“Estoy convencido de que vamos a tener una gran colaboración con el Gobierno de Canarias”
Lope, has llegado como vicepresidente al Cabildo Insular de Tenerife en medio de una campaña nacional. Un aterrizaje atípico.
Exacto. Ha sido un aterrizaje atípico por dichas circunstancias e intenso por las elecciones generales, pero también ilusionante, porque hemos encontrado mucha y muy buena receptividad.
Creo que, además, hemos entrado en un momento en el que aún estamos a tiempo de visibilizar determinados aspectos de este mismo ejercicio económico, lo que ha hecho que la intensidad le exija un ritmo alto a la actividad de estos días en cuanto a la gestión y, también, porque creo que hay que comenzar con buen pie. Y comenzar con buen pie supone dedicarle tiempo a que te conozcan los miembros de esta casa tan grande, que es el Cabildo. Y como nos constaba que eso no siempre ha sucedido, el deber moral que teníamos se basaba en hacer las cosas desde el principio con cabeza, por eso hemos dedicado tiempo a ir visitando cada uno de los múltiples centros de trabajo del Cabildo y conociendo a todo el personal. Un gesto que para nosotros es relevante, pues simboliza la actitud con la que comenzamos el mandato.
En definitiva, está siendo un inicio intenso, pero muy gratificante.
Un pacto que estaba muy claro: daban los números, eran buenas las sinergias… ¿Confía usted en que los próximos cuatro años se consolide un pacto de consenso y de trabajo continuo?
Daban los números, pero sobre todo estaba la posibilidad de integrar programas políticos. Nuestra intención, y así lo dejamos saber en nuestra campaña electoral, era garantizar que Tenerife después de años de clara inestabilidad política, gozara de un gobierno estable y abordara una hoja de ruta donde estuvieran los grandes retos de la Isla bien definidos. Esto lo logramos poner en marcha de la mano de Coalición Canaria, coincidiendo en la esencia de los planteamientos, lo que también motivó la posibilidad de cerrar un acuerdo político de gran calado en poco tiempo.
Desde ese punto de vista, estoy satisfecho, porque saber que voy a afrontar este reto de gobernar el Cabildo con un partido que ha coincidido tanto en la elaboración de ese programa de gobierno, me hace atisbar que vamos a tener un gobierno estable y que pueda afrontar los retos con valentía.
El PP aterriza con la vicepresidencia y unas áreas de bastante contenido e importancia para la Isla de Tenerife. En otras palabras, han llegado para gestionar.
Correcto. Esta fue la actitud y la filosofía con la que afrontamos la negociación, teníamos claro que para entrar a gobernar el Cabildo había que hacerlo con la base de las condiciones que teníamos y teníamos claro que, en primer lugar, no queríamos ser parte del paisaje. Afortunadamente, la composición de nuestra candidatura está formada por personas que tienen trayectoria personal y profesional, con lo cual, teníamos claro que veníamos a ofrecer un servicio a la Isla y ese servicio pasa también por asumir riesgos. Riesgos que tienen que ver con afrontar la gestión de varias áreas claves y estratégicas para el Cabildo y para la Isla. En este sentido, estamos satisfechos de tener estas responsabilidades, creo que definen bien las aspiraciones que tiene el Partido Popular y donde se visibiliza nuestro interés en contribuir a la dinamización de los sectores económicos de la Isla para que redunde en creación de empleo y crecimiento económico que facilite bienestar para que, por otra parte, todo ello quede reflejado en los mejores servicios públicos posibles, especialmente en los destinados a las personas.
Fomentamos un equilibrio entre economía y ámbito social.
Hablamos de áreas de gestión económica que tienen que ver con el desarrollo de la Isla. ¿Se encuentra Tenerife en un buen momento? ¿Hacia dónde tiene que tender el desarrollo económico de la Isla? Porque desde hace algunos meses venimos atravesando la demonización de ciertos sectores, como el propio turismo.
Tenerife ha venido navegando en estos últimos años en aguas que en determinados momentos han ofrecido cierta calma y tranquilidad, pero que en otros han ofrecido amenazas que, en nuestra opinión, no se han sabido atajar convenientemente. Esto ha hecho que en algunos ámbitos hayamos perdido oportunidades de ser la Isla que lidere el crecimiento económico en Canarias.
Y luego, por otra parte, se ha aceptado desde el Gobierno de Canarias saliente, y también contribuyó a ello el Cabildo Insular saliente, a que en temas como el turismo, nuestra mayor industria, la que sigue aportando el mayor PIB, cierto discurso recurrente de la izquierda, principalmente de la extrema izquierda, amenace a nuestra principal industria y a la estabilidad económica de la Isla. Cuando esto se permite, debates como el de la tasa turística, la limitación de la residencia y la posible limitación de la adquisición de viviendas se hacen dejando al margen el sentido común y la lógica, así como dejando al margen la legislación vigente que impide el desarrollo de esos planteamientos en la forma en que se han planteado. Creo que, lejos de mensajes de este tipo: populistas, Tenerife necesita mensajes de estabilidad y seriedad. Y, efectivamente, para ser conscientes de hacia dónde se quiere hacer llegar a Tenerife en los próximos años hay que tener claro que la actividad turística va a seguir siendo la principal y va a ser la que pivote el crecimiento económico; no por ello vamos a renunciar a diversificar la economía de la Isla y a hacer crecer otros sectores como el industrial, que tiene mucho recorrido aún. El turismo tiene que orientarse decididamente hacia una forma en la que pueda seguir contribuyendo, pero de manera sostenible. Y esto se consigue orientando la política turística hacia la calidad.
Ya hemos tenido un éxito notable en los últimos años en número de visitantes que nos ha permitido, entre otras cosas, salir airosos de la pandemia. Pero toca plantearse la Isla desde una forma donde tenga cabida la reordenación de determinados ámbitos y una mejor planificación, apostando por la actividad turística.
Para hacerlo sin la necesidad de tensionar a la opinión pública y de crear falsos debates sociales vamos a pivotar el crecimiento en torno a una política turística con sus objetivos claros. Asimismo, para que haya un objetivo en el que prime la calidad hay que homogeneizar la concepción de calidad en todo el destino, esto supone tener que insistir en la política de regeneración de espacios públicos turísticos para que nuestro entorno, donde sucede la actividad y la vida de los turistas el tiempo que están alojados en Tenerife, sean entornos agradables, con un mejor acceso a las zonas de baño y a la costa, y con unos servicios públicos acompañados de una determinada calidad en la oferta alojativa, de restauración y de comercio. Este proceso tiene que ser alentado e impulsado por la administración pública, más allá de que en paralelo a ello la promoción turística de la Isla se enfoque cada vez más, en lugar de en mercados emisores de masas tradicionales, en otros segmentos con un poder adquisitivo medio-alto vinculados a actividades que se pueden desarrollar en la Isla. Con un cliente con más capacidad de gasto en nuestra Isla no hace falta aspirar a un mayor número, sino a una mayor rentabilidad.
Para que todos estos cambios se vayan dando no puede ser únicamente el Cabildo el impulsor de este desarrollo económico y social. El Gobierno de Canarias tiene que ir en consonancia y se da la circunstancia de que, además, se conformó con un pacto muy similar al del Cabildo de Tenerife, por lo que me imagino que usted estará enormemente contento de que la línea de trabajo sea la misma.
Lo estoy. En esta línea estoy ilusionado, porque estoy convencido de que vamos a tener una gran colaboración con el Gobierno de Canarias. Debe ser así siempre, con independencia del color político. Además del deber político y moral que tiene el Gobierno para con los Cabildos, aquí se va a ver pronto la voluntad de efectuar esa colaboración, particularmente, en el ámbito turístico.
Buena parte de los fondos con los que se alimenten dichas inversiones para regenerar espacios públicos turísticos y para generar nuevos equipamientos que recalifiquen el destino, derivarán del apoyo inversor del Gobierno de Canarias. En este caso, la Consejería de Turismo y la Dirección General de Infraestructuras Turísticas debe tener sensibilidad con los destinos canarios y, evidentemente, vamos a pedir que el destino líder en Canarias y uno de los destinos líderes a nivel mundial, que es Tenerife, tenga el apoyo en proporción y en consecuencia con la importancia que tiene.
En una entrevista de Tribuna, meses antes de las elecciones se quejaban desde el consistorio capitalino de que pese a estar físicamente el Cabildo en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, no estaba involucrado con ella. Tampoco se veía su presencia en el norte. Este Cabildo, ¿estará presente por fin en todo el conjunto de la Isla, sin desmerecer a un territorio frente a otros?
La tónica del trabajo del Cabildo en estos últimos cuatro años ha sido de insatisfacción en diferentes territorios de la Isla, tanto en el norte como en el sur. A mi pesar, esto tiene mucho que ver con cómo se aborda la proyección de la gestión. Cuando uno quiere hacer partícipe a los demás de lo que hace, lo primero es tener voluntad y compartir tiempo. La comunicación y las relaciones institucionales tengo la certeza de que no se desarrollaron convenientemente, lo que ha hecho que se desarrolle la sensación subjetiva de insatisfacción.
No digo, porque soy consciente de la dificultad que tiene, que vayamos a cambiar radicalmente esa sensación, porque son muchos los retos que Tenerife tiene que abordar y que vamos a afrontar en este mandato. Pero sí creo que al menos estamos a disposición de que se realice un cambio de actitud y eso comenzará con la presencia del Cabildo. El Cabildo va a estar presente en la vida local y en las relaciones institucionales con los Ayuntamientos; el Cabildo tiene que estar presente en la vida de los tinerfeños, porque es la institución por excelencia en Tenerife. Nuestro objetivo es que se perciba la presencia del Cabildo a través de la calidad de los servicios públicos que proporciona.
Hablabas de los retos que debe afrontar la Isla. ¿Cuáles son los principales retos que crees que afrontará Tenerife en los años venideros?
Tiene un reto clarísimo que está por solucionar: la movilidad. Este es el gran problema que tiene la Isla, un problema transversal que afecta a todos los ciudadanos con independencia de dónde vivan. Para ello, hemos hecho partícipe de las soluciones a toda la ciudadanía. Hemos comenzado con una reunión masiva en la que se hizo partícipe de la voluntad del Cabildo de tener cuanto antes una estrategia que permita empezar a mitigar el problema.
El propósito es muy ambicioso, pero es fundamental que lo pongamos en marcha, porque no solo está afectando ya a la calidad de vida de las personas, sino también a las relaciones laborales, por el desgaste que les supone llegar a su puesto de trabajo, y al cliente que deriva de nuestra principal industria: el turista, quien debe renunciar a horas de disfrute ante el riesgo de los atascos en las autopistas.
Tenemos, por tanto, que apostar decididamente por este ámbito junto con el apoyo del sector.
Para este año atípico, ¿cuál es el objetivo que se marca usted y su equipo dentro del Cabildo?
El objetivo es que los agentes de la movilidad vean cómo el Cabildo comienza a dar soluciones a corto plazo, que contribuyen a mitigar el problema. En paralelo, se trabaja en las soluciones a medio y largo plazo, que tienen que ver con obras públicas e infraestructuras que llevan un trámite más costoso y lento.
Junto a esto, queremos promover el estímulo adecuado en los sectores productivos para que vean cómo la cercanía de la administración insular y la voluntad de tomar decisiones conjuntamente con ellos favorece el que haya una expectativa de salvar este año con buenos resultados económicos. Esto implicará mantener puestos de trabajo.
En este sentido, el sector turístico, que vislumbra un buen verano por delante, ya pone sobre la mesa ciertas incertidumbres para el invierno para las que hay que tomar medidas que contribuyan a dar certezas.
También el sector industrial tiene que ver como el Cabildo se implica en una política insular que hasta la fecha no se ha impulsado y que tiene que ser el ancla del que pivote el crecimiento del sector, favoreciendo que haya un mayor mantenimiento y servicio de los productores industriales, así como una mejora de los accesos, aportando sobre todo seguridad. Seguridad jurídica en el ámbito de las competencias del Cabildo que favorezcan el que la inversión no se vea mermada por la capacidad logística y productiva de la Isla.
Y luego, hay que atender a otros sectores estratégicos, no por su rentabilidad, sino por su importancia para mantener el campo, a nuestro sector agroalimentario y la soberanía alimentaria de nuestra Isla. Hay que ayudar, por tanto, al sector primario con la cercanía de la administración y con capacidad de respuesta para garantizar las ayudas que mitigan los problemas de sobrecostes que están teniendo, marcados por la coyuntura internacional. Así como garantizarles el abastecimiento de agua para riego ante el contexto de sequía actual.
En estos ámbitos vamos a pivotar nuestra política para garantizar que tengamos respuestas inmediatas en los últimos meses de ejercicio del año 2023.
Asimismo, no quiero olvidarme del reto que tenemos dentro de la acción social. En el ámbito socio sanitario hay que actuar en el mantenimiento y gestión de las estructuras propias garantizando, dentro de la dificultad, el mejor servicio posible para los usuarios y para los trabajadores de nuestros centros propios. Así como tomar medidas de choque para que la inasumible demanda que hay de plazas de recursos sociosanitarios y que a día de hoy no ha sabido atender el Cabildo, vaya reduciéndose y se note un alivio de la presión de la lista de espera en este año.