una formación continua para que nuestros profesionales estén perfectamente integrados en esa sociedad digital en la que vivimos.
En Canarias siempre se ha dicho que la lejanía y la ausencia de materias primas han frenado un mayor desarrollo industrial…
Evidentemente, la lejanía es un hándicap para muchas actividades industriales, tanto por la necesaria importación de materias primas como por la exportación de productos terminados, aunque creo que eso no debe ser nunca óbice para no buscar continuamente soluciones. Hay por otra parte muchas actividades industriales donde esta afección puede tener menor repercusión. En cualquier caso, todos los actores que pertenecemos de alguna forma al entorno industrial, estamos obligados a trabajar duro para conseguir que la industria gane cada vez más peso en nuestro producto interior bruto, proponiendo iniciativas, desarrollando proyectos, implementando soluciones, siempre con nuestras administraciones públicas al frente poniendo las menores trabas posibles. Hay que avanzar en esa diversificación, teniendo en cuenta además aspectos como que el empleo en el sector industrial suele ser de calidad, con trabajadores bien formados y capacitados, y no nos podemos permitir en ningún caso no seguir apostando por el mismo.
¿En qué medida se puede compatibilizar la industria y el respeto al medio?
Se pueden compatibilizar perfectamente. Hay una amplia relación disponible de normativa de seguridad industrial y medioambiental, como para garantizar que la industria esté perfectamente integrada en nuestro medio. Esos factores de respeto al medio, deben estar garantizados desde el principio, en la fase de diseño de la actividad industrial, en la que los ingenieros técnicos industriales somos pieza clave. Por supuesto, ese respeto hay que garantizarlo también durante la fase de explotación de la actividad industrial, donde nuestros compañeros desarrollan igualmente una excelente labor en departamentos de producción, calidad, mantenimiento, logística, etc.