Dive es una compañía que realiza una apuesta por la sostenibilidad y la responsabilidad a través del despliegue de inteligencias artificiales. ¿Cómo nació este proyecto y cuáles son sus características?
Dive nació como un proyecto de aplicación a un campo concreto de la Inteligencia Artificial, que es la visión por computador. A partir de ahí, se fue extendiendo a otros campos para abarcar cuestiones relacionadas con la eficiencia de las organizaciones, el cuidado y seguridad de las personas, y la protección medioambiental.
Está conformado por un grupo de profesionales con más de 20 años de experiencia en su cuadro directivo en Inteligencia Artificial y con mucha experiencia práctica en desarrollar soluciones que resuelven problemas al completo.
Para nosotros hay particularmente una línea que es clave, que es la que tiene que ver con sostenibilidad, donde entra el capítulo de detección de emisiones contaminantes, detección y alerta temprana de inundaciones o la solución de detección y gestión de incendios forestales.
Recientemente, hemos sufrido un grave incendio en la Isla de Tenerife. Como comentaba, desde Dive tienen un proyecto de detección temprana de incendios basado en Inteligencia Artificial. ¿En qué se basa el mismo? ¿Cómo nos podría ayudar vuestra solución para que estas terribles situaciones que acontecen cada verano en las Islas dejen de tener lugar?
Lo que hace la Inteligencia Artificial es poner a los ojos (los ojos son cámaras que pueden estar cubriendo las 24 horas del día una amplia extensión del terreno) una inteligencia para discernir lo que está ocurriendo. Este razonamiento que se le aporta a las cámaras o sensores nos permite poder detectar rápidamente el momento en el que se comienza a producir un incendio o, incluso, antes de que se produzca. La tecnología aplicada es capaz de detectar que las condiciones climáticas y ambientales que están teniendo lugar pueden propiciar el desarrollo de un incendio.
A partir de ahí, cuando hay humo, llamas o cuando se produce cualquier tipo de anomalía o una distorsión en la visión atmosférica, se levantan una serie de alertas que nos permiten ser mucho más rápidos a la hora de determinar que algo así está sucediendo.
Son importantes varios aspectos: cubre una amplia cantidad de superficie, la protección se da las 24 horas del día, no tiene que ser supervisado por personas y permite obtener información desde un inicio para poder emitir las alertas correspondientes a los servicios de protección y autoridades pertinentes.
Un proyecto innovador que, además, viene a ayudar a contrarrestar los efectos del cambio climático.
Hay algo evidente y solo nos tenemos que remitir a los datos estadísticos para confirmar que dentro de la evolución de las temperaturas en los últimos 100 años los años más calurosos responden a estos últimos años. Este año ha sido el tercer año más alto en temperaturas desde que existe un registro histórico. Y, evidentemente, hay una correlación directa entre el calor y los incendios.
No obstante, incidiendo en el cambio climático, proliferan otro tipo de desastres, como lluvias torrenciales e inundaciones, y disponer de sistemas que permitan detectar qué está sucediendo es crucial.
Estos sistemas tienen tres componentes.
En primer lugar, observan. Nosotros tenemos situadas cámaras en torres que ya están distribuidas en el territorio, como torres de comunicación o eléctricas, aunque también utilizamos globos aerostáticos para tener una visión a determinada altitud y cubrir un área de terreno más amplia o, incluso, podemos utilizar información de satélites. La torre, el globo y el satélite nos aportan la información.
El segundo componente es la Inteligencia Artificial, capaz de detectar lo que ve.
Y hay un tercer nivel. Una vez se está produciendo un incendio, en función de las condiciones climatológicas y de la orografía podemos hacer una simulación de cuál será la evolución más probable del mismo. Con lo cual, no solo es un instrumento de detección temprana, sino que permite que los equipos de extinción de incendios puedan organizarse a partir de la información de lo que creemos que va a pasar.
¿En qué medida están impulsando este proyecto? ¿Cómo les gustaría posicionarse con él en el mercado?
Es un proyecto en el que llevamos tiempo trabajando. Tenemos colaboraciones con algunas compañías privadas muy importantes en cuestión, por ejemplo, de infraestructuras de torres. Actualmente, estamos colaborando con Cellnex, que es una de las principales compañías europeas en instalación de torres de comunicación. Con lo cual, hay unas sinergias enormes porque, teniendo presencia en el territorio, si instalas estos sistemas puedes tener una acción muy directa y tangible en detectar el riesgo de un incendio, conocer el número de hectáreas quemadas…
Los destinatarios de esta tecnología son empresas privadas que tienen emplazamientos o infraestructuras en amplias zonas del territorio, y las administraciones públicas.
¿Han podido entablar negociaciones con entidades públicas?
Sí. Estamos en conversaciones con algunas para poder comenzar con el despliegue de estas soluciones. Hemos avanzado en la fase de desarrollo de la solución a través de esta colaboración que comentaba y ya estamos en negociaciones con algunas administraciones públicas, pero aún no ha comenzado el despliegue ni se ha formalizado. Estamos en una fase previa a ese hecho.
¿Por dónde pasa el futuro de Dive?
El futuro pasa por ser una compañía que desarrolla soluciones para problemas concretos dentro de ámbitos como: la gestión y eficiencia de las organizaciones, donde trabajamos con empresas de primer nivel del ámbito financiero, de seguros y energético, entre otros; la seguridad de las personas y un tercer eje es el relacionado con la sostenibilidad y el cuidado a nuestro medio ambiente.
Nuestra idea es que la Inteligencia Artificial preste servicios que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos, protegiendo el mundo en el que habitamos.