06/11/2024

Lo internacional
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Cabalga el año 2024 hacia su ecuador con la percepción de avanzar a la velocidad de la luz ante nuestros ojos. Lo cierto es que los meses están siendo ciertamente benevolentes en lo que a economía nacional y regional se refiere, vivimos un momento de sostenimiento que, aunque con cierta tensa calma, saboreamos sosegadamente pero lejos […]

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Cabalga el año 2024 hacia su ecuador con la percepción de avanzar a la velocidad de la luz ante nuestros ojos. Lo cierto es que los meses están siendo ciertamente benevolentes en lo que a economía nacional y regional se refiere, vivimos un momento de sostenimiento que, aunque con cierta tensa calma, saboreamos sosegadamente pero lejos de cualquier euforia. Este valle semi ascendente que nos aporta estabilidad, al menos en lo pecuniario, contrasta con el panorama de cambios, controversias y mutaciones que observamos en el panorama político más allá de nuestras fronteras. Mucho tiempo hacía que la política internacional no marcaba tanto el paso del galope o, como mínimo, la actualidad.

Y es que, con la llegada del 2022 y el estallido de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, el panorama internacional comenzó a tener extrema relevancia en nuestra vida cotidiana, al fin y al cabo, una guerra que sucedía en occidente y, coloquialmente, ahí al lado de nuestras fronteras europeas, con daños colaterales traducidos en subidas de precios en nuestros hogares y desabastecimiento incluso de algunas materias primas. Sin embargo, el 7 de octubre nos trajo una nueva guerra en Gaza que no solo deja consecuencias económicas y diplomáticas a nivel mundial, sino que deja por el camino, hasta el momento, más de 35.000 vidas, la mayoría de niños.

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Más allá de conflictos bélicos, se sitúa como protagonista en nuestros telediarios el conflicto diplomático que mantienen España y Argentina desde hace meses, un país que ha experi- mentado cambio político, esperado para algunos y sorpresivo para otros, con el ascenso de Javier Milei a la presidencia, marcando un claro cambio de tendencia. Tendencia iniciada anteriormente por Italia y continuada, parece ser por Francia, ante los atónitos ojos de muchos.

Indudablemente, el ascenso de la extrema derecha en muchos países de nuestro entorno es más que evidente. La valentía y responsabilidad de Emmanuel Macron le ha costado una tercera posición en una primera vuelta de las elecciones legislativas, pero el resultado de las elecciones Europeas no tenías otra lectura que no fuera dejar hablar al pueblo, y parece que el pueblo ha hablado. Numerosos son los analistas políticos y económicos que desgranan las razones por las cuales la extrema derecha se está abriendo un hueco, e incluso gobernando, en países donde, si bien compartían existencia con alternativas políticas moderadas, nunca habían alcanzado una cuota de poder tal que permitiera gobernar.

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¿Asustan las guerras que estamos viviendo de manera cercana y buscan alternativas políticas que prometen protegernos? ¿Se han cansado de alternativas de extrema izquierda y, sin pasar por el centro y la moderación, saltan al extremo opuesto? ¿Somos los empresarios quienes empujamos a un lado u otro? ¿Está el ciudadano enfadado y crispado, en términos generales, y con ello empuja la balanza hacia la derecha? ¿Miedo, enfado, desesperación o sencillamente cambio de tendencia?

Varias incógnitas que, cuanto menos, resultan interesantes incluso a nivel sociológico, sin embargo, conviene ser conscientes y recordad que el desarrollo económico y de las sociedades requiere de un clima de estabilidad que cree un ecosistema estable para las empresas. Los giros radicales hacia un lado u otro traen daños colaterales, sociales y económicos, y en un contexto internacional tan cambiante e inestable, es complicado creer que nuestro país pasará por todo esto de perfil, sin apenas verse afectado. En un mundo globalizado como el que hemos tejido, el “efecto mariposa” es imposible de contener, así pues, conviene alzar un poco la vista y, haciendo uso del refranero popular, recordar aquello de “Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, echa las tuyas a remojar”.

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Montserrat Hernández
Directora de Tribuna de Canarias

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