La verdad es que llevó 5 días con mi familia en la península en un torneo deportivo con mi hijo. Estos días, son días de mucho madrugar, ajetreo, niños corriendo de un lado para el otro.
Reencuentros de padres, de niños, de téc- nicos deportivos. Es un momento de frases típicas pero no por ello menos ciertas: “¡qué alto estás!”, “¡cuánto ha crecido tu hijo!”. También es un momento de actualización técnica: “el entrenador nos ha dicho esto, lo otro”, “nos hemos descargado esta APP para hacer esto, lo otro”, “el preparador deportivo le ha introducido esto, y lo otro”.
Bueno, pues si uno va a tan cacareada modernización de la justicia hacia una justicia digital, verá que no hay novedades sino retrocesos, nuevas cosas para destrozar las que ya funcionaban. Quiebros de cabeza de aquellas situaciones que funcionaban bien o medio bien que les meten palos en la rueda.
No digo que no haya buena intención. No creo que alguien tome una serie de medidas para jorobar a los demás y estropear las cosas. Pero sí afirmó que si ponemos a un perro al volante de un coche automático dirigido por un ordenador pero que necesita de unos mínimos detalles de raciocinio puesel perro no dará el nivel, el perfil o como lo quieran llamar.
Por poner un ejemplo, el papel cero. Hace unos años nos vendieron el papel cero en la justicia, expedientes digitales (otra vez lo han metido por ahí) pero quien sabe de arquitectura de software afirma que los aplicativos que usa la justicia son una, vamos a decirlo suave, clase de sotfware poco eficiente y algo anticuado.
La más reciente reforma concedía a los profesionales la posibilidad de hacer vistas telemáticas para agilizar la agenda de los juzgados. Así se hizo en la pandemia. Digo agilizar la agenda de los juzgados porque desde el punto de vista de un profesional no es lo mismo hacer una vista en Granadilla de Abona, e Icod, por citar Tenerife o San Bartolomé de Tirajana y Las Palmas, en la misma mañana. Debiendo acudir presencial, lo normal es hacer solo una y pedir la suspensión de la otra. Siendo telemática, puedes hacer las dos, y otras cinco más, si son sencillas, sin tener que tramitar escrito de solicitud de suspensión, volver a señalar, que no vuelva a coincidir y así, en bucle.
Desde la entrada en vigor de la nueva norma para favorecer la justicia “digital” he recibido 9 resoluciones diferentes, todas bien motivadas, que deniegan la vista telemática. Personalmente creo que tienen razón. Nos han vendido la moto pero sin el motor. ¿De qué vale legislar para implantar una medida si no viene con medios técnicos para poder implementarla? ¿De qué me sirve comprar un ordenador si no puedo enchufarlo? Cosas fútiles si no traen formas de ejecución.
Hace años, cuando era tiernamente joven, tuve la oportunidad de leer un libro que creo recordar que tenía un título sobre como implementar los acuerdos. No lo recuerdo bien. Lo que sí recuerdo es el concepto que exponía profusamente el libro. El logar un acuerdo, un contrato. Logar el cierre de un negocio. Era un importante primer paso, pero no servía de nada si no existían un proyecto correcto de implementación. Era un libro didáctico con muchas situaciones de ejemplo cuya idea principal pivotaba en que obtener un contrato firmado es muy fácil: yo te engaño un poco; tú te dejas engañar.
Sin embargo, implementar un proyecto de futuro después del acuerdo es muy, muy difícil porque intervienen muchísimos más actores. Si pensamos en una empresa grande: sindicatos, trabajadores, mandos, mandos intermedios, proveedores, clientes…
Esto está sucediendo en la justicia: se anuncian reformas importantísimas, casi como si fuera la época de Alfonso XII, durante la regencia de doña María Cristina con José Canalejas como presidente y la publicación de las codificaciones españolas.
Pero la realidad es que es una justifica sin medios, la hermana pobre de la agencia tributaria, que es una institución que, permítanme la broma, debe estar más modernizada que la NASA, NSA y CIA juntas.
Voy a ponerles un ejemplo. En una inspección tributaria, la agencia te cita, fijas una videollamada y allí va el asesor con el cliente al lado, si quiere. Se levanta acta y no se discute sobre la veracidad de lo allí expuesto. Estas situaciones, que parecen sencillas, lógicas y razonables, no se da habitualmente en ciertas jurisdicciones. Imposible de hacer algo así. Otro ejemplo, según me chivan, los juzgados en Canarias tienen instalado el sistema webex gratuito. No tienen la versión profesional o como lo denominen. Para empezar ya tienes una limitación de tiempo para las vistas. Lo que ha generado algún que otro problema. ¿Se imaginan una empresa multinacional que no tenga estas herramientas de trabajo con un mínimo de prestaciones?
Para enlazar con un párrafo previo, varias de esas nueve suspensiones, están motivadas en que el sistema de acceso de videoconferencia con cumple con los requisitos de acceso seguro. Es decir, nos han vendido una moto sin motor.
Seguro que alguna empresa canaria puede ofrecer puntos seguros de acceso para lograrlo pero como no es ni sanidad ni educación, me parece que nuestros impuestos no irán destinados a modernizar la justicia.