Me gustaría conocer su trayectoria profesional. ¿Qué le llevó a tomar la decisión de cambiar del sector del transporte a la gestión de residuos? ¿Qué aspectos de este sector le resultaron especialmente atractivos y cómo adquirió la especialización necesaria para desempeñar esta labor?
Fue en el año 2003 cuando, realizando cursos de gestión de transporte, descubrí el sector de la gestión de residuos. El tema me fascinó por su impacto ambiental y social, por lo que decidí realizar una reconversión profesional. A partir de ese momento, me dediqué a obtener las autorizaciones necesarias para operar en este sector y comencé a prestar servicios de recogida y transporte de residuos a diversos clientes, entregándolos en plantas de tratamiento autorizadas.
Considerando que inició su actividad en 2003, ¿cómo ha visto evolucionar el sector de la gestión de residuos? ¿Cómo ha afectado el aumento de la competencia y la creciente importancia de la economía circular a su empresa?
Sin duda, la economía circular es el futuro de la gestión de residuos. Si bien aún queda mucho camino por recorrer, se han dado pasos significativos en los últimos años.
La legislación ha evolucionado notablemente, pasando de la Ley Canaria de 1999 a la normativa actual, que exige una trazabilidad completa de los residuos peligrosos a través de plataformas digitales. Este enfoque garantiza que los residuos sean gestionados de manera adecuada y se promueva la reutilización y el reciclaje de materiales.
Sin embargo, es fundamental seguir trabajando para consolidar esta economía circular y superar los desafíos que aún persisten.
Francisco, ¿podría explicarnos qué tipo de residuos maneja su empresa?
Actualmente gestionamos aproximadamente 200 tipos de residuos no peligrosos y otros 200 peligrosos. Entre los residuos peligrosos destacamos los aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), como por ejemplo los frigoríficos.
También trabajamos con residuos que contienen materiales peligrosos como la tela asfáltica, material de construcción que contiene amianto, envases vacíos contaminados etc. Sin embargo, debido a la falta de plantas de tratamiento para ciertos residuos peligrosos en Canarias, debemos exportarlos a otras regiones. Esta situación se agravará a partir de 2026, cuando se endurezcan las restricciones para la exportación de algunos tipos de residuos.
Es fundamental que las administraciones públicas, en colaboración con los gestores de residuos, busquen soluciones a corto plazo para garantizar una gestión sostenible de estos residuos en las islas.
Dado la urgencia de la situación, ¿qué medidas concretas han propuesto a las administraciones para garantizar una gestión adecuada de estos residuos y evitar que la situación empeore?
La situación actual exige una respuesta rápida y efectiva por parte de las administraciones públicas. Si bien existen empresarios interesados en invertir en plantas de tratamiento de residuos en Canarias, es necesario superar los obstáculos burocráticos y las posibles oposiciones vecinales.
Las autoridades deben evaluar todas las alternativas, incluyendo la construcción de nuevas infraestructuras en las islas o la búsqueda de soluciones regionales o nacionales. Lo importante es garantizar una gestión segura y sostenible de estos residuos, minimizando los riesgos para la salud y el medio ambiente.
Es imperativo encontrar una solución a corto plazo para iniciar un proyecto a largo plazo que brinde certeza a todas las partes involucradas. La falta de una estrategia clara puede generar incertidumbre en el sector…
Sí, así es. El problema radica en la falta de infraestructuras adecuadas en Canarias para gestionar ciertos tipos de residuos peligrosos.
Actualmente, exportamos gran parte de estos residuos a Andalucía, pero a partir de 2026 esta opción dejará de ser viable debido a los cambios normativos. Esta situación nos obliga a buscar de manera urgente soluciones alternativas, como la construcción de plantas de tratamiento en las islas o la negociación de acuerdos con otras regiones para la gestión de estos residuos. De no hacerlo, nos enfrentaremos a una crisis de gestión de residuos con graves consecuencias ambientales y económicas.
¿Cómo ve el futuro de la economía circular en Canarias?
La burocracia excesiva es un obstáculo significativo para el desarrollo de iniciativas de economía circular en Canarias. Un ejemplo claro es el caso de los neumáticos fuera de uso, que podrían reciclarse para producir nuevos materiales. Sin embargo, los trámites administrativos necesarios para poner en marcha este tipo de proyectos son largos y complejos. Además, la gestión de los RAEE se ve afectada por la misma problemática, lo que limita la capacidad de las empresas para ofrecer soluciones innovadoras y sostenibles.
Es evidente que el sector de la gestión de residuos necesita una agilización de los trámites administrativos. La lentitud en la tramitación de permisos y autorizaciones impide la implementación de nuevas soluciones y la adaptación a las normativas cambiantes. Esta situación genera una gran incertidumbre y desincentiva la inversión en el sector.
El Real Decreto 553/2020 sobre el traslado de residuos ha puesto de manifiesto esta problemática, al introducir cambios significativos que requieren una actualización de las autorizaciones administrativas. La lentitud en la tramitación de estas solicitudes está generando una situación de incertidumbre y obligando a muchas empresas a operar al margen de la legalidad.
¿Cuál es la visión de futuro de FDS Canarias? ¿Cuáles son sus principales objetivos a largo plazo?
Nuestro principal objetivo es fomentar la separación de residuos en origen para garantizar una gestión adecuada y sostenible. Somos conscientes de que la separación de residuos requiere un esfuerzo adicional por parte de los ciudadanos, pero es fundamental para maximizar las tasas de reciclaje y valorización. Estamos trabajando activamente para concienciar a nuestros clientes sobre la importancia de separar correctamente los residuos y para facilitarles las herramientas necesarias para hacerlo.
“La burocracia excesiva es un obstáculo para el desarrollo de iniciativas de economía circular”
No solo se dedican a la gestión de residuos, sino que también invierten en concienciar a la población sobre la importancia de la separación de residuos…
La correcta separación de residuos es fundamental para garantizar una gestión sostenible y eficiente. Sin embargo, es necesario mejorar la concienciación ciudadana y simplificar los procesos administrativos. Actualmente, muchos ciudadanos desconocen los beneficios de la separación selectiva y los sistemas de recogida existentes. Además, la complejidad de la normativa y los trámites burocráticos dificultan la implementación denuevas iniciativas.
Es fundamental que las administraciones públicas y las empresas de gestión de residuos trabajen de forma coordinada para informar a la población sobre la importancia de separar los residuos en origen y para facilitar el acceso a los puntos de recogida. Asimismo, es necesario agilizar los trámites administrativos y simplificar los procesos para fomentar la inversión en infraestructuras de tratamiento y valorización de residuos.
Un ejemplo claro es el caso de los neumáticos fuera de uso. Existen empresas especializadas en la recogida y tratamiento de este tipo de residuos, que pueden transformar los neumáticos en nuevos productos. Sin embargo, la falta de coordinación entre las administraciones y la complejidad de los trámites administrativos dificultan la implementación de estos proyectos.
En definitiva, la gestión sostenible de los residuos requiere un esfuerzo conjunto de todas las partes implicadas: administraciones públicas, empresas y ciudadanos. Solo a través de la colaboración y la concienciación podremos construir un futuro más sostenible.