¿Cuál es la historia de Fuster-Fabra Abogados? ¿Cómo surgió la firma y cuál ha sido su evolución a lo largo de los años?
En el año 2007, Fuster-Fabra Abogados nace en Madrid como marca global de servicios jurídicos, con el objetivo de ofrecer asesoría legal y asistencia judicial de alta calidad, centrados en el cliente y con un enfoque integral. Desde sus inicios, la firma se ha caracterizado por su compromiso con la ética profesional y la atención personalizada. Con el paso de los años, ha crecido en reputación y número de clientes, estableciendo una sólida base de casos exitosos en diversas áreas del derecho.
¿Cómo y por qué decidió la firma expandirse a las islas Canarias incorporando al despacho Aguilar & Zasterova Abogados?
Con una política de alianzas y continuo crecimiento orgánico, desde Fuster-Fabra Abogados se decidió apostar por una expansión hacia un mercado que consideramos fundamental para cualquier firma de despacho de abogados, y máxime al contar con socios locales que conocen perfectamente la idiosincrasia y la forma de operar en nuestras queridas islas.
Entendimos desde el principio que el servicio que ofrecía Fuster-Fabra Abogados era el que nuestros clientes necesitan, un servicio global que les diera respuestas a sus problemas, como si fuera un traje a medida, pues hemos sido conscientes que los servicios legales evolucionan y la atención ha de ser inmediata y tremendamente efectiva.
¿En qué áreas del derecho se especializan y cuál es vuestro enfoque principal?
En Fuster-Fabra Abogados apostamos para que los clientes puedan tener una asesoría global, pero ampliamente especializada en cada uno de los problemas que puedan tener, por eso, desde la asesoría de empresas, la asistencia penal, civil, fiscal, administrativa, laboral, así como el derecho de familia y la consultoría empresarial son los pilares fundamentales de los departamentos de nuestra firma.
¿Hacia qué dirección está creciendo vuestro despacho?
Nuestro crecimiento a nivel interno siempre es orgánico en todos los niveles de participación del despacho, por lo que aspiramos a ir ampliando posiciones tanto a nivel de socios, como asociados, pensando siempre en los valores futuros, que son quienes hacen marca y representan nuestra filosofía de despacho.
Con la amplia participación que tenemos en el mundo universitario, apostamos fuerte por nuestros letrados jóvenes, ofreciendo una carrera profesional fuera de lo común pues, para los que quieran asumir ese reto, tienen todas las herramientas para convertirse en socios de nuestra firma.
Por otro lado, en los últimos años hemos experimentado una necesidad de crecimiento a nivel externo, pues son nuestros clientes quienes demandan también un asesoramiento internacional; esto nos ha llevado a una serie de acuerdos con diferentes despachos de abogados tanto a nivel europeo como a nivel hispanoamericano que nos aporta un plus de servicio a nuestros clientes, pues se sienten asesorados y acompañados en los procedimientos que puedan tener fuera de España.
¿Cómo se mantiene la firma actualizada sobre los cambios legislativos y las últimas tendencias en el sector legal?
En los tiempos que corren la actualización, no ha de ser solo legislativa o normativa, sino operacional y sostenible. En nuestra firma ya adoptamos una nueva política de trabajo con el COVID, todo ello sin sacrificar la presencialidad y el contacto entre compañeros y con los clientes; pero desde hace años hemos apostado por una política de digitalización y una eficacia y eficiencia en nuestros procesos de trabajo que implica, que nuestros letrados disponen de herramientas globales para desarrollar proyectos, para así prestar el mejor servicio actualizado en cualquier condición o circunstancia.
Asimismo, ¿están incorporando la innovación en la prestación de servicios legales?
En un mundo que evoluciona de una manera vertiginosa es importante que los despachos de abogados se actualicen en cuanto a técnicas y herramientas de soporte legal. Nosotros, desde hace unos cuantos años, hemos decidido implementar tecnología no solo en los accesos a los expedientes por parte de nuestros letrados, sino en los procesos de trabajo, todo ello sin perder el trato personalizado que el cliente exige y espera de nosotros.
En su opinión, ¿cuáles son los principales desafíos que enfrenta el sector legal en la actualidad?
Sobre todo, como principales desafíos tenemos la adaptación del mundo jurídico a las nuevas tecnologías y a la sostenibilidad. En esta nueva época que estamos viviendo, también hemos apreciado que hay una falta de motivación en los nuevos letrados, y entendemos que ese “desasosiego” que viven nuestros jóvenes de hoy en día tiene que combatirse con un trabajo pormenorizado de cuál es el servicio que presta el abogado y hacer ver cuáles son las necesidades que nuestros clientes tienen, como se sienten y cómo viven los problemas la gente que confía en nosotros.
Entender el derecho como un servicio que ayuda a la administración pública es fundamental para el prestigio de la profesión jurídica.
¿Cómo ve el futuro de la firma en los próximos años? ¿Cuáles son sus objetivos a largo plazo?
De un tiempo a esta parte, desde Fuster-Fabra Abogados hemos apostado por un crecimiento en cuanto a especialidades del derecho, así como una política de expansión a nivel tanto nacional como internacional. Para nosotros lo más importante es el cliente, por lo que tanto el servicio de nuestro equipo, como la formación de nuestros futuros abogados tiene que ir encaminada a dar un servicio personalizado y dinámico para resolver las contingencias que se puedan plantear en cada operación.