¿Qué retos inesperados enfrentó la cadena durante 2025 y cómo los gestionaron a nivel operativo y estratégico?
Este año ha sido todo un reto para nosotros, porque reabrimos el Reverón Plaza. Así que empezamos el año con muchísima ilusión, con nuevas oportunidades y, como te decía, con el desafío de volver a poner el hotel en plena operatividad.
La verdad es que ha sido un año precioso, en el que hemos podido hacer que muchos momentos fueran memorables y que mucha gente se fuera feliz. Así que, en general, ha sido un año muy bueno.
¿Cómo ha evolucionado el perfil del visitante que se aloja en Hoteles Reverón y qué tendencias están marcando el turismo en la región?
En general el perfil de nuestros clientes no ha cambiado demasiado, aunque sí que cada hotel tiene su propio estilo. En el Hotel Spa Villalba, por ejemplo, seguimos recibiendo a un cliente que busca paz y tranquilidad, alguien que quiere escapar un poco del bullicio del sur y encontrar un pequeño oasis en Tenerife para desconectar, recargar energías o simplemente estar en contacto con la naturaleza.
En cambio, en el Hotel Reverón Plaza, gracias a la reforma, hemos conseguido bajar bastante la media de edad del cliente. Antes teníamos sobre todo un público más mayor, principalmente británico, y ahora hemos logrado atraer a nuevos segmentos, como trabajadores internacionales y otros perfiles que vienen no solo a trabajar, sino también a disfrutar un poco de la isla. Al estar tan cerca de la playa, podemos ofrecer una variedad de servicios en un hotel que también es diferente: no es el típico hotel de sol y playa, sino que su diseño y su ubicación le dan un encanto especial.
Y creo que esto encaja muy bien con lo que busca hoy en día el viajero: experiencias más personalizadas, algo que cada vez vemos con más fuerza.
En un entorno donde el viajero busca experiencias más personalizadas, ¿qué innovaciones o servicios han implementado para responder a esta demanda?
Nuestra filosofía siempre ha sido la diferenciación. No buscamos ser hoteles generalistas de sol y playa, sino ofrecer experiencias únicas para distintos tipos de clientes. Por ejemplo, el Hotel Villalba está pensado para nichos muy concretos: naturaleza, deporte, salud y escapadas románticas. Está en pleno pinar canario, dentro de la corona forestal del Teide, así que el entorno ya es una experiencia en sí. Tenemos spa, senderos, actividades como observación de estrellas con guías especializados y, además, cada vez hacemos más bodas y eventos gracias a la ubicación.
En resumen, nos adaptamos a lo que necesite cada cliente; esa es nuestra manera de trabajar.
Y en el Reverón Plaza pasa algo parecido: es un hotel pequeño, a 150 metros de la playa, pero con alma de hotel de ciudad y con mucha historia detrás. Mantiene ese toque tradicional y artesanal que lo hace diferente. Al final, lo que buscamos en todos nuestros hoteles es ofrecer algo especial y alejarnos de lo típico.
¿Cómo está abordando la cadena el compromiso con la sostenibilidad, tanto a nivel ambiental como social?
Nuestra historia viene de lejos: somos de las primeras empresas turísticas canarias que siguen activas, y siempre hemos tenido muy presente la idea de reducir al máximo nuestra huella, no solo en el sector, sino también en la isla.
En el Hotel Villalba, por ejemplo, tenemos una planta fotovoltaica que estamos ampliando: pasaremos de generar unos 100 kW a casi 300 kW. En el Reverón Plaza hemos renovado toda la maquinaria para usar sistemas mucho más eficientes, y también estamos trabajando en un proyecto para instalar placas solares allí.
Y no es solo energía. En Villalba estamos desarrollando un sistema de depuración para reutilizar aguas grises. La idea es recuperarlas y que el excedente pueda servir a los agricultores de la zona. Es un paso más para
operar de forma responsable y aportar algo positivo al entorno.
La Navidad es un período de gran movimiento turístico ¿Qué experiencias especiales ofrece Hoteles Reverón en estas fechas para aportar un valor añadido al huésped?
La verdad es que llevamos ya unos 20 años celebrando unas Navidades muy especiales en Villalba. El hotel se presta muchísimo a ello porque está en un entorno único, muy acogedor y con ese aire tan navideño. Lo decoramos como si fuera un pequeño lugar mágico dentro de Tenerife, perfecto para pasar unas fiestas diferentes. Y, como dices, para nosotros es temporada alta.
En Navidad hacemos nuestra gala especial, donde servimos nuestro menú tradicional de estas fechas. Luego, el día 31 celebramos la gala de fin de año y el día 1 ofrecemos el brunch de Año Nuevo. Para los clientes es un sitio ideal para despedir el año y empezar el siguiente con energía renovada.
Y en el Reverón Plaza este año inauguramos nuestro nuevo rooftop. Allí haremos un cóctel de gala en la azotea, junto a la piscina, desde donde se podrán ver los fuegos artificiales y vivir las campanadas a lo grande.
En un contexto competitivo, ¿qué aspectos considera prioritarios para seguir diferenciándose en 2026?
Nuestro plan no está pensado solo para 2026, sino a largo plazo. En los próximos cinco años queremos seguir apostando por la especialización y por diferenciarnos aún más en distintos segmentos. Nos gustaría ofrecer experiencias más concretas, como retiros de yoga u otras propuestas que encajen con las nuevas tendencias del turismo. La idea es ir cada vez más hacia nichos específicos y centrarnos en las necesidades internas de cada persona, que hoy en día son muy variadas.
¿Tienen algún objetivo que se quieran marcar?
Para nosotros, como empresa, lo más importante es que nuestro equipo siga feliz y a gusto trabajando aquí. De hecho, tenemos personas que llevan muchos años con nosotros, y eso para nosotros es un orgullo.
Al final, ese es nuestro objetivo principal, junto con la satisfacción del cliente. Las dos cosas van de la mano: si nuestro “cliente interno”, que es nuestro personal, no está contento, es muy difícil que el cliente que viene a disfrutar tenga una buena experiencia. Por eso cuidamos mucho ambos aspectos.
¿Cómo considera la empresa turística que la nueva ley de alquiler vacacional influye en la competencia dentro del sector turístico en Canarias?
Como empresa turística, hemos visto que en los últimos años el sector está cambiando bastante, especialmente con la nueva ley de alquiler vacacional. Esta normativa frena un poco esa oferta turística que había crecido de forma descontrolada, pero creemos que es positiva porque ayuda a que todo lo que estaba en un limbo legal se regularice y podamos competir todos en igualdad de condiciones.
Aun así, queda mucho por hacer en temas laborales, de seguridad alimentaria, sanitaria y en protocolos, sobre todo en materia de incendios. Pero, en general, pensamos que se están sentando las bases para construir un sector turístico más sólido y de mayor calidad en Canarias.











