¿Qué la inspiró a especializarse en dermatología y qué la motivó a abrir su propio centro dermatológico?
La especialidad en Dermatología fue una elección motivada por su amplitud, ya que abarca tanto la medicina clínica como la cirugía, dos áreas que me resultaban atractivas. Consideraba que era una de las especialidades más completas y, a medida que profundizaba en su estudio, confirmé la importancia fundamental de la medicina interna en la dermatología.
Me parecía muy interesante, ya que la piel refleja numerosas enfermedades internas e incluso afecciones o malestar del paciente. Esto me llamaba mucho la atención. Con el tiempo, se ha convertido en una especialidad de referencia, no solo a nivel médico, sino también social. Ha habido muchos cambios en el campo de la dermatología y hoy en día es una de las especialidades más completas, ya que abarca la clínica, la cirugía y la estética, que está en auge.
Además, como mujer me permite conciliar la vida laboral con la familiar, ya que abre campo a la dermatología privada, además del trabajo en el sector público. Este último me aporta conocimiento sobre pacientes complejos y situaciones o afecciones raras, mientras que el ámbito privado permite desarrollar el campo de la dermatología desde otro punto de vista.
Más allá de la dermatología estética, en la que nos centraremos más adelante, ¿existe una creciente concienciación social sobre la necesidad y la importancia de cuidar la salud de nuestra piel?
En los últimos años, la sociedad se ha concienciado sobre la existencia del cáncer de piel por el aumento de casos, incluso en personas jóvenes. Esto no significa alarmar a la población, pero sí promover la responsabilidad en el autocuidado y la autoexploración de la piel.
Este cambio, sumado a una mayor mentalidad de cuidado personal (alimentación saludable, deporte), ha impulsado la demanda de consultas dermatológicas. Las personas buscan una piel sana y estéticamente agradable, lo que ha multiplicado las consultas en los últimos años.
Concretamente, ¿cuáles son los problemas de piel más comunes que ve en su consulta y cómo han cambiado con el tiempo?
Los problemas de piel más comunes suelen ser dermatitis, eczemas, acné y manchas, además del control de lunares y lesiones melanocíticas para descartar un posible tumor de piel. Sin embargo, los pacientes consultan cada vez en fases más tempranas de las enfermedades, ya que desean resolverlas y evitar complicaciones a largo plazo. Esto también contribuye a que el número de pacientes que solicitan una consulta sea mayor.
¿Qué papel juega la genética en las enfermedades de la piel?
La genética juega un papel importante en muchas enfermedades, incluidas las de la piel, pero no es el único factor determinante. No debemos alarmar a la sociedad, ya que la genética siempre debe considerarse en un contexto ambiental específico. Existen otros factores que influyen en el desarrollo de una enfermedad en personas con predisposición genética. Muchas veces, la enfermedad no se manifiesta si no existe un entorno adecuado que desencadene la expresión de esa posible mutación genética. Entre estos factores se encuentran la alimentación y los factores ambientales, por lo que cada vez se habla más de los tóxicos y de la importancia de mantener un ambiente saludable.
Como comentabas anteriormente, la dermatología estética ha emergido como un campo en constante evolución, impulsado por el deseo de una piel saludable y radiante. En este sentido, ¿cuáles están siendo los tratamientos más populares y demandados en la actualidad?
Los pacientes nos consultan principal- mente por manchas, cicatrices (de acné, cirugías o accidentes) y, cada vez más, por deseo de mejorar su aspecto de forma natural. Esto ya no es exclusivo de mujeres jóvenes, sino también de mujeres de todas las edades e incluso hombres. Numerosos estudios demuestran que una piel bien cuidada, incluso simplemente más hidratada, mejora la autoestima y la confianza. He visto de primera mano cómo la dermatología estética puede cambiar vidas, restaurando no solo la apariencia, sino también la autoestima.
Por lo tanto, sin caer en la superficialidad, es importante escuchar estas necesidades de los pacientes y reconocer que esta realidad existe.
“La sociedad se ha concienciado sobre la existencia del cáncer de piel”
¿Qué servicios y tratamientos específicos ofrece vuestro centro a los pacientes dentro del campo de la dermatología estética?
Desde nuestros inicios hace diez años, hemos apostado por la tecnología. Contamos con equipos médicos para tratar diversas afecciones de la piel, como el control del sebo, las manchas y la flacidez. Además, disponemos de una plataforma láser con diferentes tipos de láser para abordar las manchas, la rosácea (una patología cada vez más común) y las cicatrices de acné.
Para concluir, Verónica, ¿cuáles son los planes y prioridades del centro para el futuro? ¿En qué áreas de trabajo harán mayor énfasis?
Queremos mantener el trato cercano y de calidad que siempre nos ha caracterizado. Además, respaldados por la evidencia científica actual, seguiremos apostando por la medicina bioregenerativa y los tratamientos naturales, tanto en los resultados como en el proceso.
Asimismo, seguiremos priorizando la estimulación de la propia piel del paciente, como la producción de colágeno, utilizando sustancias inyectables solo cuando es necesario. Evitamos las modas de infiltración indiscriminada, ya que cada vez más la literatura y la sociedad son conscientes de la huella estética que dejan ciertos procedimientos.
Nos mantendremos en esta línea y contamos con una cabina estética para satisfacer necesidades no patológicas, pero que preocupan a nuestros pacientes, como mantener una piel sana y bonita.
