La tasa anual del Índice de Precios de Consumo (IPC) general en el mes de marzo es del 9,8%, para el Estado y del 8,9% para Canarias, la más alta desde mayo de 1985.
Entre los grupos con influencia positiva en el aumento tanto de la tasa anual como la mensual destacan el de vivienda y el transporte a consecuencia de la subida de los precios
de la electricidad y de los carburantes.
En un año en Canarias solo ha experimentado bajada de los precios el grupo de vestidos y calzado (-5,8%), y las comunicaciones (-0,5%).
La tasa de variación anual de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumenta cuatro décimas, hasta el 3,4% en el Estado
y tres décimas en el Archipiélago situándose en el 3,3%. Es la más alta desde septiembre de 2008.
Unos índices de precios de estas magnitudes están poniendo en riesgo los índices de la recuperación económica tras los años de pandemia. Cadenas de suministro que no terminan de recuperar la normalidad tras la pandemia, escasez de productos, guerra en Ucrania, sanciones a Rusia, incremento de los costes de la energía… Todos ellos son factores que se han ido imbricando en los últimos meses y que ya están haciendo sonar todas las alarmas de recesión entre los inversores.
