La Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga Canarias Asaja), a petición de los productores de la comarca norte, solicita al Cabildo Insular de Tenerife y, por ende, al Consejo Insular de Aguas, que actúe con celeridad para reducir los excesivos niveles de salinidad que presentan las aguas de riego en esta zona. Una problemática que llevan denunciando en los últimos años dada la degradación que aprecian en los cultivos y las consecuencias negativas en la producción y en la rentabilidad de sus empresas.
La salinización actúa como un “veneno” que daña la fertilidad del suelo, acaba provocando daños severos en el desarrollo de los cultivos al afectar negativamente a su sistema radicular (raíces) y, en consecuencia, deriva en una pérdida de productividad, además de obstruir los sistemas de riego por goteo. En casos extremos, puede obligar a los agricultores al arranque de las plantaciones ante la imposibilidad de recuperar lo sembrado o al abandono de la agricultura al no poder hacer frente económicamente a su recuperación.
Los cultivos más afectados son sobre todo las papas, hortalizas, verduras, además de otras plantaciones sensibles a suelos excesivamente salinos como el aguacate. Ante este escenario, Asaga Canarias Asaja demanda tomar medidas para evitar que la actividad agraria de las zonas rurales del norte termine por desaparecer.
Entre las opciones contempladas para resolver esta problemática, los productores afectados proponen la construcción de una planta desaladora a la entrada de la balsa Llanos de Mesa, ubicada en la zona de la Vera, en el municipio de San Juan de la Rambla, para reducir los niveles de salinidad del agua almacenada que abastece a más de 400 agricultores.
Si esta solución no fuera viable, Asaga Canarias Asaja, que valora positivamente las obras en la EDAR de Punta Brava que se concluirán el próximo mes de junio gracias a estar contempladas dentro de la Declaración de Emergencia Hídrica de Tenerife, insta a las administraciones públicas insulares a valorar cualquier otra alternativa que permita garantizar la calidad del agua de riego. “De nada sirve que se anime al sector a profesionalizarse y se haga un llamamiento para que los jóvenes se incorporen al campo si luego nos disponemos de recursos hídricos en cantidad y calidad para poder producir”, sostiene Ángela Delgado, presidenta de esta organización profesional agraria.