El otro día, tomando café con un viejo amigo, me contó una anécdota curiosa; y es que, como todos ustedes ya saben, la bandera de Canarias sale como emoticono en aplicaciones como Whatsapp, Facebook, Twitter o Instagram, algo que no ocurre con la ikurriña vasca, ni la señera catalana. Lo que yo no sabía es que se debe a que la empresa que se encarga de la creación de estos emoticonos (Unicode) se basa en el sistema de aduanas. Canarias es considerado un país tercero en términos de exportación e importación de mercancías, cuya explicación, sin ánimos de ser exhaustivos, es la siguiente:.
Canarias fue desde la época de los Reyes Católicos un puerto franco, un oasis para el comercio internacional del cuál fuimos una verdadera plataforma para las relaciones comerciales con América. No en vano, el golpe de Estado de 1936 comienza en Canarias, entre otras cuestiones, porque el bando nacional considera estratégico el tener a su disposición divisas que le ayudasen a financiar el alzamiento. Y esta condición de puerto franco se extendió hasta incluso después de la entrada de España en la Comunidad Económica Europea (actualmente UE), ya que el Tratado de Adhesión reconoce las especificidades de Canarias.
La UE empieza a ser consciente de la importancia de integrar a determinados territorios que estaban fuera del nuevo marco legal establecido, y es cuando surgen los famosos fondos de cohesión. Europa decidió regar de millones a las zonas prioridad 1 (aquellas que no llegaban al 75% de la renta media de la Unión) a cambio de renunciar, en el caso de Canarias, a su condición de Puertos Francos, aunque reconociendo las especificidades del Archipiélago.
Con la entrada de nuevos países en la UE el criterio de asignar fondos de cohesión en función del nivel de renta de la población no garantizaba que las regiones, que hasta ese momento eran prioridad 1 lo siguieran siendo. Pero no éramos los únicos perjudicados, y es así como Francia, con sus territorios de ultramar y nuestra vecina Portugal se unen a España y consiguen que se reconozca que las RUP (Regiones Ultraperiféricas, hoy denominadas macaronésicas) de las tres naciones tienen una situación de desigualdad respecto al resto de territorios de la Unión, y son la lejanía y la fragmentación de su territorio. Ante esta evidencia todos los miembros de la UE aceptan que estos territorios tengan un trato diferenciado dentro de la UE.
Pues bien, tal y como he tratado de resumir, Canarias, desde su conquista, ha disfrutado de un régimen económico y fiscal propio, derivado de su situación geoestratégica y que la renuncia a su condición de puertos francos fue a cambio de una pérdida de libertad económica al recibir millones en “subvenciones” procedentes de los presupuestos comunitarios para ser gestionados por políticos. Lo que no se ha entendido es que Canarias no pide limosnas, ni las necesita. Canarias lo que quiere es que nos dejen competir en igualdad de condiciones con el resto de territorios y por eso necesitamos de un régimen económico y fiscal que reconozca las especificidades de nuestras islas.
Pues esto, que es tan sencillo de entender, es visto por los políticos y parte de la población de este país, como un supuesto privilegio. Hecho que queda reflejado en la dejadez de los gobernantes para aprobar cuestiones claves del nuestro REF en las que se olvidan de nuestra tierra y de su gente.
Ante esta situación, no podemos seguir dormidos y debemos unir nuestras voces para que, una vez más, se reconozca nuestra aportación histórica a España, a la Unión y al mundo. Canarias no es el pasado, Canarias es el futuro.
