La Fundación Martínez emerge como un faro de creatividad, sostenibilidad e inclusión en Canarias y África, con la misión de forjar una sociedad más próspera y equitativa. A través de proyectos formativos y de mejora social, esta fundación se convierte en un agente de cambio positivo, impulsando el desarrollo de jóvenes tanto en el ámbito local como en Guinea Ecuatorial. ¿Cómo se ha materializado el propósito de la Fundación Martínez de contribuir al desarrollo de una sociedad más sostenible e inclusiva en Canarias y África a través de sus proyectos y programas?
En la Fundación Martínez basamos nuestra labor en la acción, la ejecución y el desarrollo de proyectos colaborativos que fomenten el trabajo en equipo y la búsqueda de sinergias con otras entidades que compartan nuestros objetivos.
En Guinea Ecuatorial, durante el año 2023 ampliamos el número de expediciones médicas de una a dos. Además de la tradicional expedición en materia de cirugía plástica, dirigida por el Dr. Javier Fernández-Palacios, incorporamos una nueva expedición en materia de oftalmología, junto a la Fundación Elena Barraquer, para realizar operaciones de cataratas a la población más vulnerable. Estas acciones permitieron en 2023 acercar la atención sanitaria a la población más vulnerable.
En Canarias, iniciamos el pasado mes de septiembre de 2023 un proyecto pionero en Lanzarote, en colaboración con la Fundación Mahou San Miguel, para mejorar la formación y la empleabilidad en el ámbito de la hostelería y la restauración. Trabajamos en colaboración con todos los centros formativos de la isla que ofrecen formación en esta rama, tanto públicos como privados, para fortalecer las competencias transversales del alumnado, complementar su formación con charlas inspiracionales, masterclases, visitas a empresas y apoyo en la búsqueda de prácticas.
Para este año 2024 nuestro objetivo es crecer en materia de salud Guinea Ecuatorial y consolidar el proyecto formativo en hostelería y restauración en Lanzarote. En Guinea Ecuatorial, se añadirá una tercera expedición médica anual en el área de odontología, creando espacios e infraestructuras propias para trabajar de forma recurrente a lo largo del año. Nuestro objetivo es tener operativo y funcionando un quirófano y una clínica odon-tológica de primer nivel en el mes de noviembre en la ciudad de Bata.
Iniciativas como Guinea Sana cuyo objetivo pasa por mejorar la calidad de vida en África y los programas formativos puestos en marcha los han posicionado como un motor de transformación en la salud, la educación y la inclusión, ¿no es así?
Sí. La Fundación Martínez quiere posicionarse como un agente social que incentiva y rema en fafor de la transformación social de Canarias en base a los pilares de formación e inclusión. Nuestr patronato decidió acometer un menor número de proyectos pero con mayor respaldo y apoyo de otras entidades sociales con las colaboramos en red.
En Lanzarote somos un referente, apoyando a las escuelas formativas de hostelería y contribuyendo a la profesionalización y visibilización del sector.
En Guinea Ecuatorial, las expediciones médicas generan un gran valor social en la población beneficiada así como en los profesionales que participan. La Fundación está comprometida a largo plazo con el desarrollo de ambos territorios.
También han desarrollado el proyecto STEAM LAB Lanzarote para fomentar las vocaciones científicas y tecnológicas entre los jóvenes en la isla, ¿cuál ha sido la respuesta de la comunidad educativa a esta iniciativa?
Las competencias digitales de la población son un tema que nos preocupa profundamente.
STEAM LAB es el nombre de esta iniciativa, para la cual contamos con la colaboración del experto en la materia, Fernando Posada. A lo largo del año, organizamos diversos eventos que nos posicionan como una de las entidades sociales referentes que trabaja activamente en este ámbito, especialmente en lo que respecta a la formación del profesorado.
Uno de nuestros objetivos principales es complementar la formación docente. Queremos que los profesores conozcan las tecnologías y herramientas disponibles, como la inteligencia artificial, para que puedan utilizarlas y enseñarlas a sus alumnos.
Consideramos que la tecnología ofrece una gran oportunidad para la enseñanza. Nuestro objetivo es que el profesorado la incorpore, la sepa utilizar y la conozca a fondo, siempre desde una perspectiva positiva y aprovechando todas sus posibilidades. Por supuesto, también somos conscientes de los riesgos asociados a la tecnología. Por eso, trabajamos para controlarlos de manera adecuada y mantenernos informados sobre ellos.
En segundo lugar, queremos animar a la población más joven a desarrollar carreras profesionales en el ámbito de los contenidos digitales y las tecnologías de la información y comunicación. Vivimos en la era digital donde se abre paso la inteligencia artificial. Se crearán nuevos puestos y perfiles profesionales con una gran base digital. Para ello, organizamos actividades para los más pequeños, donde aprenden a programar con lenguajes sencillos. Algunas de estas actividades son solo para niños, mientras que otras están dirigidas a padres e hijos al unísono.
Creemos que, como fundación, estamos aportando un gran valor a la sociedad en este ámbito, junto a la formación profesional en hostelería y restauración. Estamos consiguiendo una participación superior a lo esperado, llenando en algunas ocasiones, los espacios disponibles.
Se trata de una labora muy gratificante para nosotros, ya que dedicamos mucho tiempo y esfuerzo a estos proyectos. Las fundaciones y entidades sociales suelen tener «equipos reducidos de alto rendimiento».
Al final, hacemos las cosas con mucho cariño y dedicación. Tiene que haber una vocación intrínseca para trabajar en este sector. Nos sentimos recompensados por el esfuerzo realizado.
César, ¿cuáles son los desafíos a los que se enfrenta la Fundación Martínez en su labor de promoción del desarrollo sostenible y la inclusión social, y cómo los aborda para seguir avanzando en su misión?
Sin duda, el principal desafío que enfrentamos es mantener la sostenibilidad de nuestra organización. Esto implica seguir innovando y aportando valor a la sociedad de manera constante, y generando sinergias con el tejido productivo y las instituciones para contribuir de forma conjunta con el desarrollo sostenible de nuestros territorios.
Para lograrlo, debemos mirar hacia adentro, reflexionar, y tener muy presentes nuestros valores, así como nuestra visión y misión, elementos que nos guían en el día a día. Estos elementos, aprobados por nuestro patronato, son la base fundamental de nuestra existencia. Es crucial enfocarnos en ellos, tener paciencia y trabajar incansablemente para alcanzar nuestros objetivos.
¿Cómo podemos saber si nuestros proyectos tienen valor? Un indicador clave es la participación de otras entidades y profesionales que se suman a la iniciativa de forma voluntaria. Cuando vemos que no estamos solos en este camino, sino que hay personas interesadas en colaborar y aportar su granito de arena, es señal de que estamos en la dirección correcta.
Sin embargo, la financiación también juega un papel importante. Es necesario buscar activamente fondos y patrocinios que nos permitan llevar a cabo nuestros proyectos. Debemos contar nuestras historias a entidades que puedan apoyar este tipo de iniciativas, e incluso movernos a nivel institucional para aprovechar convocatorias de ayuda.
No obstante, reitero que lo más importante es no perder el foco. Debemos trabajar con pasión y dedicación en proyectos que realmente aporten valor a la sociedad, siguiendo siempre una línea clara y definida.