27/07/2024

Linealidad vs.Exponencialidad
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Desde la irrupción de Chat GPT en nuestras vidas, tengo la sensación de que ahora más que nunca, o realizamos el esfuerzo para subirnos al tren, o nos quedaremos en la estación para siempre. Esto, en la versión bucólica de la historia, pero tambiénes apropiado decir que, o nos adaptamos y conseguimos ir a la […]

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Desde la irrupción de Chat GPT en nuestras vidas, tengo la sensación de que ahora más que nunca, o realizamos el esfuerzo para subirnos al tren, o nos quedaremos en la estación para siempre. Esto, en la versión bucólica de la historia, pero también
es apropiado decir que, o nos adaptamos y conseguimos ir a la zaga de los cambios a los que estamos asistiendo, o seremos centrifugados/as del sistema sin darnos apenas cuenta.
Nunca antes había tenido esta sensación.
Por supuesto, no me son nuevos los titulares que, desde hace ya varios años, aparecen cada x tiempo en cualquier medio…que si
el tsunami tecnológico ha llegado y tenemos que aprender a surfear la ola; que si no tenemos capacidad para adaptarnos a los cambios tecnológicos; que si vamos a ser atropellados/as por la velocidad de la evolución tecnológica, etc. pero es ahora cuando siento que, el lobo, esta vez, si ha llegado.
Es ahora cuando interiorizo que, efectivamente, nuestro esquema de pensamiento lineal, ese que se nutre de la experiencia previa y de la intuición, además de las herramientas conectivas y racionales de las que disponemos los seres humanos, se convierte más en un obstáculo que en una vía para facilitarnos las cosas en esta era de cambio exponencial en la que estamos inmersos/as. Y esto porque la fuerza de la costumbre que nos lleva a pensar de una manera determinada hace que nos resulte complejo y casi imposible, plantearnos las cosas de otra manera. Ni más ni menos porque la mente humana ha evolucionado para funcionar en un entorno relativamente lineal y predecible porque nuestras habilidades cognitivas y nuestra capacidad de procesar la información están adaptadas para enfrentar desafíos que se presentan de manera gradual y secuencial.
Sin embargo, en la era actual, caracterizada por el rápido avance tecnológico y los cambios disruptivos, nos encontramos cada vez más expuestos a situaciones y conceptos que son exponenciales en naturaleza. ¿A veces te sientes perdido/a o crees que te estás
quedando atrás por el ritmo tan acelerado de los avances tecnológicos?. Bienvenido/a a la era exponencial.
¿A qué se refiere? La idea es simple: las transformaciones en el mundo de la informática, la energía, la biología y las manufacturas están definidas por una aceleración constante. La era exponencial empezó con la informática en los años 70, y continuó y se aceleró con la aparición de los mercados globales y la impresionante forma en que se combinan todas las tecnologías nuevas para crear aún más innovaciones. Por ejemplo, los avances en la inteligencia artificial, la robótica, la nanotecnología y la biología sintética están progresando a un ritmo exponencial, lo que implica que los cambios y las posibilidades se multiplican rápidamente.
La capacidad de adaptación de la mente humana a esta era exponencial es un desafío. Nuestras mentes están diseñadas para encontrar patrones, establecer conexiones causales y procesar información de manera secuencial, es decir, no hemos ganado en las últimas décadas mayor capacidad de procesamiento y, aunque nuestro ritmo mental sea extraordinario, es cada vez más lento en comparación con el de las redes y las máquinas. No nos engañemos, la velocidad y la complejidad de los cambios exponenciales pueden sobrepasar nuestras habilidades cognitivas.
En este contexto, lo que podía parecer un estímulo para la capacidad de respuesta de nuestro órgano más preciado, está suponiendo una brecha entre el avance de una realidad cada vez más compleja y la capacidad del ser humano de comprenderla, lo que está provocando la configuración de dos categorías de ciudadanos, los hiperconectados y los simplemente conectados, comportándose de manera totalmente diferente.
La mayoría de las personas no estamos capacitadas para comprender de verdad el crecimiento exponencial. El problema del trigo y del tablero de ajedrez ilustra a la perfección este problema cognitivo: si colocamos en un tablero de ajedrez un grano de trigo en la primera casilla, dos en la segunda, cuatro en la tercera y así sucesivamente, doblando la cantidad de granos en cada casilla subsiguiente, ¿cuántos granos de trigo habría en el tablero al final?. Son dieciocho trillones, cuatrocientos cuarenta y seis mil setecientos cuarenta y cuatro billones, setenta y tres mil setecientos nueve millones, quinientos cincuenta y un mil, seiscientos quince granos. Esto equivale a más de 1,4 billones de toneladas métricas o, según Wikipedia, a 2.000 veces la producción anual mundial de trigo.
Solemos entender mejor los cambios graduales, como las estaciones, nuestra esperanza de vida y la productividad (lineal)
de una cadena de montaje. Pero no comprendemos el fenómeno exponencial de la inteligencia artificial ni el efecto de la ley de
Wright (cuanto más repetimos una operación, menos tiempo tardamos en realizarla).
En la era exponencial, la curva del aprendizaje se acelera significativamente debido a la rápida evolución y proliferación de la información y la tecnología. La clave está en lo que hemos de hacer para preparamos para un futuro de tecnologías y tendencias exponenciales. El primer paso, ha de ser necesariamente tomar consciencia de que pensar de manera exponencial es valioso y es una competencia clave en un mundo de cambios acelerados. Atrapados en el pensamiento lineal, el avance es lento y muchas veces nos atascamos con creencias limitantes que no sólo retrasan nuestro proceso de aprendizaje, sino que te impiden desarrollar nuevas perspectivas que hagan posible nuevas versiones de nosotros mismos en el futuro. La mentalidad exponencial nos ayuda a sentir comodidad con la incertidumbre y, desde luego nos mantiene bien alejados/as de nuestra zona de comodidad lo que se traduce, sin duda, en una visión diferente a la hora de construir el futuro…explorándolo, dejando que las ideas emerjan sin censura, desaprendiendo formas de pensar lineales, abrazando lo desconocido y sobre todo, abriendo la mente a múltiples oportunidades para la
innovación personal.
En las organizaciones es necesario que quiénes ejercen el liderazgo, ayuden a sus equipos cuando se sientan abrumados por la complejidad exponencial, a entender que los seres humanos tenemos la capacidad de adaptarnos y aprender. En este escenario, la formación, la práctica de la atención plena y
el desarrollo de habilidades de pensamiento crítico y flexibilidad mental son estrategias que pueden ayudarnos a hacer frente a la era exponencial.
Además, es importante reconocer que no estamos solos en este desafío. La colaboración, la interconexión y el acceso a la
información global a través de la tecnología nos permiten aprovechar el conocimiento colectivo y colaborar en la resolución de problemas complejos.
En resumen, si bien nuestras mentes lineales pueden sentirse desafiadas por la era exponencial, también tenemos la capacidad
de adaptarnos y aprender. La conciencia de esta brecha cognitiva y el desarrollo de habilidades relevantes pueden ayudarnos a
abrazar y aprovechar las oportunidades que nos ofrece esta nueva era.
Porque, si podemos mejorar nuestra capacidad para pensar exponencialmente podremos entender y abordar con más calma
un futuro que ya está aquí y cambia a un ritmo acelerado. No se trata sólo de pensar en grande, se trata de aproximarnos al
futuro, no como víctimas de la incertidumbre, sino como protagonistas de nuestras vidas. Convencidos de que nuestro futuro no está programado, sino que es algo que está por construir y depende de nosotros, y ya que no podemos planificarlo, lo que debemos hacer es dedicar todas nuestras
energías a construirlo.

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