¿Qué te motivó a entrar en el sector de la solución de humedades y siendo un mercado este tan competitivo? ¿Cuál consideras que es el principal factor que diferencia a HUMIX de otras empresas y soluciones existentes en el mercado?
Tuvimos la suerte de conocer en persona a Joan Víñez, que es el inventor de esta tecnología. Él es un señor catalán que desarrolló un sistema que funciona con un impulso eléctrico por paredes y suelo, y que resulta 100% efectivo contra la humedad por capilaridad.
Para que se entienda, hay tres tipos de humedades: condensación, capilaridad y filtración. La capilaridad es la que viene del subsuelo, y este sistema está pensado justo para eso. Una de las razones por las que estoy en este negocio es porque la empresa tiene una política muy clara: solo instalamos equipos donde realmente funcionan y donde de verdad hacen falta. No vendemos por vender, resolvemos un problema. Y si por alguna razón no lo resolvemos, devolvemos el dinero y pedimos disculpas. Así de sencillo. Eso hace que no tengamos clientes enfadados ni quejas y, la verdad, eso es algo difícil de encontrar en cualquier sector.
Mucha gente no es consciente de lo que implica convivir a diario con humedad: olores, paredes con desconchones, daños estructurales… y años intentando arreglarlo sin éxito. Nosotros lo solucionamos de una forma relativamente sencilla: instalamos un equipo en la pared perimetral, conectado a la corriente, y desde el primer momento acompañamos al cliente en todo el proceso, con todas las garantías.
Lo bonito de esto es que no dejamos de innovar, de mejorar y de expandirnos. Empezamos en Canarias, pero hoy ya estamos presentes en países como Canadá, Nueva Zelanda, Australia, Portugal, y este septiembre arrancamos también en Italia. Y al final, la humedad es un problema global: lo que pasa en Canarias pasa también en muchos otros lugares del mundo.
¿Crees que la sociedad está cada vez más concienciada de que los problemas de humedad no solo afectan a la vivienda, sino también a la salud?
Sí, nosotros nunca vendemos desde el miedo. La realidad es que la humedad es incómoda. Es fea de ver, baja el valor de una vivienda si quieres venderla y, en algunos casos, también afecta a la salud. Pero, sobre todo, lo más importante es que te incomoda en tu día a día.
La pregunta es: ¿realmente quieres vivir así? ¿Dormir en esa casa? Porque lo que pasa es que pintas un año, y al siguiente pintas otra vez, y al siguiente otra vez… y al final te dejas un dineral en pintura, y a los dos meses vuelve a estar igual.
Y no es solo en Canarias, aunque aquí por la forma de construir se nota mucho. En cualquier parte de España o del mundo pasa lo mismo: cuando no es capilaridad, es condensación, y si no, es filtración. La humedad está en todas partes.
“Empezamos en
Canarias, pero
hoy ya estamos
presentes en países
como Canadá,
Nueva Zelanda,
Australia, Portugal,
y este septiembre
arrancamos
también en Italia”
¿Qué nuevas tendencias o innovaciones tecnológicas estás observando?
Para que te hagas una idea, nosotros hemos llegado a cubrir superficies enormes con un solo equipo. Por ejemplo, en San Sebastián instalamos un aparato en un parking de 2.500 metros cuadrados. Ya pasó la garantía de satisfacción y los clientes comprobaron por sí mismos que funciona perfectamente.
Otro caso es el sótano del juzgado de La Laguna, que está a cinco plantas bajo tierra. Antes era entrar ahí y se te resecaba la garganta, incluso te picaba la piel de la humedad que había. En solo seis meses el problema quedó resuelto. Hablamos de una superficie de 600 metros totalmente recuperada.
Y lo sorprendente es cómo lo hace: una onda eléctrica que, con impulsos cada 20 segundos, va recorriendo poco a poco todo el espacio, llevando la humedad de vuelta al subsuelo y dejando las paredes secas.
Asimismo, considerando el panorama actual, ¿cuáles son los desafíos más recurrentes o quizás más significativos se enfrentan?
Los desafíos son constantes, porque el mundo de la tecnología no para nunca. Siempre hay algo nuevo. En nuestro caso, estamos llevando esta misma tecnología a otros usos, como por ejemplo ahuyentar bichos: cucarachas, moscas, mosquitos… Estamos en innovación continua, siempre investigando cómo mejorar.
Ya hemos conseguido aumentar potencias, ampliar alcances, y ahora estamos trabajando en nuevas aplicaciones. De hecho, creo que muy pronto podremos lanzar algo relacionado específicamente con cucarachas, hormigas y termitas.
¿Qué tipo de mantenimiento o seguimiento posterior a la instalación ofrecen a sus clientes? ¿Tienen un protocolo para revisar el funcionamiento?
Nosotros trabajamos siempre con un protocolo muy definido. Pedimos al cliente información previa (metros, tipo de muro, fotos), pero lo más importante es que siempre vamos a ver el lugar en persona. Hacemos el diagnóstico allí mismo, instalamos nosotros mismos el equipo y después hacemos todo el seguimiento.
Medimos la humedad en las paredes a los 45 días, a los 90 días… y cuando llega al 0,6 en superficie ya se puede volver a pintar. En ese punto recomendamos usar pintura transpirable, de silicato, que no cuesta más, no es complicada, y tiene la ventaja de que deja respirar al muro.
La garantía que ofrecemos es de 30 años, y el mantenimiento es cero. Una vez que el muro está seco, el problema está resuelto. El cliente sabe que nos tiene de por vida.
En definitiva: si vuelve a aparecer humedad, es porque el equipo ha fallado, y ahí la garantía es total, al 100%. Aunque, hasta ahora, nunca nos ha pasado.
Además, hablamos, por lo que me comentabas en un inicio, de una empresa con una vocación internacional. Nos gustaría conocer a dónde se ubican actualmente y hacia dónde prevén expandirse.
Gracias a un contacto en Canarias dimos el salto a Canadá, concretamente a Manitoba, que está en el centro del país- Ahora mismo estamos también en Reino Unido, Italia y Portugal, y han ido surgiendo contactos muy interesantes en lugares como Nueva Zelanda o Australia. En breve esperamos abrir también en Grecia y Turquía. En general, todo el Mediterráneo es un territorio ideal para este tipo de tecnología, sitios como Malta, Chipre o Bulgaria. En Sudamérica aún no hemos entrado por un tema de costes y aranceles.
El reto, hoy por hoy, es que en muchos de esos países las economías no permiten que sea algo asequible para una parte importante de la población. Pero llegará el momento.
Mirando hacia el futuro, ¿dónde ves a HUMIX en los próximos 5 a 10 años?
A mí lo que me gustaría es seguir creciendo en dos sentidos: por un lado, geográficamente, y por otro, en producto. Es decir, avanzar en eficiencia, en seguridad, en nuevas aplicaciones y en tecnologías que se puedan desarrollar a partir de este mismo equipo.
Por ejemplo, hay una adaptación del sistema que funciona como micronizador de cal, y es una maravilla para los problemas de cal en el agua. No elimina la cal como tal, pero convierte las partículas de calcita en aragonita, lo que hace que desaparezcan los problemas que genera la cal en tuberías, electrodomésticos, etc.
Esto ya está en marcha y funciona, pero lo que queremos es llevarlo al uso particular, que no se quede solo en comunidades grandes, en pueblos o en compañías de riego, donde ya lo estamos aplicando. La idea es que cualquier persona lo pueda tener en su casa, a un precio asequible y como una decisión individual, sin depender de que se pongan de acuerdo todos los vecinos, que siempre retrasa más las cosas. Y lo mejor es que este producto mantiene la misma filosofía que el resto: 30 años de garantía, cero mantenimientos y sin químicos de por medio.