Para comenzar y ponernos en contexto, me gustaría conocer cómo surgió Canarias Te Recarga y cuál es la actividad que desarrollan.
Canarias Te Recarga surgió en 2014, coincidiendo con la llegada del coche eléctrico. Tras la aparición de los primeros vehículos eléctricos de uso práctico alrededor de 2012, diversas asociaciones de propietarios y entusiastas creamos esta entidad con el objetivo de fomentar su utilización.
Inicialmente, funcionábamos como una asociación, instalando puntos de recarga entre nosotros y promoviendo el vehículo eléctrico en una época en la que la infraestructura de recarga y la presencia de estos vehículos eran escasas y poco conocidas.
En estos últimos años hemos presenciado una marcada tendencia hacia la adquisición y promoción del vehículo eléctrico. Imagino que el cambio desde aquel 2014 hasta ahora, en 2025, ha sido radical, ¿verdad?
¡Así es! La evolución ha sido significativa, aunque quizás no tan rápida como debería. Convencer a una sociedad arraigada durante tanto tiempo al coche de combustión, con su familiar repostaje de gasolina, para adoptar un cambio tan drástico como el vehículo eléctrico es un proceso complejo. Siempre comparo esta transición con lo que ocurrió a principios del siglo pasado, cuando los coches de caballos dieron paso a los primeros automóviles con motor. Aquel cambio también fue difícil, y desde mi punto de vista, la situación actual es similar.
Sin embargo, la transformación ha sido enorme. Hoy en día, tener un coche eléctrico no solo es perfectamente viable, sino que en muchos aspectos supera con creces al de combustión. Ha sido un avance tremendo, impulsado por mucho esfuerzo y por las numerosas ventajas que ofrece el coche eléctrico en comparación con su contraparte de combustión.
Bajo vuestra perspectiva, ¿cuáles son las ventajas de adquirir un vehículo de estas condiciones?
Las ventajas son numerosas, pero destacaría principalmente la económica. El coste del «combustible» de un coche eléctrico es aproximadamente la mitad de lo que se paga por gasolina en un vehículo de combustión.
En segundo lugar, y para mí lo más importante, está el aspecto ecológico. Un coche eléctrico puede funcionar conectándose a placas solares y una batería, permitiendo realizar los trayectos diarios con una contaminación casi nula. Esto es fundamental. Luego está el tema de las reparaciones. Reparar un coche eléctrico es significativamente más económico, diría que hasta tres veces menos costoso que un coche de combustión, ya que tiene muchas menos piezas y requiere mucho menos mantenimiento.
Además, la tranquilidad de la conducción sin ruido y la independencia de las gasolineras son ventajas notables. En un contexto como el actual, donde los precios del combustible pueden fluctuar o incluso haber problemas de suministro, un coche eléctrico, con la abundancia de sol y viento que tenemos en Canarias, puede seguir funcionando.
Coincido en que aún falta una mayor concienciación por parte de la sociedad, como comentábamos antes, para impulsar la adopción del vehículo eléctrico y ese necesario cambio de mentalidad. Ahora bien, en cuanto a infraestructuras, la pregunta clave es si los puntos de recarga actuales son suficientes. ¿Cuál es su perspectiva al respecto?
Actualmente, la promoción e instalación de puntos de recarga presenta dificultades económicas para los inversores, ya que la rentabilidad no siempre compensa la inversión inicial. Sin embargo, desde la perspectiva del usuario actual, la infraestructura de recarga en Canarias es bastante satisfactoria. Contamos con puntos de carga rápida que permiten recargar en media hora, facilitando los desplazamientos por cualquier isla.
Además, la infraestructura inherente al coche eléctrico es muy sencilla: cualquier enchufe, debidamente homologado y con las protecciones adecuadas, sirve para cargar. La disponibilidad de enchufes es generalizada, a diferencia de la complejidad que implica la instalación de una gasolinera. A esto se suma una buena red de carga rápida en todas las islas, ofreciendo diversas opciones para recargar sin problemas.
Me gustaría conocer su visión sobre el futuro del coche eléctrico, de la movilidad eléctrica y de los puntos de recarga específicamente en Canarias.
El futuro de la movilidad, tal como lo vislumbro con la tecnología actual, es inequívocamente eléctrico al cien por cien. Si bien se mencionan otras alternativas como el hidrógeno, la electricidad presenta una ventaja competitiva muy significativa: la capacidad de ser generada de forma descentralizada, incluso a nivel doméstico con la energía solar.
Mi visión es que en el futuro generaremos nuestra propia energía para nuestros desplazamientos. Y esto no se limita a vehículos particulares, sino que se extenderá a guaguas y camiones. La clave está en que esta transición se base en la autogeneración y no en la necesidad de construir más centrales eléctricas o extender las líneas de alta tensión a lo largo de las islas, lo cual no sería sostenible.
Voy un paso más allá: el propio vehículo eléctrico actuará como una fuente de energía para el hogar. Podremos utilizar la batería del coche no solo para movernos, sino también para alimentar nuestros hogares. Un vehículo que genera energía en una parte de la isla podría, al llegar a su destino y tener batería de sobra, suministrar energía a la vivienda, incluso revendiendo ese excedente sin necesidad de transporte a través de grandes redes.
En Canarias, con autonomías de 400 o 500 kilómetros, mucho más de lo que necesitamos para recorrer la isla en un día (unos 200 km), esa energía restante podría aprovecharse para el consumo doméstico, recargando el coche al día siguiente con energía solar.
En definitiva, veo un futuro de movilidad cien por cien eléctrica y, crucialmente, cien por cien renovable. Un modelo eléctrico que dependa de combustibles fósiles o grandes infraestructuras de transporte energético no sería la solución. El vehículo del futuro será tanto un medio de transporte como una fuente de energía para nuestros hogares, impulsado por la autogeneración renovable.