El pasado domingo todos los canarios acudimos a las urnas para elegir quién nos representará los próximos cuatros años tanto en nuestra ciudad, como en el Cabildo y la comunidad autónoma.
A nivel global el mapa político está cambiando rápidamente, en estas elecciones hemos visto desaparecer a Podemos y Ciudadanos, aumentado significativamente la derecha en especial Vox. Ahora nos esperan semanas dónde los partidos intentarán hacerse con una coalición que les deje llegar a la mayoría mínima para gobernar, pero ¿qué pasará con la transición ecológica si llegan gobiernos de derecha en las diferentes administraciones?
Con las elecciones generales a la vuelta de la esquina y un PP empoderado por los resultados del domingo será que ¿volvemos al impuesto al sol? ¿Podrían echar a traste todos los avances en la independencia energética que hemos tenido? Acabamos de llegar al Gigavatio en renovables en Canarias, ¿podrían dejar de ser rentables estas inversiones? ¿Puede que después de haber realizado una inversión de miles de euros nos pongan una tasa impositiva por autoconsumir energía de nuestro tejado?
Tengo que reconocer que todas estas preguntas se me han pasado por la cabeza. Como empresario verde con más de 15 años en el sector he visto confirmadas todas estas preguntas. Cuando nuestro ministro de industria Soria (PP) nos amenazó con el impuesto al sol y sanciones astronómicas generó una inseguridad jurídica que provocó que las renovables se usaran para casos muy específicos y para sistemas aislados como por ejemplo el Astrofísico de Izaña, también su medida estrella y de carácter retroactivo de quitar las primas a las instalaciones renovables provocó una ola de demandas que todavía tribunales europeos están haciendo justicia y obligando a España a indemnizar por estas medidas.
Estas políticas nos hicieron estar a la cola europea en renovables y en el 2018 con la ministra Teresa Ribera y una baterías de medidas claramente asesorada por Iberdrola y empresas españolas pioneras y líderes mundiales en renovables se logró dar la vuelta a la tortilla y ponernos a la cabeza en políticas verdes incluso superamos a Alemania. Con el RD 244/2019 explotó el mercado que hasta ese entonces estaba en coma y todo lo demás ya lo conocéis… récord sobre récord hasta el día de hoy.
Mi opinión al respecto es que no se le pueden poner diques al mar, las renovables están siendo un motor económico en nuestras islas dando empleo de calidad a jóvenes y mayores, estos están siendo bien remunerados y las familias se están beneficiando de un ahorro significativo en sus facturas eléctricas y en nuestras islas se respira mejor aire.
Según programas electorales parece que todos los colores ven lo mismo, incluso Vox comenta que es una política estratégica para no depender de terceros países y así aumentar nuestros recursos al máximo posible. El PP en el senado hace unos meses invitó al sector renovable para trasmitir que las tendencias europeas de apostar en verde y las del actual gobierno nacional se mantendrán ya que por sí solas han demostrado que son un pilar importante para el desarrollo del país y más a su favor después de lo de Ucrania y la crisis del gas.
Dicho todo esto respiro cierta tranquilidad al respecto, podrán cambiar el nombre de la consejería a otro pero las lineas marcadas sobre todo por Europa no parecen que vayan a cambiar y sinceramente me alegra. También me alegra que nuestra democracia sea tan sólida al ver el nivel de participación, ahora solo espero como todos que cumplan sus programas y sobretodo que solucionen las colas en cada vez más puntos de la isla, las emisiones de los vehículos son uno de nuestros principales problemas que afectan directamente la calidad de vida de nuestra tierra.
