Isabel, a finales del año pasado, 2024, supimos que Canarias será la primera comunidad española en contar con terapia ocupacional en el ámbito de la educación. Me imagino que esta nueva iniciativa, que habrá sido consensuada y meditada con los organismos públicos pertinentes, da un paso al frente en el reconocimiento de una profesión como la vuestra, que cada vez es más necesaria, incluso fuera del ámbito estrictamente sanitario. ¿Es así?
En efecto, se ha estado trabajando en esta línea desde 2017, cuando un grupo de compañeras, en un acuerdo entre las consejerías de Sanidad y Educación, accedieron a los centros de educación especial. A partir de ahí, se observó la demanda existente y cómo un profesional de la terapia ocupacional puede abordar determinadas situaciones dentro del contexto educativo.
Es importante destacar que, si bien la intervención se realiza desde un prisma sanitario, la ocupación forma parte de nuestro día a día. Como bien dice la OMS, la ocupación es salud, y es por eso que como profesionales sanitarios tenemos cabida en este ámbito.
Aun estando en un contexto escolar, el niño lleva a cabo actividades de la vida diaria: se viste, se sube una cremallera, se pone una chaqueta… El trabajo continuo con el cuerpo docente y la familia es fundamental para seguir promoviendo la salud y trabajando en ello.
En este sentido, para matizar, ¿cuál es la principal ventaja o el principal recurso positivo que sacarán aquellos que necesiten hacer uso de la terapia ocupacional en el centro? Es decir, ¿en qué va a mejorar la vida de la familia y del niño, incluso del profesorado, que necesite de un servicio como este?
La principal ventaja reside en esa complementariedad de conocimientos. Mientras que el cuerpo docente posee un dominio profundo de la pedagogía y el contenido curricular, los terapeutas ocupacionales aportan una comprensión especializada sobre cómo el estado de salud y las patologías de base pueden influir en el proceso de aprendizaje diario del niño.
En esencia, nos convertimos en un vehículo facilitador de comunicación entre la esfera docente, la familiar y la propiamente sanitaria.
En relación con el impacto de esta iniciativa, ¿se manejan cifras estimadas sobre cuántos alumnos y familias podrían verse beneficiados por la incorporación de la terapia ocupacional al sistema educativo?
En realidad, como te comentaba, desde 2017, estas compañeras de terapia ocupacional trabajan en nuestros centros de educación especial, formando parte de ese equipo. Lo realmente novedoso, lo que marca la diferencia con respecto a cualquier otra iniciativa que se pudiera estar llevando a cabo en España, es la forma en la que se vincula al terapeuta ocupacional al contexto educativo.
En este caso, es la propia administración pública quien nos asume como personal para intervenir en ese contexto puramente dicho. No estamos hablando de que se intervenga de forma individual con un solo niño en el aula, sino que el terapeuta ocupacional tra- baja in situ también en esa aula con el resto del alumnado, ya sea en el aula, en el patio o en el comedor.
Es ahí donde reside la parte novedosa, ya que la metodología de trabajo que se lleva a cabo es completamente diferente a la de cualquier otra intervención que se pudiera estar llevando a cabo en el resto de España.
La terapia ocupacional es una profesión en auge cuya necesidad se hace cada vez más evidente en diversos ámbitos. Sin embargo, en Canarias, a pesar de su creciente demanda, aún no se ofrece la formación académica específica a nivel de grado universitario. Esta carencia ha sido objeto de reivindicación por parte de profesionales y usuarios durante un tiempo considerable.
Efectivamente, la reivindicación por la creación del grado en Terapia Ocupacional en Canarias continúa. Tenemos conocimiento de que la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria ha manifestado públicamente su interés en implementar esta titulación. Sin embargo, este objetivo aún no se ha concretado.
La demanda de terapeutas ocupacionales es cada vez mayor y, para dar respuesta a esta alta demanda, nos vemos obligados a recurrir a profesionales de otras comunidades autónomas.
“Como bien dice la OMS, la ocupación es salud, y es por eso que como profesionales sanitarios tenemos cabida en este ámbito”
Isabel, ¿les preocupa la saturación que se observa en los servicios sanitarios, especialmente en los hospitales, y cómo esto podría afectar la independencia y el bienestar de los pacientes, aspectos en los que ustedes se centran?
La atención primaria juega un papel fundamental para aliviar la tensión en los servicios sanitarios. Una de las estrategias clave para lograrlo es invertir en prevención y promoción de la salud. La presencia de terapeutas ocupacionales en atención primaria es esencial para dar respuesta a las necesidades de los pacientes y avanzar hacia un modelo de intervención comunitaria.
Los terapeutas ocupacionales, por definición, estudian el contexto y el entorno que rodea al paciente, analizando cómo este entorno puede ser un factor facilitador o un obstáculo. Su labor consiste en adaptar el entorno para que, a pesar de su situación, el paciente pueda seguir realizando actividades por sí mismo.
Al abordar la prevención y la promoción de la salud, garantizamos que la intervención se realice en el entorno natural del paciente. Además, me complace anunciar que en los próximos meses se celebrará el primer congreso internacional sobre esta materia, lo que subraya la importancia creciente de este enfoque.
¿Qué expectativas tienen ustedes para este congreso? ¿Cuál es su finalidad y qué resultados esperan obtener de este evento de gran relevancia a nivel internacional?
Actualmente, estamos trabajando en una línea estratégica impulsada por el Consejo General de Colegios, del cual formamos parte. Nuestro principal objetivo es visibilizar la importancia de la terapia ocupacional y proporcionar herramientas a los terapeutas para que puedan desarrollar una práctica basada en la evidencia científica más reciente.
Además, buscamos difundir y divulgar el rol y la función de la terapia ocupacional en diversos ámbitos y espacios, dando a conocer nuestra labor a un público más amplio.
¿Cuál será la participación del colegio en este congreso, además de la tuya? ¿Tienen previsto trasladar las conclusiones y novedades del congreso a la comunidad de terapeutas ocupacionales aquí, en Canarias?
Sí. Esperamos que este congreso sirva como un espacio de retroalimentación para el sistema. El hecho de que Canarias haya sido pionera en ciertos aspectos, como la práctica en el contexto educativo, se verá reflejado en el congreso. Se visibilizarán las diversas experiencias que se están llevando a cabo en diferentes lugares de España, e incluso contaremos con participación internacional.
El objetivo es dar a conocer las diferentes iniciativas que se están implementando y, lo más importante, que puedan extenderse al resto de las comunidades. Si estas iniciativas están funcionando, es porque están respondiendo a una necesidad que hasta ahora no había sido cubierta, y lo hacen con unas características muy singulares en relación al abordaje y al prisma propio del terapeuta ocupacional, que lo distingue de otros profesionales.
Esperamos que este congreso sea un punto de encuentro para compartir conocimientos, experiencias y buenas prácticas, y que impulse la expansión de iniciativas exitosas en el ámbito de la terapia ocupacional.
Para concluir, ¿cuáles son tus objetivos y los del colegio para este año 2025, que ya avanza a un ritmo acelerado?
Continuaremos con la difusión y la insistencia en la necesidad del grado en Terapia Ocupacional. Seguiremos estando presentes en todos los espacios donde, como colegio profesional, podamos contribuir a la salud de todos los canarios.
Además, trabajaremos para que la terapia ocupacional responda a las necesidades de la población, buscando que los organismos competentes en políticas de salud para los canarios tengan presente que los terapeutas ocupacionales tenemos mucho que aportar.