Asinelte representa un pilar fundamental para las empresas del sector eléctrico y de las telecomunicaciones en nuestra provincia. Dada la posición estratégica de la asociación, me gustaría conocer su perspectiva sobre los desafíos más acuciantes que enfrenta actualmente este sector. ¿Cuáles considera usted que son los principales desafíos a los que se enfrenta actualmente el sector de la electricidad y las telecomunicaciones en Santa Cruz de Tenerife, y cómo está afectando esto a las empresas asociadas a Asinelte?
Efectivamente, nuestra patronal es la más representativa del sector en la provincia. Con más de doscientas treinta empresas asociadas, somos la voz de las pequeñas y medianas empresas canarias, caracterizadas por tener en su inmensa mayoría entre cero y cuatro trabajadores. No obstante, también contamos con empresas de mayor tamaño, de más de cien empleados. Nuestra representatividad se fundamenta en ser el referente sectorial en la provincia.
En cuanto a los desafíos actuales, priorizamos la excelencia energética. Buscamos ser cada vez más eficientes energéticamente, ya que esto no solo repercute positivamente en nuestros resultados económicos, sino que también contribuye a mejorar nuestro desempeño ambiental.
En esta línea, tradicionalmente, no solíamos prestar mucha atención al detalle de nuestras facturas de la luz y el uso de vehículos de combustión era común. Sin embargo, la creciente preocupación por el aumento en el precio de la electricidad y por la contaminación, especialmente por las emisiones del transporte por carretera, ha cambiado nuestra perspectiva. A pesar de ello, los datos sobre movilidad eléctrica no están cumpliendo las expectativas a nivel global.
Canarias, por su condición de laboratorio natural, es un lugar idóneo para implementar iniciativas medioambientales como la movilidad eléctrica. Quienes ya hemos adoptado esta tecnología conocemos de primera mano sus beneficios y el impacto positivo en el medio ambiente. No obstante, aún queda mucho por hacer.
Cabe mencionar que existe una gran cantidad de desinformación y prejuicios que dificultan la transición hacia la movilidad eléctrica. Se han propagado numerosos bulos, como la supuesta peligrosidad de las baterías, que carecen de fundamento real. Estas informaciones suelen estar motivadas por intereses particulares, ya que las grandes empresas del sector petrolero y algunos fabricantes de vehículos tradicionales podrían ver amenazados sus beneficios con la expansión de los vehículos eléctricos.
Una de las grandes ventajas de los vehículos eléctricos es que pueden ser alimentados directamente por energías renovables, como la solar fotovoltaica. Solemos decir que el sol es una fuente de energía inagotable y gratuita, por lo que las comparativas entre los vehículos eléctricos y los de combustión interna suelen estar sesgadas.
No obstante, uno de los principales obstáculos para la adopción de los vehículos eléctricos es su elevado precio. Este sobrecoste se debe en gran medida a factores artificiales, ya que fabricar un vehículo eléctrico es, en realidad, menos costoso que producir un vehículo de combustión tradicional.
Además, cabe mencionar que utilizamos a diario dispositivos eléctricos como teléfonos móviles, ascensores, hornos, placas para cocinar o motores para elevar agua sin cuestionar su funcionamiento. La tecnología de los motores eléctricos está presente en numerosos aspectos de nuestra vida cotidiana y ha demostrado ser fiable y eficiente. Es sorprendente que se generen tantas dudas y reticencias en torno a su aplicación en la movilidad.
En este sentido, es necesario un cambio de mentalidad, no solo por parte de la población, sino también de los agentes implicados en el sector, como Asinelte, que deben redoblar esfuerzos en la concienciación.
Nuestra asociación se involucra activamente en la difusión de información hacia la opinión pública. Nuestro trabajo está dirigido a todos los clientes, desde particulares a pequeña escala que requieren reparaciones eléctricas o instalaciones de autoconsumo hasta grandes empresas como por ejemplo infraestructuras hoteleras. Siempre buscamos concienciar a la población sobre la importancia de adoptar prácticas sostenibles. Creemos que la sostenibilidad a gran escala se logra partiendo de pequeñas acciones individuales. Es fundamental que tanto hogares como empresas adopten medidas para reducir su impacto ambiental. Una vez que hemos alcanzado un alto nivel de confort y tecnología en nuestros hogares o empresas, el siguiente paso es incorporar soluciones sostenibles.
Desde Asinelte, nuestra labor principal es divulgar las ventajas de las energías renovables y explicar cómo pueden mejorar la vida de las personas. Con el aumento del precio de la energía, soluciones como la instalación de paneles solares se vuelven cada vez más atractivas. En Canarias, con su abundante radiación solar, es posible lograr una factura eléctrica prácticamente nula durante gran parte del año, e incluso durante todo el año en muchos casos. Sin embargo, muchas personas desconocen esta posibilidad. La tecnología actual permite alcanzar niveles de autoconsumo muy elevados, pero la implementación a gran escala aún presenta desafíos. Es fundamental que tanto a nivel doméstico como industrial se adopten medidas para mejorar la eficiencia energética y reducir la dependencia de las fuentes de energía convencionales. La situación energética de Canarias, con sus sistemas eléctricos aislados, se ve agravada por la falta de inversión en infraestructuras y la creciente demanda energética.
En el caso de Tenerife, la central de Granadilla es un claro ejemplo de la fragilidad de nuestro sistema eléctrico. Al estar aislados, cualquier fallo en una central puede causar graves problemas en el suministro eléctrico. La solución pasa por diversificar las fuentes de energía y fomentar el autoconsumo. Esto implica promover la instalación de paneles solares en viviendas, comunidades de propietarios y empresas, así como el desarrollo de comunidades energéticas a nivel municipal e insular. Es importante recordar que los compromisos internacionales adquiridos por España implican la necesidad de acelerar la transición hacia un modelo energético más limpio y eficiente. Sin embargo, la resistencia social a la instalación de infraestructuras como los aerogeneradores dificulta la implementación de estas soluciones.
En definitiva, es necesario dar un paso adelante y llevar a cabo una acción conjunta e inmediata. Tanto las administraciones públicas como las entidades privadas y las empresas deben trabajar de manera coordinada para lograr este objetivo.
Es imprescindible que aunemos esfuerzos y alcancemos un consenso generalizado. Aunque se han dado pasos en la dirección correcta, como la creación de mesas de diálogo, aún persisten obstáculos como la oposición local a proyectos eólicos y la excesiva burocracia. Es necesario agilizar los trámites administrativos y buscar soluciones que permitan conciliar el desarrollo de energías renovables con la aceptación social.
Imagínese que para instalar unos pocos paneles solares en su hogar, un proceso que debería durar unos pocos días, se necesitan tres años de trámites administrativos para conseguir una subvención. Esta situación es absurda e insostenible. La falta de coordinación entre administraciones locales dificulta la implementación de proyectos y retrasa la transición energética.
Es inadmisible que los ciudadanos de una misma isla se enfrenten a requisitos tan dispares para realizar las mismas gestiones. Es necesario establecer criterios comunes y simplificar los trámites administrativos.
Alberto, a modo de cierre, quisiera preguntarle cómo proyecta el futuro del sector energético canario y qué papel jugará la sostenibilidad en este panorama.
Como bien señalaba, somos un sector esencial que garantiza el suministro eléctrico. Sin embargo, a pesar de la alta demanda de nuestros servicios, nos enfrentamos a una burocracia excesiva que ralentiza nuestros procesos. La sobrecarga de trabajo administrativo resta tiempo a nuestras actividades principales y genera frustración tanto en los profesionales del sector como en los clientes.
Además de los obstáculos buro- cráticos, nuestro sector se enfrenta a un desafío adicional: la escasez de mano de obra cualificada. La falta de relevo generacional y la dificultad para atraer nuevos talentos a un sector que demanda conocimientos técnicos especializados son problemas que debemos abordar con urgencia.
Los servicios de fontanería, carpintería, instalaciones eléctricas, de seguridad, de fluidos, son necesarios de forma regular. Esto demuestra la importancia de los oficios y la necesidad de fomentar la formación profesional. La formación dual, si bien llega tarde a España, es una vía prometedora para formar profesionales altamente cualificados. Sin embargo, es necesario mejorar su implementación. Actualmente, muchas empresas se ven obligadas a asumir la formación complementaria de sus empleados, ya que los titulados a menudo carecen de las habilidades prácticas necesarias.
“Nuestro sector se enfrenta a un desafío adicional: la escasez de mano de obra cualificada”
Si bien es importante abordar temas como la reducción de la jornada laboral, es fundamental tener en cuenta otros aspectos como la productividad y el absentismo laboral. La falta de personal cualificado y la alta rotación laboral son problemas que afectan a muchas empresas, especialmente a las pequeñas y medianas. Es necesario encontrar un equilibrio entre los derechos de los trabajadores y las necesidades de las empresas. Las administraciones públicas deben simplificar los trámites burocráticos y diseñar políticas que fomenten la productividad y la competitividad de las empresas, sin olvidar la importancia de la conciliación laboral y familiar, pero en una escalera los escalones se suben uno a uno, no cuatro de golpe y esto es lo que se está haciendo ahora mismo con la propuesta de reducción de la jornada laboral que se pretende.