Astrid, eres nuestra invitada de portada del mes de marzo de Tribuna de Canarias. Lo primero, muchas gracias por recibirnos. Creo que es de las entrevistas más bonitas, inmersa en un escenario inigualable, de las que hemos hecho dentro de esta nueva etapa, también de grabaciones. Muchas gracias por recibirnos.
Encantada de recibirles. Bienvenida a la casa de todos los canarios, un sitio muy bonito al que todos los canarios deberían de acudir: la sede del Parlamento.
Esta sede del Parlamento ha pasado por ser un lugar dedicado a diversas cuestiones: un conservatorio, la Audiencia Nacional, la Audiencia Provincial… No cabe la menor duda de que vale la pena venir y hay que invitar a todos los canarios a que cuando vengan a Santa Cruz de Tenerife visiten el Parlamento que, como sabes, tenemos visitas todos los sábados. Con lo cual, les animo a que vengan.
Ya llevamos un tiempo desde que se inició esta legislatura, una legislatura marcada por una política nacional muy presente. Pero centrándonos en Canarias, en nuestra tierra, ¿qué balance inicial hacemos de estos primeros meses de andadura donde previsiblemente se ve un clima incluso tranquilo, pese a lo que podríamos pensar al principio?
Llevamos siete meses de mandato dentro de esta 11.ª legislatura del Parlamento, y ha sido un mandato caracterizado fundamentalmente por el cambio político, pues se ha producido un cambio en el Gobierno de Canarias.
Antes convivía un pacto de izquierdas, mientras que ahora nos encontramos con un pacto de derechas que en estos últimos siete meses desde el Parlamento de Canarias hemos estado adecuando.
Como bien es conocido, desapareció el grupo Parlamentario Podemos y ha entrado un nuevo grupo parlamentario: Vox.
En estos siete meses he dejado constancia de que mientras yo sea Presidenta del Parlamento de Canarias garantizaré en primer lugar, el diálogo, el consenso, pero sobre todo y ante todo, el pluralismo político. Somos grupos parlamentarios con ideologías muy diferentes y la democracia trata de garantizar el principio y el derecho al pluralismo político. Y afortunadamente así está siendo.
Si bien es verdad que en todos y cada uno de los plenos y de las comisiones son evidentes nuestras divergencias respecto a cuestiones que entendemos ideológicas y de gestión, siempre se producen los diálogos dentro del respeto y sin disonancias.
Llevamos siete meses, no sé cómo acabará la legislatura, pero desde luego, por ahora, estamos consiguiendo entablar un diálogo fluido.
Eres la segunda presidenta mujer del Parlamento, pero vienes de tener una trayectoria política en tu isla, en Lanzarote, donde también fuiste alcaldesa. ¿Qué tal esa adaptación de pasar de gobernar en Arrecife a ser la Presidenta de un Parlamento como es el de Canarias?
Estoy orgullosa, fundamentalmente porque ningún lanzaroteño o lanzaroteña ha sido nunca la segunda Autoridad de Canarias. La presidencia del Parlamento es la segunda autoridad de Canarias y, por lo tanto, para mí es un orgullo.
No obstante, es verdad que a mí me gusta la gente, me gusta trabajar para mis ciudadanos, para mi pueblo y es verdad que los ayuntamientos y las corporaciones locales son mucho más cercanas. Al fin y al cabo, ves tu obra hacer.
Hay ayuntamientos en los que cuesta mucho sacar adelante proyectos y cuando en un municipio -como en mi caso- de casi 9.000 habitantes, donde no había parques infantiles y donde muchos barrios no contaban con alumbrado público de calidad, consigues en tan solo 4 años, 1 de ellos estando inmersos en la pandemia, desarrollar dos parques infantiles y que ningún barrio se quede sin luz dos o tres días, es muy satisfactorio.
Son acciones tangibles que se ven y que dan mucha satisfacción personal, pero es verdad que también aportan mucho estrés. Es una forma de vivir muy difícil porque casi todos los alcaldes, los buenos alcaldes, le dedican 14-15 horas al día de trabajo durante todo el año.
Asimismo, debería realizarse una reestructuración de las corporaciones locales y de la función pública tal y como la conocemos en la actualidad, pues la realidad es que en ocasiones es muy difícil sacar el trabajo expuesto por la corporación. En esta línea, es difícil efectuar el despido de empleados públicos que no trabajan. Es una situación complicada.
En contraposición, estas dificultades no las tenemos en el Parlamento. En el Parlamento hay menos gestión y más política. No vemos nada tangible, hablamos de cambios legislativos, pero es para mí un honor poder presidirlo. Se trata de otra etapa. Este Parlamento está lleno de retos para los próximos cuatro años.
¿Cuáles dirías que son los principales retos y proyectos a los que se enfrenta el Parlamento de Canarias en su conjunto para esta etapa?
El reto fundamental pasa por liderar el debate político y el planteamiento de las modificaciones legislativas. Los proyectos los desarrollan los gobiernos y se aprueban en este Parlamento, pero el plantear y liderar el debate político es muy importante.
Hace algunos meses, por el Día de la Infancia, desarrollamos unas jornadas en el Parlamento en las que poníamos de manifiesto la necesidad de modificar la Ley del Menor, porque llevaba 30 años sin modificarse y, por lo tanto, era una norma que se había quedado anacrónica.
En este sentido, estamos contentos porque el Gobierno de Canarias está trabajando en esa modificación legislativa. Ya tienen un borrador y en menos de un año puede estar ese proyecto de ley aquí. En consecuencia, para nosotros es muy importante que el Parlamento lidere ese debate político.
Además, es en este Parlamento donde están representados todos los grupos parlamentarios. Quiere decir que en el Gobierno solo hay dos o tres partidos, en este caso Coalición Canaria, Partido Popular y Agrupación Socialista Gomera. Mientras que en este Parlamento está representado el 100% de los ciudadanos que han acudido a votar.
Este es el reto fundamental, al que se le suma el reto de divulgar qué es el Parlamento.
Todo el mundo confunde el Parlamento con el Gobierno de Canarias. Explicar qué hace un Legislativo o qué hace el Ejecutivo no es fácil. Por tanto, desde el Parlamento también debemos hacer un trabajo junto con ustedes, los medios de comunicación, en esta línea.
Hablas de formar en el funcionamiento de las instituciones en Canarias, pero también parece que hay una cierta apertura de esta institución hacia la sociedad canaria, donde ahora más que nunca se están realizando jornadas de divulgación. Esta era una de tus propuestas, que la cultura y la divulgación viniera también desde el Parlamento para todos los canarios, ¿no es así?
Sí. Siempre ha existido una percepción elitista sobre el Parlamento, como que solo podíamos acceder unos pocos: los diputados. Y en ello estamos trabajando de cara a abrirlo a la sociedad.
El equipo del Gabinete de Presidencia planteó algunos espacios, como por ejemplo que la sala de exposiciones se convirtiera en un espacio social y a mí me pareció una idea fantástica. Queremos que el Parlamento no sea simplemente esa institución donde entramos unos pocos, sino que sea la casa de todos, que estos espacios puedan ser utilizados por nuestro pueblo, por nuestros vecinos.
Liderar el debate político es sinónimo de sociedad. Derecho y sociedad se dan la mano, con lo cual tiene que estar aquí la sociedad, tiene que estar aquí nuestro pueblo, nuestra gente, con nuestra cultura y eso es lo que tenemos que seguir haciendo, abriendo el Parlamento.
Hay una conversación latente entre toda la sociedad relativa el turismo, que es uno de los aspectos que más está preocupando. ¿Encontraremos ese equilibrio entre que Canarias siga siendo un lugar estupendo para recibir visitantes y que los ciudadanos tengan su espacio para convivir? ¿Lograremos el reto de la convivencia?
Yo creo que lo estamos logrando y lo estamos logrando muy bien. Tenemos el modelo turístico del Caribe, sobre el que es momento de reflexionar.
Las cosas hay que regularlas, no hay que mirar para otro lado. No obstante, me preocupa mucho el discurso que está llevando la izquierda desde hace algún tiempo de la turismofobia.
Me preocupa excesivamente, porque en Canarias todos vivimos -todos, absolutamente todos- del turismo. Yo soy hija del turismo, mi padre era empresario dedicado al turismo y creo que casi todos somos hijos del turismo de una manera u otra. Por lo tanto, cuidado, porque es una fuente de riqueza.
Es verdad que tenemos que trabajar en la diversificación económica de manera más seria, pero cuidado, no compremos el discurso de la izquierda sobre la turismofobia. Yo sí creo que este Gobierno está intentando regular diversas cuestiones que podrían derivar en esa convivencia pacífica que tiene que existir con el turismo.
“Este Parlamento está lleno de retos para los próximos cuatro años”
Estamos ante un Parlamento y una sociedad canaria cada vez más igualitaria. Tenemos una presidenta mujer, ya es la segunda, y cada vez más vemos como mujeres van ocupando puestos de mayor relevancia política. Desde dentro, ¿tienes esa percepción de que cada vez más estamos ocupando esos espacios que estaban en su mayor medida ocupados por el género masculino?
Sí que es verdad que cada vez somos más, pero eso no quiere decir que no nos cueste más que a ellos.
Si te puedo decir una cosa: a ellos se les presume por el simple hecho de ser hombres. A nosotras no, nosotras tenemos que demostrarlo. Igual pasa con la edad, un político con 50 años está en su mejor momento político, mientras que a las mujeres a esa edad ya hay que quitarlas del panorama
Es verdad que hay partidos políticos en los que este hecho está mucho más difuminado y yo me enorgullezco de formar parte de uno en el que esto daba igual. Nosotros llegamos a tener casi todo mujeres de número uno en listas electorales, pero es verdad que hay partidos en los que todavía esto no sucede y, curiosamente, pasa en aquellos que más pregonan. Hay gente que dice una cosa y hace la contraria, hay gente que es muy experta en eso. Y sí, es mucho más difícil para nosotras.
Yo les diría a las adolescentes y a las mujeres jóvenes que hay que lucharlo todo, no hay que rendirse, somos iguales. Yo soy igualitaria, soy feminista en igualdad, no soy feminista en superioridad. Creo que somos iguales que ellos o ellos iguales que nosotras.
2020 vino con una pandemia, donde se acentuaron muchas palabras que ya oíamos como desarrollo sostenible o digitalización. La modernización de una institución como el Parlamento de Canarias me imagino que no debe ser sencilla. ¿En qué punto de modernización y de digitalización está el Parlamento de Canarias?
Los servicios de informática de este Parlamento hicieron un trabajo encomiable, permitiendo que durante el confinamiento y la fase cero pudiéramos convocar los plenos por videollamada. No es fácil que 70 diputados podamos conectarnos y votar al mismo tiempo, llegándole los resultados de inmediato a la Secretaría General.
En ese entonces este Parlamento hizo un gran trabajo y actualmente en algunos aspectos informáticos somos pioneros.
Si bien es cierto, quedan muchas cosas por hacer. Obligatoriamente, vamos a tener que actualizar nuestra web para que sea más moderna y accesible a los ciudadanos externos. La intranet también vamos a tener que modificarla. Como todo, hay que ir mejorando, hay que ir avanzando en la mejora.
Y una cosa en la que sí estamos trabajando es en la inserción, de manera que todas aquellas personas que pueden ser sordomudas, que hoy por hoy no pueden oírnos, puedan ver el pleno subtitulado y entendernos.
¿Está el Parlamento de Canarias pendiente de los distintos cambios legislativos y de las distintas actividades del Congreso de los Diputados? Vivimos en un momento sustancialmente complicado y convulso. ¿Cómo se viven estos hechos desde este lado?
Es el gobierno quien tiene que plantearse la ejecución y, fundamentalmente, la formalización y la materialización del Estatuto de Autonomía de Canarias y de todo lo que tenga que ver con Canarias.
A mí me preocupa especialmente el papel que está teniendo el Congreso de los Diputados y concretamente el de la Presidenta del Congreso de los Diputados, porque vivimos en un Estado democrático, monárquico y constitucional. Tenemos unos principios constitucionales a los que todos los partidos que somos constitucionalistas nos debemos, y sobre todos aquellos que somos presidentes de asambleas legislativas, como la Presidenta del Congreso de los Diputados o yo, quienes tenemos derechos y obligaciones.
Y una de las obligaciones que tenemos es el cumplimiento y el respeto absoluto de los principios constitucionales, no se debe permitir en ningún sistema democrático europeo moderno que un presidente de una Asamblea Legislativa permita insultos, faltas de respeto, imputaciones de delitos a jueces, a no jueces o a cualquier persona con nombre y apellido. Eso no se debe permitir.
Las asambleas legislativas debemos garantizar el cumplimiento estricto de aquellos derechos fundamentales que nos hemos dado por la Constitución. Por tanto, no debería estar permitido que una Presidenta de una Asamblea Legislativa, en este caso del Congreso, permita que se insulte y se impute delitos a otro poder que en este caso es el Poder Judicial, con nombres y apellidos, sin que esas personas tengan la capacidad de defensa.
Hablábamos al principio de la entrevista de los retos a los que se enfrenta esta legislatura en el Parlamento, pero me gustaría conocer tu mayor objetivo para esta legislatura o para este año. Si quieres, miramos en el corto plazo tu objetivo como presidenta del Parlamento de Canarias, si quieres, a corto plazo y a largo plazo.
Si fuera el Ejecutivo te podría hablar de cientos de proyectos, pero el Legislativo no es tan fácil, porque en el Legislativo, en nuestra Cámara, la Presidencia del Parlamento se ajusta mucho a las reivindicaciones, como no podía ser de otra manera, a las reivindicaciones que hacen los grupos parlamentarios. Con lo cual no existe esa iniciativa que tiene el Gobierno de plantear y programar proyectos.
Lo que planteo es que nosotros seamos capaces -el Parlamento- con la ayuda de todos los ciudadanos y de todos los vecinos, primero, de interactuar con el vecino y el ciudadano, que el ciudadano nos diga en el Parlamento cuáles son esas iniciativas legislativas o leyes que consideran que deben modificar.
Y en segunda instancia, que seamos capaces de liderar el debate político. Yo creo que es muy importante que desde el Parlamento se lidere este debate político, que después el Ejecutivo, los gobiernos ejecutarán o no, pero es nuestra obligación conocer todos las problemas que tienen nuestros vecinos en cualquier sector.
Ya lo estamos intentando. Yo creo que en buena medida lo estamos consiguiendo aunque llevamos poco tiempo y espero que dentro de cuatro años sea una realidad.
Debate y cercanía con el pueblo. Ojalá que esos objetivos, que no son sencillos, pero que son objetivos muy bonitos, se vayan consiguiendo conforme avance la legislatura y que tengamos una legislatura respetuosa, que es lo mínimo que que podemos venir.