Bisila, eres una de las 10 españolas más influyentes en el mundo de los negocios en EE. UU. Supongo que el camino recorrido no ha sido fácil, pero sí gratificante. ¿Te has encontrado con barreras por ser mujer, por tu color de piel o por provenir de otra cultura?
Sí han habido barreras, pero no les he prestado atención, porque mi lema se basa en que “lo que crees, creas”. Si crees que lo vas a tener mucho más difícil porque eres mujer y, además, negra, pues sí, lo vas a tener mucho más difícil. También creo que muchas veces lo que he hecho ha sido trasformar esto en una ventaja, en ver cómo puedo contribuir desde ahí a aportar valor al trabajo que hago.
En la actualidad las mujeres alzan su voz y luchan por la igualdad de oportunidades. ¿Crees que las mujeres estamos dejando de ser figuras ocultas en el mundo de los negocios?
Creo que todavía nos queda muchísimo camino por recorrer, pero sí hay que celebrar lo que ya hemos conseguido. En muy poco tiempo hemos hecho muchas cosas y a veces no tenemos la oportunidad de celebrar todo lo que ya se ha hecho. Sí es cierto que todavía hay muchos campos o industrias donde la mujer es invisible, pero no es en todas las industrias, hay industrias en las que hay muchas mujeres y en otras hay muy poquitas o no hay ninguna. Así que yo creo que sí, que todavía hay muchas figuras ocultas y que tenemos que seguir trabajando en equipo, hombres y mujeres, para consolidar un mundo más igualitario.
En tu opinión, ¿cuál debería ser el relato que la sociedad ha de adquirir para conseguir la plena igualdad de oportunidades?
Sobre todo, normalizar las cosas. Dentro de que todos somos diversos y tenemos nuestras particularidades, las mujeres tenemos una serie de habilidades y una serie de características que nos hacen mujeres y que aportan muchísimo valor a la sociedad. Tenemos que ver las ventajas que esto aporta.
Tener entornos más diversos supone, además, un beneficio para toda la sociedad, no es un beneficio solamente para nosotras, es un beneficio que tiene un efecto dominó en todas las personas que conforman la sociedad. Yo creo que el discurso debe ser que esta- mos aquí para sumar y que tenemos que trabajar de una manera conjunta, construyendo un nuevo relato en una nueva sociedad donde todos nos sintamos mucho más integrados.
Tú dejas constancia de que “ser diferente te invita a ser especial”. Cada vez más las empresas apuestan por la diversidad en sus equipos. ¿Qué ventajas ofrece el talento diverso dentro de las organizaciones?
A parte del económico, que lo tiene y está estudiado que los beneficios de las empresas diversas son más del 30%, también tiene que fomenta muchísimo la innovación, la creatividad y la oportunidad de retener talento, porque las personas quieren trabajar en entornos de los que se sientan parte.
Y, por otro lado, en una sociedad en la que hay tanta incertidumbre, la diversidad hace que las empresas sean mucho más flexibles y se adapten, porque hay formas de pensar diferentes y un conocimiento transversal. Del mismo modo, tener más inteligencia cultural dentro de una empresa hace que te puedas globalizar y que, sobre todo, puedas expandir tus horizontes más allá de donde estás.
¿Qué pasos faltarían por dar en las empresas para poner la diversidad en el corazón de los negocios?
El paso que hay que dar es que los cargos altos estén implicados en los procesos de diversidad, que no lo están, porque se le encarga a la persona de Recursos Humanos y se hacen muchos cursos de diversidad, pero no está todo el mundo entrenado en la diversidad y si no creen las personas de arriba, los directivos, el liderazgo más visible, en esa diversidad, es muy difícil.
No solamente hay que hablar de la diversidad, hay que mostrarla. Yo siempre digo que la diversidad es que te inviten a la fiesta, pero que te saquen a bailar. Es decir, la diversidad tiene que hacerse más visible dentro de las empresas para que todo el mundo lo vea como algo normal. No se trata solamente de hacer un curso, sino de aplicarlo de verdad, que forme parte de la cultura de la empresa el ser diverso.
Desde Bisila Bokoko Embassy Services International has ayudado a las empresas españolas a cumplir su sueño americano. ¿Cuáles son los productos y sectores españoles que triunfan en EE. UU. y por qué?
Los sectores tradicionales como, por ejemplo, la industria agroalimentaria ha triunfado en Estados Unidos siempre, pero yo he visto triunfar al sector de la energía desde el año 2004-2005, al sector financiero, a la industria de la moda…
Ahora, por ejemplo, la industria tecnológica concentra mucho talento en España, hay personas que están aportando valor a través de su creatividad y creo que también tendrían muchísimo valor que aportar en Estados Unidos. Incidiendo en ello, hay algo que a veces se nos escapa y es la cultura, porque en España tenemos una cultura muy rica y extensa, pero que no se ha vendido bien. Todo el mundo cuando va a Nueva York me dice “¿qué música está de moda?”, y, sin embargo, en España, que tenemos una oferta cultural tan amplia, no la hemos sabido vender. Por ello creo que la industria cultural, incluso nuestra lengua española, tendría un efecto expansivo en Estados Unidos.
¿Qué visión se tiene de las empresas españolas en EE.UU.?
Muy positiva. Esto ha cambiado muchísimo, yo llevo 23 años en Estados Unidos y cuando llegué se tenía otro concepto muy diferente de lo que era la empresa española, se tenía la concepción de que estábamos tomando la siesta, de que cerrábamos 3 meses y de que la gente se iba de vacaciones y nadie cogía el teléfono, había una imagen muy distinta. Las relaciones entre España y Estados Unidos cambian cuando España pasa de ser un país que exporta a Estados Unidos a ser un país que empieza a invertir en Estados Unidos. El americano se da cuenta de que realmente el empresario español y las empresas españolas son muy eficientes y con una gran profesionalidad en todos los sentidos, ahí es donde cambia todo y ahora la imagen es mucho más positiva.
¿Cuál es el primer paso que una empresa, en este caso española, ha de dar para integrarse en el mercado americano?
El primer paso es conocer bien el mercado, porque el mercado de Estados Unidos no es un solo mercado, yo lo divido en 5 mercados, no se puede ver a Estados Unidos como un único mercado, hay que entender cuáles son las idiosincracias del mismo.
Y luego, entender las culturas que existen dentro de Estados Unidos, que hay muchas subculturas, no hay una cultura americana general. Asimismo, el entramado legal es muy complicado, es un país con una tendencia muy grande a litigar, por lo que hay que entender muy bien los contratos y la letra pequeña, yo siempre digo que hay que coger un abogado como medida preventiva y no cuando tienes el problema.
Por otra parte, tener un importante pulmón financiero, tiempo y esfuerzo, porque hay que ir al mercado varias veces, no lo puedes hacer de una manera remota. El americano sigue apreciando ese choque de manos. Hay que ser muy romancero, las negociaciones son mucho más rápidas, hay ciertas cosas de la cultura de los negocios en Estados Unidos de las que hay que estar al tanto, para lo que es mejor acompañarse de las instituciones que ya se conocen como, por ejemplo, las Cámaras de Comercio allí existentes, oficinas comerciales y muchísimas agencias de desarrollo económico que pueden apoyar a las empresas desde allí.
Para concluir, no cabe duda de que todos tenemos una historia que nos hace únicos. ¿Qué historia te gustaría que el lector hiciera suyo al adentrarse en tu obra “Todos tenemos una historia que contar”?
Yo creo que hay muchísimas historias con las que el lector se puede sentir identificado, por ejemplo, a quién no le han echado del trabajo o si no le han echado, puede entender perfectamente lo que es no sentirse valorado dentro de una empresa, cómo asimilar cambios en nuestras vidas, el estar en la duda por no saber a dónde ir… Yo les invito a leer “Todos tenemos una historia que contar”, porque todo depende de cómo tú veas la vida, pues es así como te va a ir a ti. Invito a que lean la obra también a aquellas personas que quieren desarrollar su propia marca personal y escribir su propia historia. Yo siempre digo que lo importante no es lo que te ha pasado, sino lo que puedes empezar a escribir desde el día de hoy, que es tu nueva historia, lahistoria que tú quieres ser.