¿Cómo hace la Dirección General de Comercio y Consumo un balance del comercio canario en 2025? ¿Cuáles han sido los logros más importantes y los retos más complicados?
La Dirección General de Comercio y Consumo realiza un balance globalmente positivo del comercio en Canarias durante 2025. La Comunidad Autónoma continúa situándose entre las primeras posiciones a nivel nacional en el índice de ventas del comercio minorista.
Es cierto que, en los últimos meses del ejercicio, dicho índice ha mostrado un cierto estancamiento en Canarias; no obstante, la región mantiene un desempeño destacado. Este comportamiento está claramente influido por la buena evolución del sector turístico, del cual el comercio constituye un eslabón fundamental dentro de la cadena de actividad.
En general, el balance es positivo. El principal reto de 2025 ha sido avanzar en la adaptación del comercio canario a los procesos de innovación, impulsando ecosistemas innovadores y un lenguaje común que facilite la transición hacia un consumidor omnicanal. Aunque este trabajo comenzó en
2024 y ha progresado en 2025, aún queda camino por recorrer.
¿Qué acciones específicas ha impulsado su Dirección para dinamizar el consumo navideño en Canarias?
A partir de la última semana de noviembre se inicia la temporada de mayor actividad comercial en Canarias. Durante el periodo que abarca el Black Friday, la Navidad y posteriormente las rebajas, el sector concentra más del 40% de sus ventas anuales. Por este motivo, la mayoría de las campañas y acciones de dinamización se desarrollan en estas fechas, incluyendo markets, ferias de dinamización comercial en los distintos municipios y eventos de diversa índole.
Más que incentivar directamente las compras —que en esta época ya se producen de forma natural—, estas acciones están orientadas a promover el tránsito de personas por las zonas comerciales abiertas. El objetivo es consolidar estos espacios como lugares de experiencia positiva, donde la ciudadanía acuda no solo a realizar adquisiciones, sino también a disfrutar de la oferta de ocio, gastronomía y paseo. De esta manera, se busca reforzar el papel de las zonas comerciales abiertas como auténticos focos de actividad durante la campaña navideña.
Desde su perspectiva, ¿en qué islas no capitalinas ve usted un mayor potencial de crecimiento comercial? ¿Por qué?
Desde una perspectiva general, las islas no capitalinas presentan importantes retos en materia de desarrollo comercial, especialmente La Gomera, La Palma y El Hierro. Estas islas afrontan un doble desafío: por un lado, la doble insularidad, que incrementa significativamente los costes para comercios, empresarios y autónomos; y por otro, un problema estructural de relevo generacional y envejecimiento de la población. Esta combinación dificulta en muchos casos la continuidad empresarial cuando los titulares de los negocios deciden cesar su actividad.
En este contexto, desde la Dirección se están impulsando programas específicos orientados a garantizar, en la medida de lo posible, la continuidad empresarial y a fomentar la actividad comercial en estas islas. Uno de los objetivos prioritarios es prestigiar la profesión comercial entre las nuevas generaciones, promoviendo el relevo generacional. Para ello, es necesario reforzar la formación profesional y transmitir a los jóvenes la idea de que trabajar en este sector constituye una opción profesional digna y con futuro.
En coherencia con esta línea de actuación, el presupuesto de 2026 incorpora programas destinados tanto a la continuidad empresarial como al fortalecimiento de la formación vinculada al ámbito comercial. Asimismo, se continuará impulsando un ecosistema de innovación, ya que las nuevas generaciones necesitan percibir que el sector comercial habla el mismo lenguaje que ellas: un lenguaje basado en la innovación, la digitalización y la omnicanalidad. Sin la incorporación de estos elementos, resultará difícil asegurar la continuidad del tejido comercial en estas islas.
¿Cómo valoraría el impacto hasta el momento del programa “Canarias Destino Comercial Inteligente”? ¿Qué indicadores usan para medir su éxito?
El impacto del programa Canarias Destino Comercial Inteligente queda reflejado en las propias cifras de solicitudes recibidas. En la convocatoria 2024-2025, por ejemplo, se habilitó un presupuesto de 6 millones de euros y se presentaron proyectos por un valor superior a los 20 millones. Este dato constituye un indicador evidente del éxito y de la alta acogida que ha tenido el programa, tanto entre el tejido empresarial como entre las administraciones locales e insulares.
En dicha convocatoria se adjudicaron proyectos a asociaciones, federaciones, cabildos, ayuntamientos, comunidades y empresas públicas, muchos de los cuales se encuentran actualmente en ejecución. Para la convocatoria 2025- 2026, ya publicada, se han presentado más de 100 proyectos que, en numerosos casos, superan el importe global previsto inicialmente para 2027, lo que reafirma el interés y la participación activa de los distintos agentes involucrados.
En términos generales, este programa ha contribuido decisivamente a consolidar el ecosistema de innovación. Ha generado una mayor conciencia entre comercios, asociaciones, federaciones y administraciones municipales. Además, ha favorecido la creación de un entorno profesional en el que empresarios, consultores y otros agentes operan bajo una lógica común centrada en la digitalización y los procesos innovadores.
En este sentido, los resultados obtenidos hasta el momento son, para la Dirección General, altamente satisfactorios.
¿Qué iniciativas se han lanzado para fomentar la sostenibilidad en los comercios locales (ahorro energético, productos locales, reducción de residuos)?
Dentro de la convocatoria del programa Canarias Destino Comercial Inteligente, uno de los gastos subvencionables contempla específicamente el desarrollo de proyectos vinculados a la sostenibilidad. En este marco, durante la convocatoria anterior se presentaron varias iniciativas promovidas por federaciones de comerciantes que, en colaboración con entidades certificadoras, permitieron identificar y acreditar a establecimientos que incorporaban prácticas sostenibles.
Estos proyectos incluían formación dirigida a los comerciantes, la realización de diagnósticos individualizados y, finalmente, la obtención de una certificación que acreditaba al establecimiento como comercio sostenible. Según los datos disponibles se presentaron dos o tres proyectos de este tipo,
tanto en la provincia de Las Palmas como en la de Santa Cruz de Tenerife.
La sostenibilidad constituye, sin duda, un elemento clave, y dentro del programa Canarias Destino Comercial Inteligente tiene un papel fundamental, especialmente como criterio evaluable en la valoración de la calidad de los proyectos presentados.
¿Qué barreras ha detectado para que las pymes canarias adopten estas nuevas tecnologías, y cómo les ayuda su equipo a superarlas?
Aunque Canarias se sitúa ligeramente por debajo de la media nacional en comercio electrónico y uso de nuevas tecnologías, las diferencias no son muy significativas. Sí se observa un déficit de competencias digitales, especialmente en áreas rurales y municipios pequeños.
Para afrontarlo, desde el año pasado se desarrolla un programa de digitalización en colaboración con federaciones y asociaciones de comerciantes, con itinerarios formativos guiados por tutores y mentores, que permiten a las empresas adquirir las competencias digitales necesarias para su negocio.
El éxito del programa se mide no solo por el número de participantes, sino por los resultados: cuántas empresas continúan formándose, venden online o aplican herramientas digitales en gestión, logística y servicio posventa. En 2025, 200 empresas de todas las islas completaron la formación, logrando avances significativos en digitalización.
Ha anunciado una inversión de 3,1 millones para dinamizar los mercados tradicionales. ¿Cuáles serán las principales actuaciones con ese presupuesto?
El objetivo de esta inversión es transformar los mercados y mercadillos tradicionales de Canarias en auténticos espacios de atracción de experiencias positivas. La intención es que estos enclaves no solo funcionen como puntos de actividad comercial, sino también como referentes turísticos, culturales y de ocio. La propuesta busca posicionar a los mercados tradicionales como una marca paraguas que refleje la idiosincrasia canaria, resaltando el valor de los productos kilómetro cero y el papel histórico, cultural, patrimonial y arquitectónico que estos espacios representan. Se trata, en definitiva, de impulsar una renovación integral que preserve su esencia, como mercados de abastos y puntos de referencia para la producción local, pero que, al mismo tiempo, los convierta en lugares capaces de atraer turismo experiencial y generar vivencias positivas que trasciendan la simple compra de productos.
¿Cuáles son sus principales objetivos para la Dirección General de Comercio y Consumo de cara a 2026?
De cara al año 2026, en el ámbito del comercio nuestro principal objetivo es consolidar Canarias Destino Comercial Inteligente como un verdadero ecosistema capaz de impulsar procesos transformadores dentro del sector comercial del archipiélago. Asimismo, trabajaremos en la potenciación de los mercados tradicionales, con el fin de convertirlos en espacios estratégicos de actividad comercial, turística y de experiencias integrales para residentes y visitantes.
En cuanto al área de consumo, el propósito fundamental es agilizar los procedimientos de reclamación y de protección de los consumidores. Para ello, se prevé la implantación de herramientas digitales y procesos innovadores que permitan una mejor coordinación con las administraciones competentes y que faciliten una gestión más eficiente. El objetivo final es garantizar que los ciudadanos perciban que sus derechos y reclamaciones están adecuadamente atendidos y protegidos desde el ámbito público.
Considero que estos aspectos recogen de manera completa los puntos más relevantes.
